Jesús dijo a sus discípulos:
"Yo he venido a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!
Tengo que recibir un bautismo, ¡y qué angustia siento hasta que esto se cumpla plenamente!
¿Piensan ustedes que he venido a traer la paz a la tierra? No, les digo que he venido a traer la división.
De ahora en adelante, cinco miembros de una familia estarán divididos, tres contra dos y dos contra tres:
el padre contra el hijo y el hijo contra el padre, la madre contra la hija y la hija contra la madre, la suegra contra la nuera y la nuera contra la suegra".
Isaac el Sirio (siglo VII), monje cercano a Mossoul
Discursos ascéticos, 1ª serie, n°2
Llenemos el templo del descanso de su voluntad, como de un perfume, por la oración pura, la oración del corazón que es imposible adquirir entregándose a los contínuos impulsos de este mundo. Así la nube de su gloria cubrirá tu alma, y la luz de su grandeza brillará en tu corazón (cf 1R 8,10). Todos los que permanezcan en la casa de Dios se llenarán de alegría y se regocijarán. Pero los insolentes y los desleales desaparecerán bajo la llama del Espíritu Santo.
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