"En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios en Cristo Jesus quiere de vosotros. No extingais el Espiritu; no desprecies las profecias; examinadlo todo y quedados con lo bueno." 1 TESALONISENCES 5: 18-21

El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca." San Lucas 6:45

QUE LA PRECIOSA SANGRE QUE BROTA DE LA SAGRADA CABEZA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, TEMPLO DE LA DIVINA SABIDURIA, TABERNACULO DEL DIVINO CONOCIMIENTO Y LUZ DEL CIELO Y DE LA TIERRA NOS CUBRA AHORA Y SIEMPRE. AMEN+++

“OH JESUS, CUBREME CON TU INFINITA SANGRE PRECIOSA CADA INSTANTE DE MI VIDA. AMEN"


"Ora y espera; no te inquietes. La inquietud no conduce a nada. Dios es misericordioso y

escuchará tu oración. Padre Pio"


miércoles, 22 de marzo de 2017

EVANGELIO DEL DIA Y COMENTARIO. 22 DE MARZO DE 2017

Del Santo Evangelio según San Mateo 5,17-19.
www.evangeliodeldia.org


Image result for San Mateo 5,17-19

Jesús dijo a sus discípulos:
«No piensen que vine para abolir la Ley o los Profetas: yo no he venido a abolir, sino a dar cumplimiento.
Les aseguro que no desaparecerá ni una i ni una coma de la Ley, antes que desaparezcan el cielo y la tierra, hasta que todo se realice.
El que no cumpla el más pequeño de estos mandamientos, y enseñe a los otros a hacer lo mismo, será considerado el menor en el Reino de los Cielos. En cambio, el que los cumpla y enseñe, será considerado grande en el Reino de los Cielos.»


Leer el comentario del Evangelio por
Catecismo de la Iglesia Católica
§ 1961-1967

“No he venido a abolir la ley sino a darle plenitud.”

      Dios, nuestro creador y nuestro redentor, se escogió a Israel como pueblo de su propiedad y le reveló su ley, preparando así la venida de Cristo...La ley antigua es la primera etapa de la ley revelada. Sus prescripciones morales están resumidas en los diez mandamientos que constituyen el fundamento de la vocación de la persona humana, creada a imagen de Dios. Prohíben lo que es contrario al amor de Dios y del prójimo y prescriben lo que le es esencial. El decálogo es una luz ofrecida a la conciencia de toda persona para manifestarle la llamada y los caminos de Dios y para protegerla del mal. “Dios ha escrito sobre las tablas de la ley aquello que los humanos no leían en sus corazones.” (S. Agustín)

      Según la tradición cristiana, la ley santa, espiritual y buena (Rm 7,12ss) es todavía imperfecta. Como un pedagogo (Ga 3,24) la ley indica lo que hay que hacer, pero no da por sí misma la fuerza, la gracia del Espíritu, para ponerlo por obra. A causa del pecado, que la ley no puede borrar, ésta sigue siendo una ley de servidumbre... Es una preparación al evangelio.

      La ley nueva o la ley evangélica es la perfección aquí en la tierra, de la ley divina, natural y revelada. Es obra de Cristo que se expresa particularmente en el sermón de la montaña. Es también obra del Espíritu Santo y, por él, se convierte en la ley interior de la caridad: “...yo concluiré con el pueblo de Israel y de Judá una alianza nueva...Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en su corazón; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo.” (Heb 8, 8-10)

      La ley nueva es la gracia del Espíritu Santo concedida a los fieles por la fe en Cristo... Ella cumple, afina, sobrepasa y conduce a su perfección la ley antigua. En las bienaventuranzas (Mt 5,3ss) cumple las promesas divinas elevándolas y ordenándolas hacia el reino de los cielos.” La ley evangélica se dirige a aquellos que están dispuestos a acoger con fe esta esperanza nueva: los pobres, los humildes, los afligidos, los de corazón puro, los perseguidos por causa de Cristo. Así señalan el camino sorprendente del Reino.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario