MI AMOR ES EL QUE VENCERA Y VOSOTROS SEREIS MIS INSTRUMENTOS DE AMOR
22 de Agosto de 2014
Publicado: 22 de septiembre de 2014
Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V.
Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Animaos, pues, Mis pequeños, sois parte de los que venceréis, de éste rebaño escogido, sed felices ya desde ahora, dejad el Mundo, entrad en vuestro corazón, encontradMe a Mí ahí dentro.
Hijitos Míos, ¿a qué teméis?, si os he avisado que los acontecimientos son inminentes, es para que os apuréis a poner toda vuestra vida ante Mis Ojos, reparéis lo que hayáis dañado, pero, sobre todo, reparéis lo que le hicisteis a Mi Corazón Sacratísimo.
Ciertamente, los acontecimientos son inminentes, pero, todavía, tendréis un tiempo para enmendar mucho mal que hicisteis a lo largo de vuestra existencia y, aún, los mismos acontecimientos se prestarán a que los utilicéis como penitencia y ofrecimiento a Mí, vuestro Dios, por todo el mal que Me hicisteis y le hicisteis a vuestros hermanos.
Os sigo repitiendo que, siempre de un mal, Yo saco un bien y que lo que se viene es un mal aparente, porque, realmente, os va a servir de purificación. Ya os he dicho que el dolor es purificador y así lo deberéis tomar.
Mis pequeños, no os pongáis tristes, os dije hace mucho tiempo que, cuando empezaran los acontecimientos, no os fijarais en ellos, que éstos se tienen que dar para vuestro bien y para la purificación y eliminación de toda la maldad que os hace caer en el mal.
Sed conscientes, Mis pequeños, que vuestra alma es débil por causa del Pecado Original y si tenéis a vuestro lado a satanás, que os está tentando continuamente, muchas veces caeréis y ésta purificación, en la cual ya estáis viviendo sus inicios, os va a llevar a que satanás sea erradicado de la Tierra, porque así os lo he prometido, que tendréis un cierto tiempo, en donde viviréis sin ningún ataque satánico, para que vuestra espiritualidad se desarrolle grandemente, ¿no os parece esto bellísimo, Mis pequeños? Yo estoy esperando ya éste momento, para ver almas renovadas, que Me amen como Me lo merezco, que Me agradezcan por tantas cosas bellas que os doy y que busquen más de Mí, que estén ansiosas de saber más de Mí, para que podáis amarMe más, porque las almas que quedarán después de la purificación, desearán esto y más, porque cuando Me vean, absortas quedarán de Mi Amor, de Mi Belleza, de Mis Potencias.
Vosotros, los que estáis Conmigo entendéis todo esto y debierais estar ya ansiosos, también, de que la purificación se dé y que ya haya terminado y que estéis ya viviendo éstos Nuevos Tiempos que os tengo prometidos para que estéis gozando de Mis Bienes espirituales y Celestiales.
Que ésa alegría, Mis pequeños, ojalá la podáis vivir y transmitir a vuestros hermanos, que, aún a pesar de los acontecimientos que se estén dando, vosotros estéis felices, sabiendo que cada día que pasa, es un día que os acerca más a Mí. Así que, no os preocupéis, no os entristezcáis por lo que suceda, gozad aún lo que Yo os vaya quitando, sí, Mis pequeños, gozad, porque si os lo estoy quitando, es porque os está deteniendo para que crezcáis espiritualmente, que mucho Me agradeceréis cuando os deis cuenta que lo que Yo os estaba quitando, era lastre, para que pudierais volar hacia Mí.
Ya os he dicho que sufriréis, porque estáis muy arraigados con las cosas de la Tierra, con las cosas del Mundo, con todo aquello que veis y os atrae, pero que no es bueno para que crezcáis espiritualmente.
Dejaos pues, mover por Mi Gracia, dejad que Mi Amor os llene, porque Mi Amor es el que vencerá y vosotros seréis Mis instrumentos de Amor. Satanás será vencido por el Amor, sí, por el Amor de una Creaturita Perfecta, Santísima, Bellísima, Mi Hija, la Siempre Virgen María.
