ÉSTE ES EL MOMENTO DE LA GRAN CAIDA DE LA HUMANIDAD, DE ESTA GENERACION
Dado el 9 de Octubre de 2014
Publicado : 24 de Octubre de 2014
Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J. V.
Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Daos totalmente a Mí, vuestro Dios, para que ésta purificación surta un gran efecto sobre vosotros y, os deje preparados para que Mi Santo Espíritu os llene con Sus Dones y vosotros gocéis como cuando Yo, primeramente, les di el gozo infinito a vuestros Primeros Padres, Adán y Eva.
Dice Javier: Estoy desde el espacio viendo a toda la Tierra, bien bonita, limpia, en azul, pero la está cubriendo una envoltura transparente con verde muy clarito, todo se ve muy limpio, muy bonito muy diferente a como se ve la Tierra comúnmente.
Habla nuestro Dios:
Ciertamente vendrá un cambio muy significativo sobre la Tierra entera. Mi Poder es Infinito y Mi Amor también.
Cómo quisiera, Mis pequeños, que pudierais ver Mi Creación antes del Pecado Original. Todo lo hago Yo perfecto, pero sobre todo, lo hago con Amor para el bien de Mis creaturas y ya sabéis que todo lo hice para consentir a ésas dos creaturas que creé con todo Mi Amor, que fueron vuestros Primeros Padres, a quienes les di el reinado sobre toda la Creación.
Ciertamente, lo que acabas de explicarles es bello, por eso se tiene que llevar una purificación, porque todo volverá prácticamente como al Principio.
Habéis sufrido mucho como generación humana. La maldad, ciertamente, no estaba en Mis Planes en la Creación. Satanás será vencido para que tengáis un tiempo en que gocéis de Mis Bienes y de Mi Amor.
Todavía la humanidad tendrá que pasar por un tiempo de prueba, a pesar de que voy a escoger a lo mejor de ésta generación para iniciar un Nuevo Tiempo sobre la Tierra, aún así, el hombre volverá a caer una vez más, para que se dé ya el fin del Mundo y, gocéis, verdaderamente de todos Mis Bienes, ya sin que os preocupéis por la maldad que aún tenéis en vuestro corazón.
Esta etapa marcará un nuevo inicio para la humanidad, será historia, tanto para el pasado como para el futuro. Aprenderéis a respetar Mis Leyes y, sobre todo, a gozar de Mi Amor.
Mucho, todavía tenéis qué aprender, Mis pequeños, mucho, todavía, tendréis qué dar, especialmente como donación en Amor.
Vosotros pensáis inmediatamente, cuando os hablo, de un futuro y de un crecimiento humano, en tecnología, en inventos, en cosas materiales y, seguís equivocados, vuestro crecimiento será principalmente en lo espiritual. Vuestra alma, tiene potencias infinitas, vuestro cuerpo no y, mientras vuestra alma esté encerrada en un cuerpo, no se podrá desarrollar como Yo quiero y, muchos de vosotros, quisierais ya que se desarrollaran las potencias de vuestra alma.
Tenéis que poner mucho de vuestra parte, Mis pequeños y darle el valor real a cada cosa, porque estáis muy equivocados, como os dije, en vuestra tabla de valores. Le dais mucho valor a lo que veis, a lo que sentís, o sea, a lo que percibís con vuestros sentidos y, os pido, que os dejéis mover por Mí, por Mi Santo Espíritu, para que vuestras potencias espirituales y, sobre todo, vuestro amor y lo que se deriva de él, pero el Amor Verdadero, que viene de Mí, se dé en toda su plenitud. Es cuando, en Sabiduría Divina, que también quiero pidáis, Me agradeceréis lo que gozareis, porque los gozos del alma, siempre son infinitamente mayores que los goces del cuerpo.
