"En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios en Cristo Jesus quiere de vosotros. No extingais el Espiritu; no desprecies las profecias; examinadlo todo y quedados con lo bueno." 1 TESALONISENCES 5: 18-21

El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca." San Lucas 6:45

QUE LA PRECIOSA SANGRE QUE BROTA DE LA SAGRADA CABEZA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, TEMPLO DE LA DIVINA SABIDURIA, TABERNACULO DEL DIVINO CONOCIMIENTO Y LUZ DEL CIELO Y DE LA TIERRA NOS CUBRA AHORA Y SIEMPRE. AMEN+++

“OH JESUS, CUBREME CON TU INFINITA SANGRE PRECIOSA CADA INSTANTE DE MI VIDA. AMEN"


"Ora y espera; no te inquietes. La inquietud no conduce a nada. Dios es misericordioso y

escuchará tu oración. Padre Pio"


jueves, 5 de marzo de 2015

EVANGELIO DEL DIA Y HOMILIA POR SACERDOTE LUIS ZAZANO: 5 DE MARZO DE 2015

Del Santo Evangelio según San Lucas 16,19-31.
 
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Jesús dijo a los fariseos: "Había un hombre rico que se vestía de púrpura y lino finísimo y cada día hacía espléndidos banquetes.
A su puerta, cubierto de llagas, yacía un pobre llamado Lázaro,
que ansiaba saciarse con lo que caía de la mesa del rico; y hasta los perros iban a lamer sus llagas.
El pobre murió y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham. El rico también murió y fue sepultado.
En la morada de los muertos, en medio de los tormentos, levantó los ojos y vio de lejos a Abraham, y a Lázaro junto a él.
Entonces exclamó: 'Padre Abraham, ten piedad de mí y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en el agua y refresque mi lengua, porque estas llamas me atormentan'.
'Hijo mío, respondió Abraham, recuerda que has recibido tus bienes en vida y Lázaro, en cambio, recibió males; ahora él encuentra aquí su consuelo, y tú, el tormento.
Además, entre ustedes y nosotros se abre un gran abismo. De manera que los que quieren pasar de aquí hasta allí no pueden hacerlo, y tampoco se puede pasar de allí hasta aquí'.
El rico contestó: 'Te ruego entonces, padre, que envíes a Lázaro a la casa de mi padre,
porque tengo cinco hermanos: que él los prevenga, no sea que ellos también caigan en este lugar de tormento'.
Abraham respondió: 'Tienen a Moisés y a los Profetas; que los escuchen'.
'No, padre Abraham, insistió el rico. Pero si alguno de los muertos va a verlos, se arrepentirán'.
Pero Abraham respondió: 'Si no escuchan a Moisés y a los Profetas, aunque resucite alguno de entre los muertos, tampoco se convencerán'".
 
HOMILIA
Por Pbro. Luis Zazano
 
Lc. 16, 19-31:
 
Hoy nos encontramos con un Evangelio que para nuestro tiempo es duro, estamos en un mundo consumista, casi desenfrenado en donde todo objetivo casi forma parte del éxito económico.
 
Es verdad que no vivimos del aire, pero cada vez está la tensión labora, personas que duermen poco porque deben responder a cientos de obligaciones ya que los números no alcanzan; personas que no pueden quejarse de un sueldo mínimo que reciben porque saben que si renuncia hay detrás miles de personas buscando trabajo; un mundo consumista en donde llevó a que la familia, el núcleo de la vida del hombre pase a un segundo plano, vos me dirás que no, pero hoy tenemos niños que pasan más tiempo con la niñera o la abuela y no con sus Padres; puede sonar duro pero me viene a la cabeza las palabras de San Francisco de Asís: "uno cuanto más tiene, más esclavo de ello es".
 
En Lázaro me gustaría representar a aquellas personas que sufren por un sistema, un sistema cerrado que no pueden salir y no pueden opinar, en un sistema que explota llevando a la saturación de la mente que lleva aun estado depresivo terrible.
 
Pienso en los Lázaros de hoy que no encuentran consuelo porque se sienten usados por personas y se los busca cuando se los necesitan; cuantos Lázaros estarán dando vuelta cerca tuyo, a cuantos vos convertís en Lázaros con tu arrogancia o tu orgullo: capaz que ese Lázaro hoy es tu esposa o tu esposo o tu hijo o tu madre o padre. Cuantos Lázaros nos aprovechamos de su servicio y de su bondad. 
 
Más allá de todo, lo que condena a este rico es, no la actitud que tiene con Lázaro, sino la soberbia que llevaba encima que lo llevaba a creerse ser más que otro, más que su hermano. Pero Dios te enseña que en el cielo no existen ni los puestos ni los cargos sino la caridad con tu hermano.
 
Por último, el Señor nos muestra que desea que vayamos al cielo, y busca la manera de abrirnos los ojos, seguramente hay varios profetas actuales que dan vuelta en tu vida para mostrarte cómo ir al cielo, date cuenta; mirá que en este tiempo de Cuaresma está buscando el Señor mostrarte que la felicidad no está en lo material sino en lo celestial.

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