Ofrecimiento. Habla Dios Padre.
Sobre: Si realmente creéis estar Conmigo, Me daréis el primer lugar y Me consultaréis qué es lo que es bueno para vosotros y seguiréis Mis instrucciones para que todo en vuestra vida sea perfecto.
Hijitos Míos, de ahora en adelante os pido, que cuando iniciéis una oración, un Rosario, la Santa Misa, hagáis todo lo posible para ponerMe a Mí, vuestro Dios, delante de todo. Yo debo Ser lo primero en vuestra vida, desde que amanecéis hasta que anochecéis.
Con esta purificación que se os avecina, Mis pequeños, aprenderéis que Yo Soy vuestro Dios, que Soy vuestro Alfa y Omega, que Soy vuestra vida, que Soy vuestro todo. Aprenderéis, ciertamente, algunos de vosotros, con dolor, lo que debisteis haber aprendido con amor en vuestra familia, en vuestro crecimiento.
Yo Soy vuestro Dios, todo ha salido de Mí, todo converge hacia Mí, vuestra vida Me pertenece, vuestras acciones deberán siempre estar dirigidas hacia Mí, vuestros actos, ya no deben ser salidos de vuestra voluntad. Si realmente creéis estar Conmigo, Me daréis el primer lugar y Me consultaréis qué es lo que es bueno para vosotros y seguiréis Mis instrucciones para que todo en vuestra vida sea perfecto. No Me habéis dado Mi lugar.
Aprenderéis a dejaros guiar como lo que sois, Mis hijos, siervos Míos, Mis pequeños, que no sois nada si Yo no estoy con vosotros.
Cada uno de vosotros habéis hecho vuestro propio mundo, camináis cada quien por donde queréis. Si pudierais dibujar en el piso, cómo camináis cada quien en vuestra vida, serían líneas entrecruzadas, horizontales, verticales, transversas, no paralelas y en un solo sentido, que es como os quiero llevar. No habéis sabido entender lo que Yo os he pedido. Aunque, ciertamente, cada quien lleva una tarea diferente, todas deben ser paralelas y hacia un solo fin, llegar a Mí y rehacer el Cuerpo Místico de Mi Hijo.
Lejos de estar tristes, Mis pequeños, por lo que se os avecina, debéis estar contentos, porque pasaréis de la mediocridad a la perfección.
¿No os alegra esto, Mis pequeños? Si realmente os valoráis y buscáis ser mejores, esto os debe emocionar, ¿o, acaso, queréis seguir siendo mediocres a lo largo de vuestra vida y morir también en la mediocridad? Cuando os presentéis ante Mí, no creo que eso os guste, Mis pequeños.
Yo Soy vuestro Creador, Soy vuestro Dios y estoy buscando en cada uno de vosotros la perfección de vuestros actos, porque bajasteis a servirMe a Mí, vuestro Dios y, si Yo Soy Perfecto, vuestra misión debe ser perfecta.
¿De qué Me sirve pediros algo para que lo llevéis a cabo y Me entreguéis una tarea realizada mediocremente? Vergüenza os debiera dar presentaros ante Mí y entregar vuestra tarea, que es el resultado de vuestra vida, en una forma mediocre.
Muchos años vivís sobre la Tierra para servirMe y cuánto se desperdicia de vuestro tiempo y, sobre todo, en la realización de vuestra misión.
Cuando vais a la escuela, vais mejorando de grado, vosotros mismos os vais sintiendo mejor al subir de grado y, al recibir vuestras calificaciones, primeramente, sois vosotros los que os vais sintiendo mejor y, los que están a vuestro alrededor, también se complacen con vuestros resultados. Hacéis vuestra carrera profesional y vais a maestrías, postgrados, doctorados y, así, es como os vais realizando como personas a nivel profesional. Os sentís bien ante vuestros hermanos porque habéis hecho un esfuerzo y fue gratificante.
¿Qué, acaso, Yo no merezco lo mismo, Mis pequeños, si Yo Soy Autor de la Vida? Las cualidades, la inteligencia, vuestras capacidades, ¿quién os las dio? Fui Yo, Mis pequeños, pero os debéis dar cuenta que tenéis dos vidas, la de la Tierra, la profesional y la más importante, la espiritual.
