diciéndoles: "Está escrito: Mi casa será una casa de oración, pero ustedes la han convertido en una cueva de ladrones".
Y diariamente enseñaba en el Templo. Los sumos sacerdotes, los escribas y los más importantes del pueblo, buscaban la forma de matarlo.
Pero no sabían cómo hacerlo, porque todo el pueblo lo escuchaba y estaba pendiente de sus palabras.
Hay distintos tipos de vendedores y cambistas que hoy no nos dejan rezar tranquilos en la Iglesia y no nos permiten estar tranquilos en ese lugar sagrado. Te presento a algunos:
1) Exceso de "celo.
2) Entusiasmo no equilibrado.
3) Falta de capacitación relacional.
4) Incapacidad psicológica de compartir.
5) Habitual imprudencia en el hablar y en el accionar.
6) Demostradas ansias de poder.
7) Soledad afectiva y resentimientos varios en el uso de la palabra.
8) Autoritarismo de control posesivo.
9) Cristianos policias más que hermanos cristianos.
Así como los vendedores interrumpian a que uno se encuentro con Dios en el templo estos pueden interrumpirnos dejar lugar a lo sagrado en nuestras vidas. AMEN+++
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