Animaos, pues, Mis pequeños, sois parte de los que venceréis, de éste rebaño escogido, sed felices ya desde ahora, dejad el Mundo, entrad en vuestro corazón, encontradMe a Mí ahí dentro, en vuestro ser e iniciad ya el coloquio final que os preparará a una vida bellísima Conmigo. Os amo, Mis pequeños y os bendigo, quedaos Conmigo,
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Ciertamente, ésta purificación, os hará crecer en el amor, os hará crecer en la gratitud, os dará una nueva vida, donde reconoceréis todo lo que Yo he hecho por vosotros.
Hijitos Míos, las almas que saben escuchar Mi Voz, siempre salen bien libradas de las pruebas, aunque éstas sean muy fuertes. Tenéis a Noé, y es una tristeza que, solamente fuera Noé y su familia los que se pudieron salvar, porque muchos miles murieron porque no eran gratos a Mis Ojos. Sodoma y Gomorra, dos ciudades y nuevamente una familia salvada, la de Lot. Un ejemplo grande para todos los tiempos, Nínive, que respondió al llamado del profeta, se arrepintieron y los perdoné.
¿Cuántos serán ahora, Mis pequeños?, ¿cuántos los que saldrán adelante? Os he dicho que el resto fiel es pequeño, muy pequeño y esto es una tristeza, porque, en el pasado, tuvieron la voz de los profetas y pocos o muchos se salvaron, pero vosotros habéis tenido la Voz de Dios, Mi Voz en Mi Hijo Jesucristo y ¡qué desperdicio de una gran mayoría de vosotros! No os imagináis, Mis pequeños, el dolor que esto Me causa.
Seáis salvados o seáis condenados, en algún momento conoceréis Mi Amor, el Amor que tengo por cada uno de vosotros y os daréis cuenta que durante vuestro tiempo de vida sobre la Tierra, nunca, nunca nadie tuvo algún amor como el Mío hacia vosotros, hacia cada uno de vosotros, muy en lo personal, muy en lo íntimo, porque Mi Amor es Divino, Mi Amor es inmenso, es Infinito, Purísimo y Santísimo, nunca en vuestra vida, tuvisteis algo así, algo semejante y lo despreciasteis.
Tristeza también os debiera dar y un arrepentimiento intenso, porque no aprovechasteis Mi Amor.
Ahora lo sabéis, reparad el tiempo que os quede de vida, para que Yo Me conmueva más por vosotros y salve a infinidad de almas.
Muchas almas se perdieron en el pasado porque no apreciaron tampoco Mi Amor, no quisieron escuchar a los profetas de aquél tiempo y, aunque, ciertamente, los profetas les hacían conocer Mis Designios, no los tomaban en cuenta, no apreciaban tampoco lo que se les dio en ése tiempo. No seáis como ellos, agradecedMe que he sido Benevolente con cada uno de vosotros porque, si recorréis vuestra vida, toda vuestra vida, sed conscientes de que os mereceríais la muerte eterna, o sea, la condenación de vuestra alma, pero os perdoné muchas veces vuestros pecados mortales, los pecados que llevaban a la muerte, pero por la Gracia Divina, por el derramamiento de Mi Amor al mandaros a Mi Hijo, recuperabais la Gracia, cada vez que recibíais la absolución de algún ministro Mío, en la Iglesia. ¿Cuántas veces pudisteis haber muerto, estando en pecado grave?, y Yo no lo permití y os daba la oportunidad de confesaros y volver a recuperar la vida de la Gracia.
Daos cuenta que muchas veces estuvisteis en ése peligro de morir estando en pecado grave, pero os perdoné y os di una y muchas veces más oportunidades de regresar a Mí y terminar vuestra misión.
Hay tanto que debéis meditar y mucho más que Me debéis agradecer. Os colmé de favores, aún a pesar de que Me dabais la espalda. Vosotros, como seres humanos, no haríais eso o no hicisteis eso, con aquellos que consideráis vuestros enemigos, daos cuenta que fuisteis enemigos Míos, cuando Me disteis la espalda y cometíais pecados graves, erais Mis enemigos porque, cada vez que pecabais grave, estabais con satanás, que es Mi peor enemigo, porque no ama Mi Amor y, aún así, os perdoné infinidad de veces, para que volvierais a una amistad íntima Conmigo.
¿Cuántas veces, realmente, os arrepentisteis de corazón de haberMe dañado tanto?, volviéndoos enemigos Míos, porque le hicisteis muchas veces caso a satanás, de ofenderMe, de darMe la espalda, de no cumplir con lo que Yo os pedía, para que os mantuvierais en estado de Gracia y así crecierais hacia la perfección.
Pocas, muy pocas veces meditasteis sobre ello y Me pedisteis perdón y menos veces Me agradecisteis por la absolución que Yo os daba a través de Mis ministros.
¿Os dais cuenta de qué tan distraídos estáis, de que no respondéis como verdaderos hijos? ¡Cuánto desamor hacia Mí!, os decís seguidores Míos, de vuestro Dios en Mi Santísima Trinidad y no respondéis como tales. No sois amigos leales, pero Yo, como Padre vuestro, os seguía, iba tras de vosotros, os cuidaba sin que os dierais cuenta, cuando caíais os levantaba, Me alegraba cuando estabais Conmigo. ¡Siempre atrás de vosotros, protegiéndoos! Y aquí estoy nuevamente, tras de vosotros, anunciándoos éstos cambios, que Me debierais agradecer de corazón y, en lugar de eso, el miedo, el terror, no os deja pensar ni actuar debidamente, porque no confiáis en Mí, que os quiero dar siempre lo bueno, lo mejor que tengo Yo.
¡Qué ingratos sois, Mis pequeños! ¡Qué ingratos sois! Ciertamente, ésta purificación, os hará crecer en el amor, os hará crecer en la gratitud, os dará una nueva vida, donde reconoceréis todo lo que Yo he hecho por vosotros y entenderéis más, ahora, lo que significa un Amor de un Dios hacia Su creatura.
PedidMe ya desde ahora, vosotros, los que Me amáis, que os enamoréis de Mi Amor, para que podáis gozarMe ya, desde ahora, de todas las Bendiciones que tendréis durante éste tiempo de purificación porque, yendo atrás de vosotros, iré y os seguiré protegiendo, levantando, compartiendo con vosotros vuestras alegrías, sin que os deis cuenta, hasta que llegue un momento en que Yo ya no vaya atrás de vosotros, sino junto a vosotros, que lleguéis a ésa confianza tal, en la cual, caminemos juntos y seamos uno solo.
PedidMe, Mis pequeños, ésa transformación de vuestro cuerpo y de vuestra alma, para que podamos ya ser uno solo, Mi Voluntad con vuestra voluntad.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Vosotros, los que tenéis ya un corazón transformado, sois Mi Calcañal, juntos venceremos a satanás y muchas almas le quitaremos.
(Lenguas…) Aquí estoy, Mis pequeños, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María, y como os ha dicho Mi Padre, vuestro Padre, éstos son Mis tiempos.
Esta Pequeña Creatura del Señor, Su Sierva, os ayudará a vencer las fuerzas de satanás. Soy la Pequeña Servidora de Mi Dios y Servidora de vosotros, Mis pequeños.
Vosotros, los que tenéis ya un corazón transformado, sois Mi Calcañal, juntos venceremos a satanás y muchas almas le quitaremos.
Mi Amor y vuestro amor, le arrebatará muchas almas al enemigo. Se creía seguro de que se llevaría a infinidad de almas hacia la muerte eterna y no será así, Mis pequeños.
