Del Santo Evangelio según San Mateo 5,13-16.
Jesús dijo a sus discípulos:
Ustedes son la sal de la tierra. Pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña.
Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que se la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa.
Así debe brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes, a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el cielo.
HOMILIA
Por Pbro. Luis Zazano
Mt. 5, 13-16:
La sal es para darle gusto a las comidas, cuando uno no siente el gusto a tal comida le pone más sal para que se sienta la comida y no para que se sienta la sal. Es esa tu labor, a la vida le tenes que poner gusto y darle sabor a la vida pero haciendo que cada día tenga ese gustito a vivirlo bien y darle lugar a cada cosa que compone tu vida, el gran error que uno puede cometer es que la comida quede salada, es decir, cuando aparece el exceso; uno también puede cometer un grave error en la vida cuando quiere siempre aparecer, cuando es vanidoso y quiere que todo pase por esa persona, siempre quiere aparecer y cuando aparece mucho esa persona y no deja que la vida le ponga también lo suyo se abusa y destrosa el gusto de la vida.
Ser luz y sal en el cristiano es saber que está llamado a aportar en esta vida, a ponerle gusto y luz, pero para ello debes primero gustar de vivir y saber vivir, para ello se necesita: sinceridad consigo mismo, alegría y humildad.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario