REFLEXIONES PARA ESTE FIN DE LOS TIEMPOS. . .
(Luto por Irak, Siria, Gaza, Ucrania, África Occidental y Somalia)
“¡Esta Cruz que hasta aquí era el patíbulo donde expiraban los criminales, es ahora la luz del mundo, el objeto de mayor veneración!” (*)
Hijita
Padre
Quiero que les des a TODOS MIS HIJITOS estas meditaciones que os dimos sobre las ÚLTIMAS SIETE PALABRAS DE MI HIJO AMADO SOBRE SU SANTA CRUZ, en este día que es lo que se Celebra en vuestra Iglesia Universal.
Meditad en ello, os lo pido. No hagáis para vosotros que ESTE TRIUNFO NO SEA UN REGALO PARA VOSOTROS, no lo rechacéis.
(Nuestra Santísima Madre María Virgen de Los Dolores)
Honrad a La Cruz de Mi Hijo Amado que es vuestro Camino y Salvación.
Al final Dice Mi Señor:
Esta es la Cruz como la debéis honrar, ASÍ ESTOY YO AHORA POR VOSOTROS:
YO
INRI
SOY
EL AGONIZANTE JESUCRISTO
EL
QUE
TE
AMA
San Miguel asiente (como últimamente lo hace para confirmar que lo que escucho y veo no viene de mí, sino de El Cielo).
*Nuestro Señor Jesucristo a Sor Josefa Menéndez
* *Leyenda de La Devoción a La Preciosísima Sangre De INRI.
Septiembre, 13 (“Vísperas de La Santa Cruz”)
(Luto por Irak, Siria, Gaza, Ucrania, África Occidental y Somalia)
LAS SIETE PALABRAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO EN LA CRUZ
POR NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO:
(Nos pide Nuestro Señor que como muestra de reverencia y respeto oremos un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria después de cada Palabra).
Que así sea.
†
“PADRE PERDÓNALOS PORQUE NO SABEN LO QUE HACEN”
Mis Hijitos,
Mi Jesús
Siempre fue Mi Misión venir a tierra a salvaros y desde la Cuna a la Cruz fue lo que busqué a cada instante con cada Aliento de Mi Vida Santa y esa primera frase en la Cruz tenía que ser para salvar a las almas aún de ellas Mismas: “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen.”
Sí, Yo, Jesucristo, Mis Hijitos, en medio de la Crucifixión pude ver a mis verdugos con piedad porque veía el destino que se estaban forjando en su maldad e ignorancia y los pude compadecer. Cuando vosotros creáis que alguien os daña, pensad si os está dañando tanto como a vuestro Señor en la Cruz y decid, como vuestro Señor: Padre perdónalos porque no saben lo que hacen, y que no sea por vuestra boca que acuséis a alguno. Dejad la Justica al Supremo Juez y vosotros pedid misericordia para todos, emulando a vuestro Señor. Decid cada que os ofendan y lastimen: Padre perdónalos porque no saben lo que hacen y en verdad no lo saben porque no creen que el pecado que contra vosotros cometen los pueda llevar al infierno, no saben el destino eterno que se están forjando.
Preguntaos, ¿Dónde están los que Conmigo murieron? ¿Dónde los que contra Mí? Por eso tened Piedad y mostrad Misericordia de todo aquel que os lastime, porque de verdad os lo repito, no sabe el eterno destino que con ello se está forjando y si vuestra oración llega al Padre y Su Corazón Sacratísimo es tocado, trocaréis* en gozo el dolor de un hijito perdido en uno recuperado, Mis Pequeños. No tengáis odio ni rencor en vuestro corazón para nadie, más bien, interceded por vuestros hermanos para que muden su proceder y con ello su destino eterno.
(Padrenuestro, Avemaría y Gloria)
† †
“HOY ESTARÁS CONMIGO EN EL PARAÍSO”
Hijitos, escuchen:
A cada moribundo -anhelo con lo más profundo de Mi Sacratísimo Corazón- decirle estas mismas palabras que dirigí al Ladrón Dimas, pero, Mis Críos, fue él quien Me lo pidió y por ello, por su fe, porque Me lo pidió en medio de la agonía, se lo concedí.
Si vosotros, Mis Pequeños, Me lo Pedís con corazón contrito y humillado, de igual manera os lo Concederé, pero Mis Críos, ¿por qué esperáis a estar agonizando para Pedirme vuestra Salvación, siendo ahora El Momento para hacerlo? ¿Por qué os arriesgáis a no tener ese último aliento para Pedirme lo que el buen ladrón? No os confiéis en las circunstancias, no creáis que tendréis ese tiempo que Dimas tuvo porque así lo quiso El Padre.
¿Y si morís sin haber tenido el tiempo de haber ido con un Representante Mío en tierra y no os salváis? ¿Qué no veis que son ellos, Mis Fieles Siervos, quienes a través de los sacramentos os consiguen el perdón en Mi Santo Nombre? Por eso os lo solicito, os lo pido: No esperéis hasta el último momento, que los demonios también estarán al pendiente de que no podáis tener la claridad de pensamiento para clamar a Mí. ¿Qué no veis cuántas almas se llevan al infierno porque tienen una y mil tretas en que os engañan y en esos últimos momentos de vuestras viditas es cuando la lucha es la más tremenda por vuestras almas; y si vosotros mismos estáis de parte del Maligno, éste os reclamará como suyos. Pero si os Consagráis a Mi Madre Santísima, será Ella, vuestra abogada y perfecta intercesora, quien os arrebatará de las garras del Maligno.
Mis Críos, si no llamáis a vuestra Abogada y estáis solos entre quienes os acusan: ¿Cuál creéis vosotros que será el resultado de vuestro Juicio? ¿Lo comenzáis a comprender? Debéis preparaos toda la vida para que en esos últimos instantes vuestro destino sea El Cielo.
Contáis con innumerables formas y maneras, pero las deberéis de usar o de nada os servirán.
En primerísimo lugar contáis con Mi Misericordia, pero con tristeza os recuerdo que esta no se opone a Mi Divina Justicia, sino que la suaviza y completa.
Es decir, Mis Niños, si vosotros sois malos y vivís en el mal y morís en el mal ¿qué destino creéis que os habéis forjado? ¿Quién creéis que reclamará vuestra alma? Aquel a quien habéis servido, con él os iréis. Servidme a Mí, servid al Cielo para que éste reclame vuestra almita llegado el momento, porque libres sois y con ello decidís.
Decidid Bien, Mis Hijitos, que una vez emitido el juicio es IRREVOCABLE**.
Os He dado, Mis Hijitos, en el culmen*** de Mi Misericordia y Amor por vosotros el Sacramento de la Reconciliación, para que no importando cuán malos hayáis sido, os podáis Salvar clamando al Padre por Amor a Mí; os he dado, Mis Hijos, Mi Sacrificio en la Cruz para que por Mi Santa Cruz seáis salvados; os he dado, Mis Hijitos, a Mi Misma Madre que Peregrina Incansable en esta tierra y os ofrece desde el manantial de su Maternal Corazón, una y cien maneras de salvaros. ¡Y no las tomáis! ¡Y aún más, criticáis al Cielo porque os perdéis!
Si tenéis tantos segundos como tiene vuestra vidita para arrepentiros y clamar al Cielo que os abraza con Infinito Amor, ¡Y NO LO HACÉIS! Y esperáis ese último instante de vuestra vida para poder salvaros y no contáis con que el Maligno también os acecha y va a usar todo truco y maldad posible para que no lo logréis y no os salvéis y os reclamará como suyos, porque suyos habéis sido a lo largo de vuestra vida, porque habéis obrado como él obra y os habéis convertido a imagen suya, y NO A IMAGEN DE VUESTRO CRISTO REDENTOR, y aquél os reclamará. ¿Lo comprendéis?
OS LO REPITO: TENÉIS TANTAS OPORTUNIDADES DE SALVAROS COMO SEGUNDOS TIENE VUESTRA VIDA: PERO SI ME DESPRECIÁIS; SI DESPRECIÁIS MIS LEYES ETERNAS; SI DESPRECIÁIS A MI PADRE AMANTÍSIMO; SI DESPRECIÁIS AL ESPÍRITU SANTO EN VOSOTROS; SI DEPRECIÁIS A MI SANTÍSIMA MADRE MARÍA DE NAZARET Y A MIS SANTOS QUE PUEDEN INTERCEDER POR VOSOTROS Y A LOS ÁNGELES, y esto a través de todos los instantes que forman vuestra vida y aún así queréis con ese último aliento salvaros, os lo pregunto ¿CÓMO, MIS CRÍOS, CÓMO?