Vais creciendo y debéis ir desarrollando estas dos vidas que tenéis, pero llega un momento en que os olvidáis de la más importante, del crecer espiritual. ¿De qué Me sirve que vosotros lleguéis a tener altos grados de conocimiento, que vuestros mismos hermanos a vuestro alrededor os alaben, os respeten por los grados académicos que tengáis? Podréis ganar cantidades inmensas de dinero, en pocas palabras, ganáis el Mundo con vuestros estudios y vuestras capacidades y, ¿todo eso de qué os va a servir, cuando lleguéis ante Mí y no desarrollasteis vuestra parte espiritual?, o, al menos, que combinarais lo terreno con lo espiritual, que ayudarais a vuestros hermanos con lo que ganarais y, así, se viera Caridad de parte vuestra.
Ciertamente, seréis importantes a nivel humano, pero hay mediocridad en vuestro andar espiritual.
Las capacidades que se os han dado para desarrollaros a nivel profesional, no sirven si no hay Caridad de por medio, si no hay hermandad entre vosotros, ayudándoos los unos a los otros, con las capacidades que Yo voy repartiendo, que Yo, vuestro Dios, os concedo.
Sois Mi pueblo, sois Mis hijos, sois hermanos y a cada quien lo he dotado de diferentes cualidades para que os complementéis, pero ¿qué habéis hecho?, simplemente, visteis por vuestro crecer económico y no por el espiritual y eso creó muchos conflictos en todo el mundo, causando una desigualdad económica, social, pero sobre todo, de hermanos.
Veíais en qué situación económica estaban vuestros hermanos y si os convenía, manteníais una relación cercana a ellos, pero si alguno de vuestros hermanos tenía una situación económica más baja, o aún cultural, les hacíais a un lado. Eso no es Caridad, eso no es amor al prójimo, eso no es hermandad.
¿Os dais cuenta, Mis pequeños, cómo echasteis a perder Mi Obra de Creación, porque visteis solamente vuestras conveniencias, que, en la mayoría de los casos, fueron equivocadas?
Esta purificación Mundial y Universal será para que volváis a vivir los verdaderos Valores Divinos, Mis Verdaderos Valores y no los que tomasteis del mismo satanás que os llevó por caminos equivocados.
Por eso os repito, deberéis estar alegres, contentos, con una esperanza que os llene de alegría, del saber que vais a vivir una vida en perfección, una vida de acuerdo a Mi Perfección, a Mis intereses y a Mi Voluntad.
Yo Soy vuestro Dios y sé lo que os conviene a cada uno de vosotros, por eso he de eliminar a aquellas almas que no son dóciles, que no son moldeables, que quieren hacer su voluntad y que han hecho a un lado Mi Voluntad. Ciertamente seguiréis teniendo el libre albedrío, pero os guiaréis con Sabiduría Santa y ella os indicará que lo que Yo os daré, es lo mejor para cada uno de vosotros.
Confiad, Mis pequeños, confiad en Mí, vuestro Dios, que Yo no Me equivoco, que todo lo que sale de Mí es perfecto y, sobre todo, bello, que os dará una gran seguridad en lo que estéis haciendo. Gozaréis inmensamente vuestra vida, que se desarrollará de acuerdo a Mis Deseos.
Las cualidades que tenéis, que son Dones de Mi Santo Espíritu, los pondréis a trabajar ampliamente. Ya no estaréis limitados por las envidias de vuestros hermanos, seréis verdaderamente hermanos unos con los otros y os ayudaréis mutuamente a vuestro crecimiento total. No envidiaréis lo que vuestro hermano tenga, porque comprenderéis, ahora sí, lo que es ser complementario a lo que vuestros hermanos tienen. Nadie será más que el otro, todos os ayudaréis los unos a los otros y os ayudaréis a crecer hacia vuestra perfección. Seréis verdaderamente ésas celulitas místicas de Mi Hijo, Jesucristo, vuestro Dios y Salvador. Gozaréis vuestra vida, porque paz habrá en vuestro corazón y, sobre todo, siempre con deseos grandes de agradarMe, porque sabréis agradarMe de corazón, al sentiros hijos Míos y, sobre todo, al sentiros queridos por Mí, consentidos por Mí, amados por Mí, vuestro Dios, en Mi Santísima Trinidad.
Yo os estoy prometiendo un futuro perfecto, porque perfecta es Mi Creación.
Hace tiempo, al principio de éstos Mensajes, que le he dado a Mi hijo, os dije: no os fijéis en los acontecimientos de la purificación, poned toda vuestra atención, esperanza y amor en lo que vendrá después y, os lo vuelvo a repetir, la purificación se tiene que dar y será para el bien de los Míos, para el bien de los que están Conmigo, para el bien de Mis hijos obedientes, los que buscaron agradarMe y los que buscan su perfección espiritual.
¿Acaso podréis estar tristes, con todo esto que os estoy profetizando, que vendrá, para un futuro ya muy cercano? Si realmente vivís ya con Mi Sabiduría, felices debéis estar de saber que todo cambiará, que el mal lo haré a un lado y que por fin gozaréis, en pleno, el Amor, la Vida y Mis Promesas, que tanto os he anunciado. Vuestro corazón debe estar ahora lleno de alegría, lleno de esperanza, y, sobre todo, lleno de un gran agradecimiento hacia Mí, vuestro Dios, vuestro Padre, vuestro Creador. Os estoy anunciando todo lo bello que tendréis.
¿Acaso hay algo malo que os haya dicho, por lo cual podáis temer u os cause algún malestar en vuestro interior? Todo es Amor en Mí, Mis pequeños, Mi Amor es lo que os espera. Manteneos Conmigo, confiad plenamente en lo que os anuncio, gozad vosotros y llevad esta Palabra Mía a los vuestros, para que se preparen a gozar Mis Promesas y Mi Amor en pleno.
Os bendigo, Mis pequeños, estáis en Mi Corazón. Vivid, pues, de acuerdo a Mis Promesas y al Amor que se derramará sobre todos vosotros, los que Me lleváis en vuestro corazón.
Gracias, Mis pequeños.
Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Sufriréis, en cierta forma, como Yo sufrí Mi Pasión, pero luego tendréis vuestra resurrección, transfigurados, purificados y llenos de Mi Amor.
Hijitos Míos, Yo fui modelo de vida para todos vosotros cuando estuve entre vosotros. Mis pequeños, conocéis una muy buena parte de Mi Vida y la forma en cómo Yo Me comunicaba con los hombres, siempre con respeto, con Amor y, sobre todo, buscando su crecimiento espiritual.
Si vosotros repasáis Mi Vida sobre la Tierra, no podéis reprocharMe nada, no podéis hablar de que hubiera alguna equivocación de Mi parte o algún error, porque Soy vuestro Dios, Soy Perfecto, como Mi Padre y todo lo que Yo hice fue para que vosotros lo tomarais para vuestra vida y también alcanzarais ésa perfección a la que estáis llamados.
Mi Vida debe ser vuestra vida y, si realmente estáis buscando la perfección de todo vuestro ser, deberéis ser otros Cristos, ésos nuevos Cristos, de éste tiempo, que necesito que se manifiesten, para que vuestros hermanos se den cuenta que sigo estando Vivo entre vosotros.
Sí, Mis pequeños, cada vez que vosotros copiáis algo de Mi Vida, la vivís, la transmitís y la mostráis a vuestros hermanos, es la forma en que vuestros hermanos se dan cuenta de que Yo todavía sigo Vivo sobre la Tierra y esto es a través de vuestros actos. Cada acto vuestro, hecho o realizado, copiando algún acto Mío, Me da Vida sobre la Tierra. Soy Yo a través de vosotros que actúo todavía, para que poco a poco se vaya preparando la humanidad a recibirMe en Mi Segunda Venida.
¡Cuánto Amor os tengo, Mis pequeños!, no os imagináis cuánto os amo, a pesar de vuestros pecados, de vuestra pequeñez, de vuestras ingratitudes. Imaginad, qué alegría Me dais, cuando dándoos cuenta, vosotros mismos, de todos vuestros errores, de vuestra pequeñez, de vuestra mediocridad, ponéis un “hasta aquí en vuestra vida” y empezáis a actuar en mejor forma de cómo lo hacíais, aceptando todo lo que Yo os enseñé y mejorando vuestra vida, que, por añadidura, ayudaréis a mejorar la de vuestros hermanos.
Esta es la clase de almas que Yo necesito sobre la Tierra y que he ido escogiendo para éstos momentos de purificación, almas donadas a Mí, almas que ya entendieron su misión, almas que se donan, para que las tome como instrumentos Míos y que sean otros Cristos en estos tiempos, actuando en total humildad y sobre todo, en total sumisión a Mis Deseos.