Poned de vuestra parte, Mis pequeños, daos totalmente a Mí, vuestro Dios, para que ésta purificación surta un gran efecto sobre vosotros y, os deje preparados para que Mi Santo Espíritu os llene con Sus Dones y vosotros gocéis, como cuando Yo, primeramente, les di el gozo infinito a vuestros Primeros Padres, Adán y Eva.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Si volvéis a Mí, aquí estaré, Mis pequeños, para ayudaros, pero si Me dais la espalda, como Me la habéis venido dando, siento deciros que sufriréis todavía más y, eso, también a Mí Me duele.
Debéis entender, Mis pequeños, que vosotros estáis alimentando al mal y el mal ha crecido porque lo habéis consentido en vuestra vida, en vuestras acciones, en vuestros actos, en todo lo que os rodea.
Estáis viviendo el mal, porque Me hicisteis a un lado y preferisteis moveros de acuerdo a lo que satanás os ofrecía. No habéis luchado contra las fuerzas del mal, las avivasteis y, ahora, ellas os rodean. Están acechando vuestra vida, mueven a vuestros hermanos y a vosotros mismos, y estáis sufriendo ataques claros del demonio contra vosotros.
No habéis querido vivir de acuerdo a como Yo os pedía, viviendo vida de amor, vida en las virtudes, vida en Mí Voluntad y, por eso, satanás ha tomado las riendas de éste Mundo.
Todo esto fue anunciado en las Sagradas Escrituras, pero, ciertamente, no os quisisteis llenar con Mi Palabra escrita en ellas, para que aprendierais y evitarais lo que ahora estáis viviendo.
¿Cuándo entenderéis, Mis pequeños?, que todo lo que Yo os dejé en las Sagradas Escrituras, eran para vuestro bien y, así como está anunciado en ellas, ni un punto ni una coma dejarán de darse, pero, vosotros, hicisteis a un lado toda ésa Sabiduría Divina, que os las dejé como gran tesoro, para que aprendierais y alcanzarais vuestra santidad de vida.
Habéis preferido vivir en el Mundo y para el Mundo, habéis preferido vivir en el mal y consentirlo y, estáis viviendo lo que vosotros mismo hicisteis crecer.
Os quejáis ante Mí, Me blasfemáis, creyendo que Yo os estoy mandando todo esto y estáis equivocados, nuevamente, porque de Mí, no puede salir ningún tipo de maldad hacia vosotros. Si Yo os creé en el Amor, es para que vivierais en el Amor, pero todo lo que Yo os he dado en Amor, vosotros lo habéis destruido con la maldad que cultivasteis e hicisteis crecer. Así que, no Me echéis la culpa de vuestros actos y de vuestra libertad de vida, vosotros sois los culpables de lo que ahora estáis viviendo y de lo que vendrá si vosotros no entendéis éstas Palabras que ahora os doy y no ponéis un remedio para que no os aplaste satanás con toda su fuerza.
Cuántas veces os he dicho que vosotros contáis con Mi Poder para defenderos de las potencias de satanás que, aunque son limitadas, os hacen mucho daño. Sufriréis todavía más si no aprendéis pronto ésta lección. De vosotros depende el vivir todavía con más sufrimiento o detener la obra de satanás que os está aplastando y que os puede dañar todavía más. Si volvéis a Mí, aquí estaré, Mis pequeños, para ayudaros, pero si Me dais la espalda, como Me la habéis venido dando, siento deciros que sufriréis todavía más y, eso, también a Mí Me duele.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Si los judíos han sufrido por su Deicidio, por haber llevado a Mi Hijo a la Cruz y haberLo negado, aún teniéndoLo entre ellos, la humanidad, ahora, en cierta forma, está repitiendo ése Deicidio al negar todo lo que Mi Hijo os dio.
(Lenguas…) Grandes pruebas de Amor os he dado, Mis pequeños, pero es una desgracia que el hombre se acostumbre a ver Mis Maravillas, porque las tenéis a diario ante vosotros, ante vuestros ojos, ante vuestra vida, y ya no apreciáis todo lo que tenéis.
¿Por qué Me obligáis a permitir que suceda lo que tiene que sucederos, para que entendáis el valor verdadero de todo lo que Yo he creado para vosotros?
Vosotros mismos decís que no apreciáis lo que tenéis, hasta que lo perdéis, y así será en estos tiempos.
Os acostumbrasteis a una vida fácil y, ahora, que os estoy quitando en lo que os habíais endiosado, que es el dinero, es cuando aprenderéis el verdadero valor que tienen las cosas.
Mucho desperdiciáis, desperdiciabais alimentos, desperdiciabais vida, desperdiciabais el mismo dinero que Yo os daba para vuestro bien y, lo utilizabais en cosas superfluas. En las mismas Escrituras, ahí se os señala que el dinero que recibís por vuestro trabajo lo debéis usar para vuestro alimento y para vuestro vestido. Si vosotros hubierais seguido al pie de la letra todo lo que se os dijo, le hubierais dado un enfoque diferente. También en las Escrituras leéis que primero debéis buscar el Reino de Dios y lo demás se os da por añadidura, pero os afanasteis en buscar lo superfluo, la añadidura y Me hicisteis a un lado.
Entended, Mis pequeños, que no habéis estado actuando con Sabiduría a lo largo de vuestra existencia. No Me la pedisteis y la gran mayoría de vosotros errasteis vuestro camino. Desperdiciasteis tiempo de vida para darMe gozo, para salvar almas y, todo esto no hubiera pasado si hubierais vivido según Mi Voluntad.
Sabiduría. ¡Cuánto desperdiciasteis, Mis pequeños! Sabiduría Divina. Tanto Amor, tantas Bendiciones que debieron haber llegado a vuestra vida y no Me las pedisteis. Entended que no debíais sufrir lo que ahora estáis sufriendo, os he dicho que Me duele mucho ver en la condición que estáis y Me duele, además, porque Me reclamáis, porque vociferáis contra Mí, porque, injustamente, Me atacáis, cuando todo ése mal, vosotros lo sembrasteis, primeramente, en vuestro corazón, lo alimentasteis y lo hicisteis crecer. Os mandé a Mi Hijo, a Mi Único Hijo, para que vosotros entendierais las Palabras del pasado, dadas a Mis profetas. Él, las hizo propias porque vienen de Mí, porque Él está en Mí y, vosotros, fuisteis creados para estar también en Mí.
Entended que fuisteis creados para ser una joya de la Creación, sois los reyes de la Creación, pero el Pecado os desvió y ahora estáis sufriendo vuestros errores, no cuidasteis de Mi Creación, no cuidasteis el gran Tesoro que teníais.
Todo esto que padeceréis, Mi pequeños, os va a llevar a comprender todo lo que Yo os di, todo lo que Yo creé para vosotros, todas las Bendiciones que otorgué a vuestros Primeros Padres y eran para vosotros. Os arrepentiréis de vuestras blasfemias hacia Mí, de las injusticias hacia Mí, del desamor hacia Mí, porque os daréis cuenta de todo el Amor que Yo derramé y sigo derramando para vosotros.
Yo Soy el Amor, Yo Soy la Sabiduría Divina y Perfecta, vosotros, vivís en el error, vivís en la maldad, porque así lo escogisteis, ciertamente, os di el libre albedrío, que aprovechasteis mal.
Venid a Mí, entended éstas Palabras, repasad en el Libro Sagrado toda la Sabiduría Divina que he dejado para vosotros, que Mi Hijo hizo Suya y os Enseñó y, todo para que crecierais en Verdad, en Sabiduría, en Perfección, porque así os quiero, porque así os lo dijo Mi Hijo. Fuisteis Creados para la Perfección, pero no entendéis estas Palabras, porque os alejasteis de Mí. Hay tanto que no entendéis, porque os alejasteis de Mí, no buscasteis la Perla rara, la Perla Preciosa. Os conformasteis con lo que satanás os daba y, a pesar de que os dañaba, os manteníais en él, tontamente.
