Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto, para ser tentado por el demonio.
Después de ayunar cuarenta días con sus cuarenta noches, sintió hambre.
Y el tentador, acercándose, le dijo: "Si tú eres Hijo de Dios, manda que estas piedras se conviertan en panes".
Jesús le respondió: "Está escrito: El hombre no vive solamente de pan, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios".
Luego el demonio llevó a Jesús a la Ciudad santa y lo puso en la parte más alta del Templo,
diciéndole: "Si tú eres Hijo de Dios, tírate abajo, porque está escrito: Dios dará órdenes a sus ángeles, y ellos te llevarán en sus manos para que tu pie no tropiece con ninguna piedra".
Jesús le respondió: "También está escrito: No tentarás al Señor, tu Dios".
El demonio lo llevó luego a una montaña muy alta; desde allí le hizo ver todos los reinos del mundo con todo su esplendor,
y le dijo: "Te daré todo esto, si te postras para adorarme".
Jesús le respondió: "Retírate, Satanás, porque está escrito: Adorarás al Señor, tu Dios, y a él solo rendirás culto".
Entonces el demonio lo dejó, y unos ángeles se acercaron para servirlo.
Isaac el Sirio (siglo VII), monje cercano a Mossoul
Discursos ascéticos, 1ª serie, nº 85
Porque desde el principio se dio a nuestra naturaleza la orden de ayunar, para no comer el fruto del árbol (Gn 2,17), y es de allí que viene quien nos engaña… Es también por él que comenzó nuestro Salvador, cuando fue revelado al mundo en el Jordán. En efecto, después del bautismo, el Espíritu le condujo al desierto, donde ayunó cuarenta días y cuarenta noches.
Todos los que desean seguirle hacen lo mismo desde entonces: es sobre este fundamento que comienzan su combate, porque esta arma ha sido forjada por Dios… Y cuando ahora el diablo ve esta arma en la mano del hombre, este adversario y tirano se pone a temblar. Piensa inmediatamente en la derrota que el Salvador le infligió en el desierto, se acuerda de ella, y su poder se siente quebrado. Desde el momento en que ve el arma que nos dio el que nos lleva al combate, se consume. ¿Hay un arma más poderosa que el ayuno y que avive tanto el corazón en la lucha contra los espíritus del mal?
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