Empezad a gozad, Mis pequeños, el que ya estéis trabajando para Mí, en el inicio de éstos Nuevos Tiempos, porque, ciertamente, paralelo a ésta purificación, vendrá la Creación del Nuevo Mundo que tendréis de los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas. Ya os había dicho, anteriormente, que así como os vaya quitando lo malo, lo Terreno, lo que no sirve a vosotros para vuestro crecimiento espiritual, así os voy a ir también llenando de lo bueno. Vosotros tendréis un cambio muy fuerte a nivel espiritual. Mi Vida será vuestra vida, ¿qué más podéis pedir?, dejaos llenar por Mí y sed los Cristos de éste tiempo que, ciertamente, purificados seréis. Sufriréis, en cierta forma, como Yo sufrí Mi Pasión, pero luego tendréis vuestra resurrección, transfigurados, purificados y llenos de Mi Amor. Preparaos pues, Mis pequeños, para esta metamorfosis que sufriréis, pero que gozaréis cuando os empecéis a llenar de lo Mío.
El hombre sufre cuando se le van quitando las cosas en las que confía y, eso es lo que estáis teniendo ahora pero, aquellos que confían en Mí, empezarán a sentir Mi apoyo y sentiréis alegría al sentir que se os está vaciando de lo malo y se os está llenando de algo bueno que no conocíais anteriormente. Esa es la transfiguración que tendréis, Mis pequeños, un crecimiento inmenso espiritual, y lo material, ya no lo tomaréis tan en cuenta como ahora lo hacéis. Todo tendrá su lugar, no le daréis más valor a lo que no lo merece. PedidMe Mi Sabiduría Santa para que podáis apreciar el cambio paulatino que iréis teniendo.
Dejaos hacer por Mí, vuestro Dios.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Yo os prometo perfección, bienestar, capacidades nuevas, que ni os imagináis y muchas otras cosas más, no lo creéis, no os lo imagináis, precisamente, porque la maldad os tiene cegados.
Hijitos Míos, satanás, en su soberbia infinita, no acepta todavía la derrota, se siente fuerte, porque está viendo que vuestro mundo, prácticamente, se ha satanizado. El mismo hombre ya no busca vivir en la Virtud, ya no busca ser un hijo Mío, que Me haga vivir, con su forma de vida, en la Tierra, siendo ejemplo vivo de Mis Enseñanzas.
Este cambio que tendréis, Mis pequeños, será favorable, porque os habéis acostumbrado a lo que satanás os enseñó. Esta va a ser una lucha interna de cada uno de vosotros, en donde tendréis que ir erradicando todo aquello aprendido que os lleva a la falsedad, a la mentira, a lo que os separa de Mí, que son los valores del mundo, de la carne y de todos los pecados de concupiscencia.Hay tanto, tanto, que tenéis qué quitaros, Mis pequeños y, si realmente queréis ser purificados, Me deberéis pedir a Mí, vuestro Dios, que elimine todo aquello que no os sirve para vuestra perfección y, por otro lado, que Yo os lleve a una santidad de vida que tendrán Mis nuevos hijos en el Mundo por venir, de los Cielos Nuevos y las Tierras Nuevas para Mis elegidos.
Sed positivos, Mis pequeños, no veáis negativo lo que está sucediendo y lo que vendrá. Os repito, vuestro dolor al cambio está causado por lo que vosotros iréis perdiendo de lo material, de lo que no os ayuda a crecer a las alturas a las que Yo quiero que crezcáis.
Como ahora estáis, no podéis avanzar gran cosa, porque el Mundo y todo lo que produce el Mundo, os detiene. Estáis tan acostumbrados a la maldad que os rodea, que ya para vosotros se os ha hecho normal el vivir así y, aunque, Yo os prometo perfección, bienestar, capacidades nuevas, que ni os imagináis y muchas otras cosas más, no lo creéis, no os lo imagináis, precisamente, porque la maldad os tiene cegados, tenéis un velo ante vuestros ojos que no os deja ver la realidad a donde os quiero llevar.
Si Me tenéis confianza, Mis pequeños, simplemente, soltaos, dejadMe actuar, dejadMe que os quite tantas y tantas cosas que tenéis en vuestra vida particular y dejadMe que os revista de lo bueno y perfecto que os quiero dar.
Os prometo que no extrañaréis lo que ahora no queréis soltar, porque será infinitamente más bello lo que Yo os daré, que con lo que ahora contáis.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Os pido seáis niños pequeños en éste cambio, que os dejéis tomar de Mi Mano, para que os sintáis seguros, protegidos y felices de lo que vaya pasando a vuestro alrededor.