A lo largo de la existencia del hombre, ha sido la misma historia, el hombre sigue cayendo, le ayudo a levantarse, está bien por un tiempo y vuelve a caer, pero es tontería del hombre, parece que os aburre el vivir en el Bien, no apreciáis todo el Bien con el que Yo os consiento. ¿Por qué buscáis el mal?, ¿por qué preferís el mal en vuestra vida, cuando eso os hace sufrir de mucha formas?, porque, ciertamente, si buscarais Mi Bien y vivierais en él, vuestra vida sería de gran alegría y, sobre todo, de una mejora espiritual inmensa, que os llevaría a un gozo espiritual, al cual, ahora no tenéis acceso, porque no Me buscáis.
Otro golpe más tendrá ésta humanidad y, está ejemplificado en el pueblo judío, en el pueblo de Mi elección de ése tiempo, caían, se levantaban luego Me traicionaban, volvían a caer, sufrían nuevamente y así estaréis ahora, éste es el momento de la gran caída de la humanidad, de ésta generación.
Vuestro dolor va a ser grande porque el gozo que os daré después, va a ser inmenso. Habéis dañado mucho Mi Corazón, os di a Mi Hijo para vuestra salvación y despreciasteis toda la riqueza que Mi Hijo-Dios os dio a todos vosotros. Ése es el mayor dolor, Mío y el que ahora tendréis vosotros, por haber despreciado, porque habéis hecho a un lado y traicionado todo el bien que todo un Dios os dejó. Os arrepentiréis por haberLe traicionado, por haber despreciado la Sabiduría Divina que se os vino a dar, Personalmente, a los hombres. Entended que sois creaturas y que se os ha tratado con una categoría más alta que eso, a tal grado, que se os dio dignidad de hermanos y de hijos Míos, por la Donación de Mi Hijo.
Tendréis momentos fuertes de dolor, que os harán meditar todas éstas cosas que os estoy diciendo. Si los judíos han sufrido por su Deicidio, por haber llevado a Mi Hijo a la Cruz y haberLo negado, aún teniéndoLo entre ellos, la humanidad, ahora, en cierta forma, está repitiendo ése Deicidio al negar todo lo que Mi Hijo os dio, al desperdiciar todo el Bien que se os heredó, al traicionar las Bondades de un Dios que os amó hasta la última Gota de Su Sangre.
Humillaos, humillaos para que Yo tenga Misericordia de vosotros. Os amo, Mis pequeños, ojalá comprendierais lo que es el Amor de Un Dios hacia Su creatura, porque en dos mil y tantos años más, no habéis aprendido.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla la Santísima Virgen María
Sobre: Mucho, todavía, tenéis qué aprender porque vuestra vida, no es en lo material, no tiene finalidad para los bienes del Mundo, vuestra finalidad está en el regreso al Reino de los Cielos, en donde se vive ésa intimidad con vuestro Dios.
Hijitos Míos, Yo, como Madre vuestra, ciertamente os cuido, os protejo, os guío y os aconsejo y el mejor consejo que os puedo dar, en éstos momentos, Mis pequeños, es la Humildad y el pedir, de todo corazón, que Mi Esposo, El Santo Espíritu de Amor, os dé una gran sensibilidad para saber apreciar el Amor de Nuestro Dios. No hay nada más grande y más bello que vivir cubiertos, inmersos en el Amor de Nuestro Dios.
Vuestra humanidad pecadora, vuestra humanidad distraída, vuestra humanidad, que ha desperdiciado tanto de Nuestro Dios, no alcanza a comprender todo lo que Nuestro Dios, primeramente, ha creado para vosotros y, segundo, cómo os ha consentido, a pesar de cómo Le habéis tratado.
Mis pequeños, en las Escrituras Yo tomo un segundo plano, Mi primer plano, era la vida íntima con Mi Dios, con Mi Creador, con Mi Esposo, con Mi Hijo.
Cuando un alma se da a Nuestro Dios, no le importa el Mundo, no le importa sobresalir, no le importa que el Mundo hable del alma. El Mundo es superfluo, el Mundo no tiene el valor de todo lo Celestial, en el cual, el alma vive.
Cuando ha sabido escoger, perfectamente y con Sabiduría Divina, el alma, que ya aprendió a escoger la mejor parte, vive inmersa y gozando, en silencio, las Bondades Infinitas de Nuestro Dios. ¿Para qué necesitáis el Mundo y sus supuestas riquezas y valores, cuando tenéis en vuestro corazón al Creador de lo que hay en el Mundo y del Universo entero? Eso es lo que no habéis aprendido a distinguir en vuestra vida.
Nuestro Dios os da todo un océano de riquezas y Bendiciones y vosotros preferís un charquito. Eso es la falta de Sabiduría, que no habéis aprendido a pedir.
Si tuvierais Sabiduría, pero sobre todo, si la pidierais de corazón, se os concedería y así lo dicen las Escrituras, Nuestro Padre nunca os va a negar la acción del Espíritu Santo sobre el alma que pida Sus Dones.
Ciertamente, cuando un alma pide la acción del Espíritu Santo, pide Su Don, y es porque ésa alma ya comprendió la riqueza que es el tener Su Presencia en uno mismo.
Vosotros buscáis nada más la Creación y os conformáis con lo poco de la Creación que veis, en lugar de buscar al Creador, que os puede dar lo que veis y lo que no veis.
¿Ahora entendéis en dónde ha estado vuestro error? No habéis buscado a Quien es el Origen de Todo, de Todo, Mis pequeños, que es Nuestro Dios. Os estáis conformando con un poquito de la Creación, de lo tangible. Ciertamente, Nuestro Dios la ha creado para vuestro bien, pero no Le dais crédito por Su Creación ni Lo buscáis a Él. Tomáis lo creado como vuestro último y único bien, os lo apropiáis, no os soltáis de lo creado, o sea, de lo material y no buscáis a Nuestro Dios, que, ciertamente, no Lo veis, aunque manifestado está en todo lo creado, pero lo creado está muy limitado ahora a vuestras capacidades. ¡Os falta tanto por conocer!
Vuestra mente está velada por el pecado, no os permite discernir muchas cosas, porque, además, no habéis pedido el don del Discernimiento. Si os dais cuenta, sólo buscáis los bienes materiales, buscáis el cómo conseguirlos, el dinero para comprarlos, pero, nuevamente, os repito, no buscáis al Autor, que es Nuestro Dios.
A un padre o a una madre que tienen a sus hijos, que velan por su bien, que les consiguen lo necesario para ser alimentados y vestidos, ciertamente, no les gustaría, que sus hijos no quisieran, en ningún momento entablar conversación con ellos ni estar con ellos, porque los hijos están gozando solamente de la ropa y el alimento recibido, toda su finalidad, toda su vida, es solamente el gozo de ello, el tener, pero no buscan el amor que actúa sobre ellos para que puedan tener lo necesario. No buscan el amor, que es mucho más valioso que todo lo material que se le pueda conceder y, eso es lo que hacéis con vuestro Dios, pedís y pedís, gozáis con lo que compráis y os endiosáis con lo que comprasteis, con lo que obtuvisteis, pero no tenéis ninguna relación íntima de amor con vuestro Dios, ése diálogo de hijo con el Padre y del Padre con el hijo. No buscáis la parte espiritual, sino que os conformáis solamente con lo material. No hay amor en vuestro corazón, no hay agradecimiento hacia vuestro Dios, que, ciertamente, os provee de todo, pero no queréis tener una relación íntima, amistosa, fraterna con Él.