¿No estaba el otro hombre crucificado blasfemado hasta el final, aun teniendo al mismo Hijo de Dios a su lado? Si así de ciegos llegáis a vuestro final, os lo advierto: así de ciegos moriréis, como el mal ladrón que Teniéndome al lado ME RECHAZÓ HASTA EL FINAL.
(Padrenuestro, Avemaría y Gloria)
† † †
“MUJER: HE AHÍ A TU MADRE… HE AHÍ A TU HIJO”
Mi Madre, Hijitos, Mi Bendita Madre quien Me Ha Comprendido desde el Vientre Virginal hasta la Cruz; quién Me Ha Entendido y Comprendido; quién Me ha Amado, Cuidado, Procurado, Vestido y Alimentado; quién ha sido Perfecto Hogar. A Ella, Mi Niños, os la He otorgado para que no quedéis huérfanos, ni de padre, ni de madre, ni de hermano, ni de maestro; a Ella os la he dado para que tengáis perfecta guía al cielo ¡y La despreciáis!
Si tanto Bien ha hecho esta Pequeña Criatura que en Su Perfección Santa Logró Albergar a Dios Mismo en su Vientre Virginal y cuyo Amor es tan Grande y Perfecto que en su Amante Corazón cabéis todos vosotros ¿y la despreciáis?
Nadie como Ella os puede llevar a Mi Sagrado Corazón, porque nadie como Ella Me ama y Me Conoce; es por eso, que es Ella no sólo vuestra Perfecta Madre, sino vuestra Perfecta Guía y Maestra.
Poneos a las Manos Santas de Mi Madre Santísima para que os Guíe, que solos ya no llegaréis. Si en aquel tiempo Mis discípulos, Mis apóstoles, acudían con “La Madre” para guía, auxilio, refugio y consuelo teniéndose unos a otros y ella era “La necesaria entre todos” ¿Cuánto más entre vosotros que estáis rodeados de tal mal y estáis solos?
Ella os acoge SIEMPRE; os Protege SIEMPRE; os Procura SIEMPRE; os Guía SIEMPRE; os AMA SIEMPRE, pero Espera Atenta a que vosotros extendáis vuestra manita para que Ella la pueda tomar entre las Suyas Santísimas.
¿No comenzó así tu proceso de crecimiento, conversión y santificación Hijita?
Sí, Mi Señor así fue. Ella me ofreció su Santa Mano y la tomé.
¿Te trajo a Mí?
Sí. Paso a paso.
¿Eso lo tienes en los Diarios?
Sí, Mi Señor.
Ya lo leerán, Mis Niños, cuando llegue el momento, pero, Mis Pequeños, si no creéis por lo que leéis, creed por lo que os consta: una criatura de nada: sola, abandonada y confundida al tomar la mano de María Santísima es llevada por el Cielo a Escribir estos Diálogos Hermosos para la humanidad entera.
¿Tenías alguna iniciación católica?
Sólo el bautismo de recién nacida.
Sin saber absolutamente nada, te llevó a esto que ahora leen.
Sí, Abba, y todavía cuando me voy a ir de lado o no sé qué hacer, escucho su voz que me indica clara y perfectamente El Camino.
¿Podrías haber llegado sin ella?
Imposible. No sabría ni por dónde comenzar.
¿Alguien más te guío?
No. Ella Sola. Mi Madre.
Ora…
(Padrenuestro, Avemaría y Gloria)
† † † †
¡DIOS MÍO! ¡DIOS MÍO! ¿POR QUÉ ME HAS ABANDONADO?
Hijita Mía,
Mi Señor
Mi Florecita del Getsemaní
Mi Señor
¿Tú entiendes ese clamor?
Me apena decir que sí, Mi Señor.
¿La ausencia de Dios Padre?
La entiendo porque, me apena decirlo: la he sentido.
Pero hay una diferencia grandísima
Abismal, Mi Señor.
Diles a tus hermanitos cuál es:
Que Mi Señor sintió El Abandono de Dios, que es lo mismo que el vacío del alma por cargar con nuestros pecados, y yo por el pecado mismo.
