Hijitos Míos, Yo Soy un Padre Delicado y Respetuoso. Como vais viendo y sintiendo, Yo llevo los acontecimientos de la Purificación lentamente, para que os dé tiempo de meditar lo que está sucediendo a vuestro alrededor y, también, para que tengáis tiempo de meditar vuestro cambio de vida y que Me dejéis a Mí, vuestro Dios, tomar las riendas de vuestra existencia.
Mis pequeños, esto es lo mejor que podríais hacer en éstos tiempos de cambio, invitarMe a tomar las riendas de vuestra vida, porque los ataques de satanás van a ser tan tremendos, que, vosotros, ciertamente, sufriréis, pero el cambio que estoy permitiendo, es paulatino, para que no sintáis el golpe fuerte que aquellos que, a pesar de que os estoy dando ésta oportunidad de cambiar de vida, meditando y sin presiones, tendrán.
Sí, Mis pequeños, todavía hay muchos hermanos vuestros que no creen en todo esto que estoy dando alrededor del Mundo, de éstos Avisos que os están preparando para el gran cambio. Estas almas sufrirán mucho porque no se prepararon y, muchas de ellas, no alcanzarán ni siquiera su salvación eterna por incrédulos y porque se mantuvieron en el mal, aún a pesar del bien tan grande que Yo os estaba dando a través de vuestros hermanos alrededor del Mundo.
Mi Amor es inmenso por vosotros, porque os amo infinitamente, Mis pequeños. Sois parte de Mí. Mientras más pecadores más consentidos, os busco todavía más que a las almas que ya encontraron o van encontrando el camino.
Entended, Mis pequeños, que la redención fue para todos, para todos los hombres y para todos los tiempos, pero siempre ha habido éstas almas tercas que no quieren convertirse y, les doy su oportunidad al máximo, pero si ellas no quieren, Yo no las puedo obligar a su salvación. Ciertamente, la salvación se tiene que ganar con méritos y si no hacéis méritos ni pedís ayuda para vuestro cambio, no os puedo obligar.
Derramo Mi Amor sobre todos vosotros, sobre los vuestros y os he prometido muchas veces Mi Protección, a todos vosotros, los que estáis buscándoMe, porque Yo premio vuestro esfuerzo y vuestro deseo de perfección.
Seguid adelante, Mis pequeños, orando fuertemente y no escatiméis oración por vuestros hermanos, que también necesitan de un cambio fuerte. Ahora os sentís fuertes, os sentís, quizá, seguros de vosotros mismos, porque aunque hay faltantes en vuestra vida, todavía tenéis con qué comer, con qué vivir, tenéis todo, aunque sea en pequeña escala, pero lo tenéis, porque habrá momentos en el futuro en los cuales a muchos de vosotros os faltará hasta lo más esencial.
Yo Soy un Dios de riquezas, sí, Mis pequeños, suena raro decirlo así, pero Yo siempre os he dado en abundancia, tanto de lo material como de lo espiritual, pero vosotros mismos sois los que despreciáis lo espiritual y, el momento ya está cerca en el que veréis lo que es el valor espiritual en vuestra existencia.
Cambiad, Mis pequeños, os bendigo y seguid adelante, Mis pequeños, el momento del gran encuentro está próximo, preparaos, preparaos, Mis pequeños.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Orad por vuestros presidentes o jefes de estado, autoridades, para que satanás no los manipule tan fuertemente que os hagan sufrir más.
Hijitos Míos, se os ha dicho que al mal lo debéis combatir con el bien. Alrededor del mundo, como os he dicho, los gobiernos, la gran mayoría de ellos, se han vendido a satanás a través de la masonería y están causando grandes males, porque satanás actúa a través de sus peticiones. Se sienten poderosos, porque tienen de su lado a satanás y les concede lo que le piden, pero también os he dicho que satanás traiciona y que, ellos, creyendo que van a tener un premio eterno, será todo lo contrario, su dolor será eterno, porque por una buena parte de su vida, se dedicaron a atacar a sus hermanos, o sea, a vosotros, Mis pequeños, especialmente a los que están con Nosotros, en Nuestra Santísima Trinidad.
La maldad de éstas almas es grande, pero son tontos, porque la maldad de satanás, en este caso, a través de la masonería, no les va a dejar nada bueno. Vosotros, los que estáis en el mal, os sentís todo-poderosos, cuando satanás os ha dado poderes para aprovecharos de vuestros hermanos.
Ciertamente, Yo, como Padre de todos vosotros, les permito que gocen ésos poderes, porque va a ser su último gozo, porque eternamente sufrirán en el Infierno, en el fuego que nunca se apaga. De cualquier manera, Mis pequeños, os pido que oréis por aquellos que están en los gobiernos de la Tierra para que, por vuestras oraciones, ellos reciban una protección Mía.
Gozad vosotros, los que estáis Conmigo, porque mucho dolor os ahorraréis, la maldad os está rodeando, pero Yo protejo a los Míos, os lo he prometido y así será. Orad por vuestros presidentes o jefes de estado, autoridades, para que satanás no los manipule tan fuertemente que os hagan sufrir más y, por otro lado, orad por ellos, para que pueda, alguno de ellos, también, arrepentirse y regresar al buen camino.
Gracias por vuestras oraciones hacia las almas de vuestros hermanos que están muy mal ante Mis Ojos, pero vuestras oraciones, grandes milagros pueden lograr.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Confiad en lo que Yo os estoy dando a través de Mis profetas y videntes, haced como os decía Mi hijo san Pablo, “tomad lo bueno, llevadlo a vuestro corazón y creced con ello”.
Mis pequeños, cuando estuve en la Tierra entre vuestros hermanos, en aquellos tiempos, cuando vine a ayudaros, enseñándoos las Verdades del Cielo, en algún momento, Yo os hablé sobre los acontecimientos que debieran suceder, y el por qué no sabíais leer los signos de los tiempos en todo lo referente a Mí, el Mesías, y que si sabíais ver y predecir los climas que vendrían, por qué no sabíais predecir el momento en que el Salvador iba a estar entre vosotros.
Ciertamente, leéis lo que os conviene, meditáis sobre lo que os conviene, pero no queréis ver la realidad que os acecha, porque preferís ser como avestruces, que si metéis la cabeza en un agujero y no veis nada, con eso creéis que podréis detener todos los acontecimientos negativos que se han de venir sobre vosotros, sobre el Mundo entero, sobre el Universo entero.
No, Mis pequeños, debéis ser veraces con vosotros mismos, se os ha dado todo para que vosotros podáis salvaros y salvar a infinidad de almas pero, sobre todo, evitar tanto dolor.
No queréis ver la realidad que ya está sucediendo a vuestro alrededor, negáis y atacáis las Verdades que se os anuncian por diferentes partes y, en cambio, aceptaréis las mentiras que el mismo satanás, a través de su representante, el anticristo, os anunciará.
Sí, Mis pequeños, aceptáis lo que os conviene, más no las realidades que Yo os transmito, que Yo os anuncio y profetizo.
Preferís inventar situaciones ilógicas con tal de no enfrentaros a la Verdad que ya estáis viviendo, queréis tapar el sol con un dedo, cuando la obscuridad ya os está rodeando. Abrid bien vuestros ojos, haced silencio para que escuchéis perfectamente lo que está pasando a vuestro alrededor y lo que Yo, vuestro Dios os quiero decir. Haced a un lado el mundo de vuestra vida y empezad a tomar en serio vuestra espiritualidad.
Vuestra realidad la podréis disminuir y no hacerla insufrible, mientras más os tardéis en el cambio que debéis realizar en vuestra vida, más se preparará satanás para castigaros.
Entended ya, Mis pequeños, que se os quiere consentir para que no sufráis y para que os mantengáis obedientes a todo lo que Yo os pido.
Confiad en que Yo Soy un Dios de Amor y que os daré lo mejor que tengo si vosotros Me lo pedís y si vosotros os arrepentís. No estáis actuando como debierais, como verdaderos hijos Míos, sois hipócritas. A veces tratáis de portaros bien, pero en lo secreto, echáis a perder lo que quiero de vosotros.
Vosotros vinisteis a mejoraros, confiad en lo que Yo os estoy dando a través de Mis profetas y videntes, haced como os decía Mi hijo san Pablo, “tomad lo bueno, llevadlo a vuestro corazón y creced con ello”, pero esto, tampoco lo hacéis, intentadlo y Yo os ayudaré a que alcancéis la perfección de vuestra vida.
Os Bendigo, Mis pequeños y os doy la Sabiduría de Mi Santo Espíritu para que llegue hasta vosotros y podáis entender todo lo que Yo quiero de vosotros y para vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Eso es lo que a la gran mayoría de vosotros os falta, la alegría de servirMe, vosotros estáis en la Tierra sirviéndoMe, pero no lo tomáis así, lo tomáis como una imposición.
Hijitos Míos, en los Cielos hay mucha actividad porque el Universo entero va a tener un gran cambio. Los coros angelicales tienen orden de protegeros contra los ataques de los ángeles caídos. Vosotros, no lo veis, pero muchos hermanos vuestros sienten que algo está pasando a su alrededor y aun dentro de ellos mismos.