Vosotros, los que estáis transformados, sentís la vida, la vida de Nuestro Dios en vosotros. Sentís una obligación, pero más que obligación, sentís el Amor que Mi Hijo siente por vosotros. Mi Hijo, Mi Dios, vuestro Dios y Salvador, os ha enseñado lo que es la vida en el Amor, Él os hermanó a todos vosotros, son Misterios y regalos Divinos, que no alcanzáis a comprender, pero que tampoco alcanzáis a agradecer. Hermanos de todo un Dios.
Si esto lo meditáis y lo meditáis de corazón, debéis caer de rodillas y con vuestra frente en el piso, agradeciéndoLe a Nuestro Dios y Señor, tal dignidad que tenéis y que no apreciáis y, si realmente lo entendéis, os daréis cuenta de vuestras obligaciones espirituales para con vuestros hermanos que no están preparados para la gran prueba, que ya empezó. Esa era la única preocupación de Mi Hijo y por eso se pasaba días y noches orando, por todos vosotros, por todas las almas, pasadas, presentes y futuras, era y es su única preocupación, vuestra salvación eterna.
No alcanzáis a comprender, Mis pequeños, cómo todo un Dios se digne voltear a veros. Si os dierais cuenta de Su Magnificencia, de Sus Potencias, de Su Inmensidad, la cual llena al Universo entero y todavía os viene a buscar a cada uno de vosotros, a pesar de vuestra pequeñez, a pesar de vuestra nada.
Sí, Mis pequeños, pedidLe a Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, que os ayude a comprender, aunque sea un poquito, tanto Amor y Bendiciones que tenéis de vuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, y que también os ayude a saber agradecerLe con todo vuestro ser.
Sois Mis hijos, también intercedo por vosotros, os enseño, como ahora, explicándoos todo esto. DadMe vuestras intenciones, vuestros agradecimientos, vuestra pequeñez, llenaos de humildad, para que Yo también lleve a Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, vuestras alegrías, vuestros agradecimientos, vuestro amor. Ciertamente, sois muy pequeños, pero vuestro amor de corazón, es grato a los Ojos del Padre y alegría inmensa para todos Nosotros.
Pedid vuestra perfección, porque así gozaréis cada vez más, todo lo que de Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, derrame sobre vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Si vosotros juzgáis y os alegráis del futuro eterno de dolor para alguno de vuestros hermanos, que os hicieron sufrir durante vuestra vida en la Tierra, quiere decir que no habéis crecido en el Amor, porque no estáis viendo Mi Dolor.
Hijitos Míos, ciertamente, veréis muchos cambios. Iréis viendo cómo el mal va terminando, va siendo eliminado y cómo el Bien va quedando, pero algo muy importante os pido, que no seáis jueces de nadie en éstos momentos, Yo Soy vuestro Dios y Yo Soy el Único Juez, Yo conozco los corazones, las intenciones. Conozco lo secreto de vuestro corazón, de cada uno de vosotros y Yo Soy el Único que puede Juzgar.
Ciertamente, os iréis alegrando de que el mal vaya terminando, iréis viendo a vuestro alrededor cómo aquellos que seguían al mal y se congratulaban con él, irán siendo eliminados, pero que esto os cause tristeza, no alegría, tristeza, porque son hermanos vuestros. Tendréis alegría, en el sentido de que, ciertamente, os oprimían y ya no padeceréis después de su eliminación de la Tierra.
Acordaos que seréis Juzgados en el Amor y deberéis ser hijos virtuosos y, si os burláis y si veis el mal en un hermano vuestro y os alegráis de su eliminación, ya no estáis viviendo en la virtud.
Estos detalles os lo menciono porque pasan muy desapercibidos en vuestra forma de ser, actuáis todavía muy humanamente y debéis aprender a vivir más en lo Divino, porque si sois del resto fiel, debéis llenaros de una vida espiritual más profunda, de una cercanía Conmigo mucho más íntima. Os deberéis poner en el lugar de vuestros hermanos juzgados y quizá, eliminados, ¿acaso os gustaría estar en el lugar de ellos y padecer Mi Juicio en contra de ellos? No, ¿verdad, Mis pequeños? ¡Claro que no os gustaría!, porque sabéis cuál será vuestro futuro eterno. ¿Podéis estar alegres viendo cómo hermanos vuestros, aún sabiendo que actuaban en el mal, van a estar sufriendo toda la eternidad?