Durante esta purificación, Mis pequeños, os iréis dando cuenta de cómo todos vuestros valores
estaban errados, como no os estabais dejando guiar por lo Mío, sino por los engaños del maligno.
Esta purificación, como os he dicho, será benéfica, porque, siempre, de un aparente mal que Yo permita en vuestra vida, surgirá un bien que, tarde o temprano, os traerá una alegría inmensa a vuestra vida, a vuestro ser.
Os pido seáis niños pequeños en éste cambio, que os dejéis tomar de Mi Mano, para que os sintáis seguros, protegidos y felices de lo que vaya pasando a vuestro alrededor. Recordad que Yo, como Dios de Amor, lo que menos quiero, es que Mis hijos sufran y, sobre todo, que sufran innecesariamente.
Sufriréis los que por vuestra terquedad, os mantengáis en vuestros errores, pero si os dejáis mover por Mí, y confiáis en Mí, vuestro Dios, vuestro cambio será más llevadero y agradable. Todo será para vuestro bien. Vosotros mismos iréis viviendo el cambio que Mi Santo Espíritu irá dando a vuestro ser, tanto físico como espiritual. El mismo pecado os llevó a una debilidad tanto física como espiritual y, así, como tenéis infinidad de enfermedades para vuestro cuerpo, también tenéis infinidad de enfermedades para vuestra alma.
Iréis siendo curados, iréis siendo levantados de todos vuestros sufrimientos. Todo será reconstruido para vuestros bien. Vuestras capacidades físicas y espirituales, aumentarán a grados que ni os imagináis. Empezaréis a comprender vuestra historia, la historia de vuestro Mundo, acontecimientos que, ahora, nadie ha podido explicar y seréis revestidos de gran inteligencia y Sabiduría, para que gocéis grandemente de la Creación que os rodea y que Yo os la di para que gozarais y cuidarais para vuestro bien y el de los vuestros.
Ahora, el hombre se ha dedicado a destruir, por consejos de satanás, vuestro hogar, que es vuestro Mundo y el Universo entero. Todo será reconstruido en el Amor. Viviréis y gozaréis lo que es Mi Amor y lo que voy a regalaros en tecnología, en bienestar, para vuestra vida futura. ¿Qué más os puedo decir, Mis pequeños? ¡Os voy a consentir!
Os repito y os pido nuevamente, sed como niños, para que Yo os pueda mover fácilmente, y no Me impidáis con vuestra terquedad y necedades, el futuro que os estoy prometiendo.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Recordad, Mi Amor deberá brotar siempre de vosotros, estéis en donde estéis, tanto en pensamientos, en palabras, como en obras.
Recordad, Mis pequeños, que al mal se le ataca con el Bien. Esa va a ser vuestra prueba más difícil en éstos tiempos, por eso os mandé a Mi Hijo, para que de Él aprendierais. Quizá veréis cómo son atacados vuestros seres queridos, ¿cómo responderéis a ése ataque?
Mis pequeños, sé que duele y duele mucho, ver cómo se le ataca a un ser querido, pero será vuestra prueba de fuego y así, Me podréis mostrar vuestro corazón, como realmente aprendió la lección de amar, aún a aquel que os ofende o que os ataca o que desea vuestra muerte o la de los vuestros.
Prueba difícil, pero los Míos la superarán. Recordad que estáis solamente aquí de paso, tanto vosotros, como los vuestros, que vinisteis a cumplir una misión, y que regresaréis a vuestro Hogar Eterno. Ya habíais sido avisados, en las Sagradas Escrituras, sobre esto, cuando Mi Hijo os dijo que temierais a los que pudieran hacer daño a vuestra alma y no tanto a vuestro cuerpo.
Recordad que Soy vuestro Dios y en un momento dado, si Yo así lo deseo, puedo resucitar a un cuerpo que han matado vuestros enemigos y eso es más fácil que poder quitar el rencor, el odio, la maldad que pueda crecer en vuestra alma, al querer vengaros del mal que os estén haciendo, en lo personal, o que le estén haciendo a un ser querido.
Cuando el dolor os agobie, cuando el dolor os haga desfallecer, cuando el dolor haga que se debilite vuestra voluntad, acudid a Mi Hijo, que Él se dio por vosotros, que Él, primeramente sufrió todo eso por vosotros, para que os fortifique y, tomados de la Mano de Él, podáis salir bien librados de la prueba que tendréis.
