14 de Enero del 2014
Mensaje Público
“Yo soy tu Jesús, nacido Encarnado.”
“Está escrito que muchos serán engañados. Yo les digo: esta profecía ya se está cumpliendo.* Yo vengo aquí para moldear y formar la Tradición de la Fe en los corazones y no obstante, los mismos que deberían abrazar este Ministerio se oponen a Mí. No es diferente a Mis tiempos cuando me rechazaron aquellos a los que Yo vine a salvar.”
“Hoy vengo para señalar una vez más que la concesión de la verdad no cambia la verdad. La concesión abre la puerta al pecado y aviva las llamas del amor propio desordenado. Por eso se oponen las naciones entre sí. Por eso ha pasado desapercibida la batalla entre el bien y el mal y se alimenta de toda forma de concesión.”
“La libertad ahora es sinónimo de derecho a pecar; el pecado es aceptado por los gobiernos. Se ha vuelto una prioridad complacerse a uno mismo y al hombre, y no considerar complacer a Dios, al Creador de todo.”
“Por estas razones, esta Misión debe continuar. Estos Mensajes no deben sucumbir a opiniones erróneas, independientemente de la fuente. Se me debe permitir poseer esta salvación para la conciencia de la humanidad.”
“Invoco todo esfuerzo para que aumente la propagación de la intervención del Cielo en este lugar. Yo vengo como un pastor guiando a sus ovejas.”
* 2ª Tesalonicenses 2:9-15
La venida del Impío estará señalada por el influjo de Satanás, con toda clase de milagros, signos, prodigios engañosos, y todo tipo de maldades que seducirán a los que se han de condenar por no haber aceptado el amor de la verdad que los hubiera salvado. Por eso Dios les envía un poder seductor que los hace creer en la mentira, para que sean condenados todos cuantos no creyeron en la verdad y prefirieron la iniquidad.
Nosotros, en cambio, debemos dar gracias en todo tiempo a Dios por ustedes, hermanos, amados del Señor, porque Dios los ha escogido desde el principio para la salvación mediante la acción santificadora del Espíritu y la fe en la verdad. Para esto los ha llamado por medio de nuestro Evangelio, para que consigan la gloria de nuestro Señor Jesucristo. Así pues, hermanos, manténganse firmes y conserven las tradiciones que han aprendido de nosotros, de viva voz o por carta.
Romanos 1:24-32
Por eso Dios los entregó a las apetencias de su corazón hasta una impureza tal que deshonraron entre sí sus cuerpos; a ellos que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en vez del Creador, que es bendito por los siglos. Amén. Por eso los entregó Dios a pasiones infames; pues sus mujeres invirtieron las relaciones naturales por otras contra la naturaleza; igualmente los hombres, abandonando el uso natural de la mujer, abrasaron en deseos los unos por los otros, cometiendo la infamia de hombre con hombre, recibiendo en sí mismos el pago merecido de su extravío. Y como no tuvieron a bien guardar el verdadero conocimiento de Dios, los entregó a su mente insensata, para que hicieran lo que no conviene: llenos de toda injusticia, perversidad, codicia, maldad, henchidos de envidia, de homicidio, de contienda, de engaño, de malignidad, chismosos, detractores, enemigos de Dios, ultrajadores, altaneros, fanfarrones, ingeniosos para el mal, rebeles a sus padres, insensatos, desleales, desamorados, despiadados, los cuales, aunque conocedores del veredicto de Dios que declara dignos de muerte a los que tales cosas practican, no solamente las practican, sino que aprueban a los que las cometen.
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