CONFRATERNIDAD DE LOS CORAZONES UNIDOS
Mensajes dados a la vidente Maureen Sweeney-Kyle (USA)
20 de Mayo del 2014
Mensaje Público
“Yo soy tu Jesús, nacido Encarnado.”
“He venido hoy para enfatizar la importancia de reconocer la diferencia entre el bien y el mal. No pueden vivir en la rectitud a menos que sepan lo que está bien y lo que está mal. Deben comprender que la verdad nunca cambia. Lo que es pecaminoso e incorrecto un día, no se vuelve bueno repentinamente para convenir a presiones sociales o culturales.”
“Es verdad que esta generación busca agradarse a sí misma más que a Dios. El abuso de confianza entre el Cielo y la tierra ha causado el colapso de la fe en muchos casos. El hombre depende de sí mismo sin reconocer el poder y Provisión de Dios. El auténtico origen de toda innovación tecnológica es inspiración divina y no el ingenio de la humanidad. Esta autodependencia es un mal intrínseco que aleja más al hombre de la verdad, la verdad de la omnipotencia de Dios sobre toda la creación.”
“Hoy vengo a ustedes en busca de su dependencia en Mí como el Camino, la Verdad y la Vida. Dejen que sus corazones se conviertan en receptores de la luz de la verdad. No busquen opiniones erróneas que concuerden con ustedes. Permanezcan íntegros en la luz de la verdad.”
Lean 2ª Timoteo 4: 1-5
Te conjuro en presencia de Dios y de Cristo Jesús que ha de venir a juzgar a vivos y muertos, por su Manifestación y por su Reino: Proclama la Palabra, insiste a tiempo y a destiempo, reprende, amenaza, exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por su propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades; apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas. Tú, en cambio, pórtate en todo con prudencia, soporta los sufrimientos, realiza la función de evangelizador, desempeña a la perfección tu ministerio.
21 de Mayo del 2014
Mensaje Público
“Yo soy tu Jesús, nacido Encarnado.”
“Solemnemente les digo que quienes no reconocen la verdad en estos Mensajes no están viviendo en la verdad. El Cielo ha tocado la tierra aquí en este lugar y por medio de estos Mensajes. Los Mensajes en sí son un combate espiritual. El maligno sabe esto más que muchos supuestos eruditos y teólogos. Es por esto que él se opone tan vigorosamente a la intervención del Cielo aquí.”
“Pero seguimos adelante superando cada obstáculo a pesar de todos los pronósticos. Juntos perseveramos hasta el triunfo final.”
Lean Efesios 6:10-17
Por lo demás, fortalézcanse en el Señor y en la fuerza poderosa. Revístanse de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino con los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus del mal que están en el aire. Por eso, tomen las armas de Dios, para que puedan resistir en el día funesto, y manténganse firmes después de haber vencido todo. Pónganse en pie, ceñida su cintura con la verdad y revestidos de la justicia como coraza, calzados los pies con el celo por el Evangelio de la paz, embrazando siempre el escudo de la fe, para que puedan apagar con él todos los encendidos dardos del maligno. Tomen, también, el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
Mensaje Público
“Yo soy tu Jesús, nacido Encarnado.”
“Solemnemente les digo que quienes no reconocen la verdad en estos Mensajes no están viviendo en la verdad. El Cielo ha tocado la tierra aquí en este lugar y por medio de estos Mensajes. Los Mensajes en sí son un combate espiritual. El maligno sabe esto más que muchos supuestos eruditos y teólogos. Es por esto que él se opone tan vigorosamente a la intervención del Cielo aquí.”
“Pero seguimos adelante superando cada obstáculo a pesar de todos los pronósticos. Juntos perseveramos hasta el triunfo final.”
Lean Efesios 6:10-17
Por lo demás, fortalézcanse en el Señor y en la fuerza poderosa. Revístanse de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del diablo. Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino con los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo tenebroso, contra los espíritus del mal que están en el aire. Por eso, tomen las armas de Dios, para que puedan resistir en el día funesto, y manténganse firmes después de haber vencido todo. Pónganse en pie, ceñida su cintura con la verdad y revestidos de la justicia como coraza, calzados los pies con el celo por el Evangelio de la paz, embrazando siempre el escudo de la fe, para que puedan apagar con él todos los encendidos dardos del maligno. Tomen, también, el yelmo de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
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