Recordad, Mi Amor deberá brotar siempre de vosotros, estéis en donde estéis, tanto en pensamientos, en palabras, como en obras. Mi Amor, es el Alimento del Universo entero, no dejéis que la prueba que os ponga satanás, os haga eliminar el Amor que debéis tener en vuestro ser y os llenéis del odio o de la maldad o de la venganza que él quiere que tengáis en vuestro corazón y, de esta forma, que podáis perder vosotros vuestro futuro espiritual en Mi Reino, él os conoce y sabe de vuestras debilidades, conoce vuestros puntos débiles.
Unidos, perfectamente, a la Pasión Dolorosa de Mi Hijo, acompañadLo en todo momento, cerrad vuestros labios y abrid vuestro corazón, venced a satanás con Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Las almas son grandes porque han sabido aprender de Mí y a dejarse mover por Mí, pero eso vosotros, no lo sabéis, porque no leéis los corazones y Yo sí, Mis pequeños.
Hijitos Míos, en un Principio, cuando todo acababa de ser creado, le di orden a la Naturaleza, a toda la Creación, de cuidaros. Esto lo recibieron vuestros Primeros Padres, Adán y Eva, la Naturaleza los cuidaba perfectamente, nada les faltaba, todo lo conocían.
Vosotros, por el Pecado, no habéis seguido Mis órdenes y la Creación, ahora está también atacándoos, porque no la respetasteis, no le disteis lo que necesitaba.
Os aprovechasteis de la Creación, en lugar de cuidarla, como a un hijo que se le cuida, se le ayuda a crecer y que luego da también sus frutos. Le arrancasteis a la Creación sus frutos, no le pedisteis, con respeto, su ayuda, con la Virtud que debisteis haber hecho crecer en vuestro ser, a la Creación, que está viva.
Todo lo hicisteis según lo que vosotros creísteis que se debía hacer, sin consultarMe, sin pedirMe ayuda. Siempre vuestra humanidad por sobre Mi Divinidad. ¿Os dais cuenta de esto, Mis pequeños?
Si vuestra vida se hubiera desarrollado alrededor de Mi Divinidad, guiada por Mi Divinidad, estaríais a otros niveles muy superiores en los que ahora estáis.
¿Cuándo entenderéis que sois pequeños e imperfectos, que necesitáis de la Guía del Perfecto, que Soy Yo, para que vuestra vida se desarrolle, como Yo quise desde un Principio?
Os contentáis con poco, porque, al estar alejados de Mí, disteis muy poco, pudisteis haber dado muchísimo más cada uno de vosotros, a lo largo de vuestra vida, si hubierais estado Conmigo pero, la gran mayoría de vosotros, solamente os acordáis de Mí, cuando poco falta para el fin de vuestra existencia.
Mucho, mucho os quiero dar y mucho tendréis si os dejáis mover por Mí.
Recordad vuestra pequeñez, dádMela y manteneos humildes en todo momento, para que podáis llegar a ser grandes a Mis Ojos y seréis grandes porque vuestro ser, vuestro interior, vuestra alma, se dejará mover por Mí y tomará de Mí su alimento.
Eso es lo que os engrandecerá y eso es lo que ha venido engrandeciendo a las almas a lo largo de la historia.
Las almas son grandes porque han sabido aprender de Mí y a dejarse mover por Mí, pero eso vosotros, no lo sabéis, porque no leéis los corazones y Yo sí, Mis pequeños.
Esta es la vida íntima que debéis mantener Conmigo, a lo largo de vuestra existencia sobre la Tierra. Una vida íntima de oración, una vida íntima de amistad Conmigo, una vida íntima de Padre a hijo y, os repito, ésta vida íntima, solamente la conozco Yo y vosotros Me conocéis también a través de ella.
Yo Soy el que juzga al final de vuestra existencia y en vuestro Juicio, las almas conocerán la riqueza que llevabais en vuestro interior y si aprovechasteis y aprendisteis a vivir Conmigo pero, también, se darán cuenta de vuestra pobreza espiritual, de vuestro desperdicio a todo lo que Yo os quería dar, si a Mí no acudisteis y no tomasteis nada de Mí.
DejadMe pues, Mis pequeños, que os lleve a Mi Perfección, sois Mis hijos y el hijo tiene que ser como el Padre. Os amo, Mis pequeños y os bendigo.