Mucho, todavía, tenéis qué aprender porque vuestra vida, no es en lo material, no tiene finalidad para los bienes del Mundo, vuestra finalidad está en el regreso al Reino de los Cielos, en donde se vive ésa intimidad con vuestro Dios. Los momentos de dolor y soledad que tendréis en ésta purificación, os llevaran a entender, lo que no habéis entendido, ésta realidad, y hasta podría decir, ésta obligación de tener una vida de familia, una vida de relación con vuestro Padre, con vuestro Dios.
Entended, Mis pequeños, que todo esto será para vuestro bien, para que realmente pongáis todo en su lugar, porque satanás se dedicó a separaros de vuestro Dios. Tenéis que regresar al Padre, porque, Él, os está esperando y, cuando lleguéis a Él, es cuando aprenderéis a gozar lo que es el Verdadero Amor del corazón.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Yo sentí también soledad, caminé solo, sin que se Me comprendiera, estáis también muchos de vosotros solos, ¿por qué no Me invitáis a vuestra vida?, para que caminemos unidos, para que Yo conozca vuestra vida y vosotros conozcáis la Mía.
Hijitos Míos, cuando vosotros hacéis un viaje y lo hacéis solos, no gozáis lo mismo, que cuando lo hacéis acompañados y con alguien que queréis mucho. Ciertamente, yendo solos gozáis porque son cosas nuevas, aprendéis, pero no le entresacáis todos los detalles de las cosas que veis, de las que tocáis, aún de las que saboreáis.
Estáis en la Tierra, hicisteis un viaje para servirMe, pero muchos de vosotros estáis viajando solos, no quisisteis o no queréis que Yo os acompañe, Yo, vuestro Dios.
Yo conozco todo cuanto existe y os puedo explicar todo, os puedo enseñar a gozar toda Mi Creación, podemos compartir juntos, alegrías, tristezas, conocimiento. Siempre, una compañía, alegra mucho, platicáis con aquél que os acompaña, lo conocéis mejor, os conocéis mutuamente y el amor aumenta. Os conocéis en las buenas y en las malas, comprendéis mejor la vida y a aquél que os acompaña.
Yo Soy vuestro Dios, Soy vuestro Cristo, Yo también vine a la Tierra y vine por vosotros, pero, también, a ratos, Viví mucha lejanía, soledad, rechazo, a pesar de tener gente a Mi alrededor y aún los mismos apóstoles y discípulos, pocos se adentraban a quererMe conocer. Mi mayor gusto era pasar noches enteras platicando con Mi Padre; que, así también, algunos de vosotros hacéis cuando estáis lejos del hogar y llamáis a vuestros padres, que os comprenden, que os aman, que os dan apoyo.
Yo sentí también soledad, caminé solo, sin que se Me comprendiera, estáis también muchos de vosotros solos, ¿por qué no Me invitáis a vuestra vida?, para que caminemos unidos, para que Yo conozca vuestra vida y vosotros conozcáis la Mía, mucho sacaréis de Mí, aprenderéis mucho de Mí, Soy vuestro Dios, Yo lo sé Todo, Yo os puedo enseñar tanto.
Os amo, Mis pequeños y quiero que vosotros Me améis, pero tenéis que conocerMe más, para que comprendáis todo lo que Yo di por vosotros. Quiero que seamos Uno, que no os separéis ya nunca más de Mí y tened por seguro que Yo os cuidaré, os protegeré y os daré todo lo que necesitéis. Soy vuestro Dios, Soy vuestro Cristo, que Me hice Hombre por vosotros para entenderos y para que Me entendierais. Os amo y ¡cómo quisiera que Me amarais también!, buscadMe y Me dejaré encontrar, cuando encontréis Mi Amor, os santificaré y comprenderéis el por qué de vuestra vida y el por qué de Mi Amor hacia vosotros.
Gracias, Mis pequeños.