“Hijitos (dice María Santísima): ¿Que no ven que ya no hay tiempo? Este se ha agotado. La Eterna Paciencia del Padre Amado ha tenido que ser acortada para que los salvos lo sigan siendo. No han dejado rincón sin infestar de suciedad y malicia. ¿Imaginan esta generación de niños crecidos frente al televisor y con la “diversión” de los videojuegos? No son más que odres vacíos para ser llenados por Satanás a la menor oportunidad. Al no Creer, han vaciado a sus hijos y (nuevamente habla Jesús) y créanlo o no, nada permanece vacío: Quien no se quiera llenar de Mi Santo Espíritu, será llenado por la malicia de Satanás. Ya están viendo en sus “niños” lo que han mostrado ser capaces de hacer (me recuerdan las matanzas de niños disparando contra niños en las escuelas). Díganme ¿quién los detendrá?, ¿con qué fuerza, con qué verdad, si no conocen Mi Santa Palabra, si no oran, quién los detendrá? Añoranza del pasado tendrán en muy corto tiempo. No desprecien a Mi Santa Madre que es despreciar SU PROPIA SALVACION: EN ESTA VIDA ESTÁIS ESCOGIENDO ETERNIDADES. ÁMEN”
(De El Vía Crucis dictado a Y María Del Getsemaní)
Muéstranos Tu Rostro y obtendremos la Salvación. Tu Mirada llena de Amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero; a la adúltera y a la Magdalena del buscar la felicidad solamente en una creatura; hizo llorar a Pedro luego de la traición, y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido. Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la Palabra que dijiste a la samaritana: ¡Si conocieras el Don de Dios !
Tu Eres el Rostro visible de El Padre invisible, del Dios que manifiesta Su Omnipotencia sobre todo con el Perdón y La Misericordia: haz que, en el mundo, La Iglesia sea Rostro Visible de Ti, Su Señor, Resucitado y Glorioso. Tú has querido que también Tus Ministros fueran revestidos de debilidad para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error: haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, Amado y perdonado por Dios.
Manda Tu Espíritu y Conságranos a todos Con Su Unción para que el Jubileo de La Misericordia sea un año de Gracia de El Señor y Tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar La Buena Nueva a los pobres, proclamar la libertad a los oprimidos y restituir la vista a los ciegos.
Te Lo pedimos por Intercesión de María Santísima, Madre de La Misericordia, a Ti que vives y Reinas con El Padre y El Espíritu Santo por los siglos de los siglos.”
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