¿Y es doloroso, Hijita?
Es un dolor tal que ya no duele, porque es la pérdida del alma. Es más que dolor, la ausencia de todo lo que es bueno, santo y bello.
¿Y tú lo has sentido?
Sí, Mi Señor. Fue en el punto más bajo de mi vida, -que fue precisamente el que me dió el impulso para cambiar-. Comparado con esto, hasta el dolor se agradece, porque es la presencia de algo; éste es la ausencia absoluta y ahora sé que en el infierno se está en ese estado perpetuamente, en la pérdida definitiva de Dios. Es la desolación total y sí, Mi Señor la he sentido.
¿Afirmó tu fe?
Yo no sabía ni que el alma existía y fue lo primero que aprendí al sentir un hueco en el lugar donde ésta se asienta y entonces supe que existía, sin duda, porque donde ahora sentía ausencia, había sentido algo con existencia que llenaba ese hueco.
Sí, Mi Señor. Es algo muy difícil de describir si uno no lo ha sentido, pero yo, tristemente, sí. Es más que dolor…Mi Señor…Es la desolada ausencia de Dios.
Necesitaba, Hijita, que un pecador que ha dejado de serlo describiera este estado para que tus hermanitos puedan comprender este clamor que casi ninguno es capaz de entender, pero tú sí.
Por eso, Mi Señor ¿arriesgarme a perder a Dios en mi alma? Nada, pero nada vale el riesgo, porque sin Dios, todo es nada, y nada vale.
¿Eso el comienzo del infierno? ¿Perder a Dios para Siempre?
Lo es.
Ten, Mi Señor, piedad de los pecadores, como la Tuviste de mí.
¿Hijita? Sigue..
(Padrenuestro, Avemaría y Gloria)
† † † † †
¡TENGO SED!
Mis Hijitos, necesito que comprendan y acepten que el mundo no tiene piedad por vosotros, como no la tuvo por vuestro Divino Maestro. Vosotros, Mis ovejas, salís al mundo pensando que los demás son como vosotras y os lleváis una sorpresa muy desagradable al comprobar que los corazones endurecidos unos, y satanizados otros, os van a dar vinagre cuando os muráis de sed y eso quiero que lo entendáis para que no os amarguéis en vuestro Corazón. Por eso os He Pedido que en este Fin de los Tiempos os resguardéis, porque los corazones se han envilecido de tal forma como lo estuvieron los soldados en torno a Mi Crucifixión y eso quiero que lo entendáis, que lo comprendáis y que lo aceptéis de una buena vez.
Si a vuestro Señor que estando como quien más de sufriente, en trance más doloroso y cruel de toda la historia de la humanidad, hubo quienes se mofaban, se burlaban y no perdían oportunidad de Hacerme sufrir aún más cuando ya parecía imposible; poneos en Mi Santo Lugar y pensad que los mismos soldados están por todo el mundo y de igual manera os tratarán.
Así, Mis Niños, que os lo suplico: guardaos, que si recibís el trato que vuestro Señor, vuestra alma podría volverse amarga como el vinagre y no dulce como el vino, por eso os lo advierto: guardaos de esta última generación, que ese último sorbo ofrecido a Vuestro Señor, no es más que esta generación a la cual pertenecéis vosotros: Por eso vuestro Señor os ha guardado en odres**** distintos para que os mantengáis y no os mezcléis con ellos. ¿Lo comprendéis, Mis Amados?