Si realmente hay amor en vuestro corazón, si realmente vivís ya una hermandad Divina con vuestros hermanos, no os debe alegrar esto, debéis llorar su destino. Recordad que su alma, es parte de Mí, Yo os creé a cada uno de vosotros y ésa partecita Mía va a sufrir eternamente, ésa partecita Mía, o sea, vuestra alma, no quiso seguirMe y mantenerse Conmigo.
Si vosotros juzgáis y os alegráis del futuro eterno de dolor para alguno de vuestros hermanos, que os hicieron sufrir durante vuestra vida en la Tierra, quiere decir que no habéis crecido en el Amor, porque no estáis viendo Mi Dolor, que también existe y es real cuando veo que un alma se condena, porque no quiere estar Conmigo, con su Padre y Creador. Mucho, todavía, tenéis qué aprender, Mis pequeños, vuestro corazón tiene que ser transformado y, pedídMelo, porque todavía os alegráis y juzgáis de lo que no debéis, creced en virtud, creced en amor. Creced en perfección, para que podáis estar más íntimamente Conmigo, vuestro Dios y podáis entender Mi Obra de la Creación, en donde vosotros, cada uno de vosotros, sois Mi Amor.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Ya vuestra vida, vuestro ser, tiene que desaparecer, Mi Ser, debe unirse a vosotros, Mi Ser, os debe absorber, los santos lograron esto, que Yo viviera plenamente en ellos.
Hijitos Míos, recordad que satanás quiere destruir principalmente vuestra alma, su estado espiritual, así que, la prueba, va precisamente por ahí y os deberéis cuidar. Ya os lo había Yo anunciado en las Sagradas Escrituras, que temierais a aquellos que le pudieran dar muerte a vuestra alma y no tanto a la muerte del cuerpo, que el cuerpo, al fin y al cabo es un vehículo, y en la Tierra ha de quedarse, pero vuestra alma trasciende.
¿Cómo cuidaréis vuestra alma? ¿Estaréis preparados? Si contáis con vosotros mismos, para la gran prueba, seguro está que os vencerán las tentaciones, la maldad de satanás, vuestras propias inclinaciones hacia el mal.
Os he dicho que, en ésta prueba, caminaremos juntos o, al menos, así deseo que se lleve a cabo. Yo no os dejaré, Mis pequeños, pero deberéis tenerMe la plena confianza de dejaros mover por Mí, para que Yo os lleve por caminos seguros y os haga actuar con Sabiduría Divina, para ayudar a vuestros hermanos, que en el Mundo están y que muchos de ellos necesitan una guía fidedigna Mía, porque, también, anunciado está, que escucharéis: “el mesías está aquí, ¡no!, el mesías está allá” y os confundiréis si no lleváis una vida profunda de oración y de intimidad Conmigo, vuestro Dios.
Ya vuestra vida, vuestro ser, tiene que desaparecer, Mi Ser, debe unirse a vosotros, Mi Ser, os debe absorber, los santos lograron esto, que Yo viviera plenamente en ellos, Me regalaron su libre albedrío y, por eso, los santos emanaban Mi Amor a donde iban, porque era Yo el que trabajaba a través de ellos. Este es vuestro tiempo, esta es vuestra oportunidad de llegar también a vuestra santificación.
DejadMe, Mis pequeños, que Yo os levante a ésos niveles incomprensibles todavía para vosotros, que se llaman de santidad. Muchos de vosotros pensáis que necesitáis ser personas muy especiales para alcanzar la santidad y no es así, Mis pequeños, os he dicho que la santidad se alcanza dejándoMe Ser en vosotros, o sea, que Mi Voluntad trabaje plenamente en vosotros.
Tened confianza, Mis pequeños, gozaréis los resultados y espero Me los agradezcáis de corazón.
Gracias, Mis pequeños.
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