Los santos ángeles, cuidándoos están, agradecedles de corazón sus cuidados, que, aunque, ciertamente, están siguiendo Mis Ordenes, la labor que ellos hacen al cuidaros, lo hacen con alegría, porque los santos ángeles viven en santa alegría al llevar a cabo Mis Ordenes para el bien de todos vosotros y del Universo entero.
Eso es lo que a la gran mayoría de vosotros os falta, la alegría de servirMe, vosotros estáis en la Tierra sirviéndoMe, pero no lo tomáis así, lo tomáis como una imposición, en lugar de verlo como lo que es, vosotros estáis actuando en libertad, tenéis el libre albedrío y Yo no os presiono para que vosotros hagáis, obligados, lo que cada uno de vosotros debe hacer. Al actuar, actuáis en el libre albedrío, porque eso es valiosísimo, vosotros mismos lo sabéis, que cuando vosotros actuáis en el libre albedrío y ofrecéis lo que Yo os pido, y lo hacéis con alegría, esos actos valen muchísimo. Que cuando vosotros hacéis algo obligados y con mala gana, ciertamente, lleváis a cabo lo que se os pide, pero la mala gana con que hacéis las cosas, le quitan méritos y valor a vuestros actos, porque no Me lo estáis ofreciendo con cariño, con amor.
Por eso os pido, Mis pequeños, que seáis como los santos ángeles en estos tiempos. Ellos os están cuidando, pedidles a ellos que os enseñen a que vuestros actos los hagáis con alegría, ofreciéndoMelos como ellos Me los ofrecen y viviendo vuestra vida de la mejor forma en que lo podáis hacer para el bien de vuestra alma, para el bien del alma de vuestros hermanos, para el triunfo de Mi Sacratísimo Corazón.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Tenéis todo, Mis pequeños y no lo aprovecháis, seguís cayendo en el error y no buscáis la perfección, sed como Mi Hijo.
Hijitos Míos, en vuestra naturaleza está imitar a alguien superior a vosotros. Ciertamente, aunque no os fijéis o no lo hayáis meditado, sabéis que sois pequeños y que quisierais ser mejores y tener capacidades superiores y, por eso, desde pequeños, imitáis a quien veis que es superior a vosotros. A veces, imitáis a vuestros padres, a algún hermano vuestro, luego vais creciendo, os dais cuenta que todavía hay alguien superior a los que ya imitasteis y tratáis de imitar a algún personaje de la televisión, de alguna revista y, así, seguís a lo largo de vuestra vida, imitando o queriendo ser alguien diferente a lo que sois vosotros.
Primeramente, os quiero decir, Mis pequeños, que así como Yo os creé, así os amo. Ciertamente, al tener vuestra libertad, podéis perfeccionaros y, lo debéis hacer, porque la perfección siempre os va a llevar a alcanzar méritos cada vez mayores que, al final de vuestra vida, os darán un lugar importante en el Reino de los Cielos. Si todo eso que hicisteis fue para una mejora personal, para ayudar a vuestros hermanos, también, a mejorar y por simple vanagloria, en lugar de ser agradables a Mis Ojos seríais deplorables a Ellos, puesto que os llenarías de soberbia y eso os lleva a que no seáis agradables a Mis Ojos, porque la soberbia siempre irá en contra de vuestra naturaleza, que debe ser sencilla y humilde, y siempre deseosa de servirMe. El soberbio ya no Me sirve, no desea servirMe, no desea ser agradable a Mis Ojos, sino que se quiere poner al mismo nivel Mío.
Cuando vosotros vais creciendo, como os decía, vais buscando copiar a alguien superior a vosotros y os he mandado a Mi Hijo Jesucristo para que copiarais Sus Actos, Su Vida, Sus Palabras pero, sobre todo, Su entrega para agradarMe. Si vosotros mismos creéis que al copiar los actos y la personalidad de algún hermano vuestro, al que creéis superior a vosotros, qué mejor que os pudierais parecer a Mi Hijo Jesucristo, que es el Perfecto porque, ciertamente, a los personajes a los cuales vosotros vais copiando a lo largo de vuestra existencia, son de fantasía y, si son reales, también están llenos de defectos, Mi Hijo es el Perfecto y el Único que os puede llevar hacia vuestra salvación eterna.
Tenéis todo, Mis pequeños y no lo aprovecháis, seguís cayendo en el error y no buscáis la perfección. Sed como Mi Hijo, además Él os lo pidió, ya que siendo como Él, la perfección está asegurada en vuestra vida, haréis mucho por vosotros mismos, pero sobre todo, haréis mucho por vuestros hermanos, porque, al ser como Mi Hijo, buscaréis lo mejor para vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.