(Padrenuestro, Avemaría y Gloria)
† † † † † †
“TODO ESTÁ CONSUMADO”
Mis Hijitos, han de saber que El Padre Amado no deja nada a medias, ni sin terminar. Y cada punto y cada tilde se cumplen a la perfección. Con Mis Últimas Siete Palabras fui Dejando Cumplida la Misión que Dios Me Encomendó. Recuerden: no hubo ni una palabra de más, ni una de menos. Que así sea en vuestras vidas. Estáis aquí en tierra para cumplir misión. Dichosa, dichosísima el Alma que antes de morir con sus últimos suspiros sabe que su Santa Misión ha sido cumplida: esa es la más dichosa de las almas, la que su misión cumple. Más allá del Amor por Mi Madre, del Cuidado por Mis Discípulos y Amigos, de Mi vida Misma estaba MI MISIÓN. Así, Mis Hijitos, Mis Hermanos; no hay nada comparable con vuestra Misión y cuando ésta finalice iréis al Cielo donde no hay más angustia ni dolor; pero debéis SIEMPRE estar atentos a vuestra misión. Que no venís como los hijos del Maligno, a arrebatar cuanto momento de placer podáis, porque el dolor eterno es lo que les espera; sino muy por el contario, a trabajar en vuestra Misión para El Cielo, que Felicidad y Gozo que no acaba os espera, pero, como vuestro Señor y Rey, mientras estéis en tierra, trabajad para El Reino de Los Cielos que a eso vinisteis, Mis Amados, que no a distraeros. Emuladme, Mis Niños, y no temáis, como no temieron ni la muerte en Cruz los Míos, que bien sabían que su gozo sería eterno en el Reino de Los Cielos; así que no os empeñéis, como los hijos del Maligno, en arrebatar goces y placeres fugaces al mundo, sino SED CELOSOS DE VUESTRA MISIÓN, COMO LO FUE VUESTRO SEÑOR.
(Padrenuestro, Avemaría y Gloria)
† † † † † † †
“PADRE EN TUS MANOS ENTREGO MI ESPÍRITU”
¿Sí SABEN, MIS HIJITOS, QUE VUESTRA PRIMERA Y ÚLTIMA OBLIGACIÓN COMO HIJOS DEL CIELO ES LA SALVACIÓN DE VUESTRAS ALMITAS? ¿O LO HABÉIS OLVIDADO? ¿HAY ALGO MÁS IMPORTANTE QUE ELLO? Que podríais decir, como vuestro Señor en medio del Dolor, pero con la absoluta certeza de que vuestra alma va directo al Abrazo de Dios Padre, porque es Quien os Ha Creado y no reposa el alma hasta que se encuentre con Su Santo Creador. ¿Diréis lo mismo que Vuestro Señor Al Expirar?, ¿o no tomáis en cuenta a El Padre Amado y llegada vuestra hora, será el Maligno quien arranque un Trozo Santísimo del Corazón de Mi Padre Amado al Arrebatarle a uno de Sus Hijos? Sólo vosotros que habéis perdido un hijo amado conocéis ese dolor que os hace gritar y querer arrancaros los cabellos del dolor. Ese es el dolor de perder a un alma por la eternidad. Ese es el Dolor Santo que Yo Tenía por cada uno de los que os ibais a perder.
Mis Hijitos: Que María Santísima os acompañe siempre, que San José vigile por vosotros cuando estéis moribundos, para que podáis decir o con vuestros labios o con vuestro pensamiento y corazón: “Padre: en Tus Manos encomiendo Mi Espíritu.”
Si os hacéis amigos de las almas del purgatorio, ellas os agradecerán grandísimamente al acompañaros en esos momentos, para que los demonios no os pierdan. Orad, Mis pequeños; pedid por Ellas, para que a su vez Ellas pidan por vosotros.
Pedid a Vuestro padre putativo San José, “terror de los demonios y patrono de los moribundos”, y no olvidéis a la Corte Celestial que en esos trances es cuando necesitareis a los amigos en Cielo, en tierra y purgatorio, Mis Pequeños.
Podéis perderlo todo, menos al Padre en vosotros. Entendedlo de una buena vez, que nada hay que valga lo que ello.
(Padrenuestro, Avemaría y Gloria)
* Trocar: Dicho de una cosa: Mudarse, cambiarse enteramente.
** Irrevocable: Que no se puede revocar (Dejar sin efecto una concesión, un mandato o una resolución).
***culmen: cumbre. (Mayor elevación de algo). Ejemplo: Su poesía es el culmen de la belleza.
****odre. Cuero, generalmente de cabra, que, cosido y empegado por todas partes menos por la correspondiente al cuello del animal, sirve para contener líquidos, como vino o aceite.
(Recibido el Viernes 16 de Mayo, pero se me pidió que lo compartiera en este Día Domingo 14 de Septiembre en que celebramos “El Triunfo de La Santa Cruz)
“Posdatas y Consejos de El Cielo para todos sus Pequeños”
Año de El Señor 2014
Y María Del Getsemaní
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