Pedid el don del Discernimiento, para ver el trasfondo de todos los acontecimientos.
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28 DE JUNIO DE 2016
Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J. V.
Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Llamad a Mi Hijo para que baje ya, a estar entre vosotros, que sea un cántico continuo de día de noche. Cuando podáis, que el “ven, Señor Jesús”, sea vuestro cántico continuo y así lo tengáis en vosotros y entre vuestros hermanos.
Hijitos Míos, todo lo que viene de Mí, siempre será perfecto y Yo os lo doy, Mis pequeños, para que vosotros alcancéis vuestra purificación, para que seáis agradables a Mis Ojos.
No os imagináis, Mis pequeños, cómo eran vuestros Primeros Padres, en un Principio, antes del Pecado Original, en su belleza exterior, pero, sobre todo, en su belleza interior. En todo Me buscaban, Me añoraban, Me deseaban, Me agradecían y el Amor, que salía de ellos, era un Amor sincero, profundo y bellísimo. Ciertamente, Yo los Creé y los Creé en Perfección.
¡Cuánto dolor causó en el Reino de los Cielos su Pecado!, porque fue una separación. Ellos gozaban el Cielo y el Cielo gozaba con ellos. ¡Cuánto dolor Me causaron, porque era el principio de la humanidad!, eran los reyes de la Creación.
Mis pequeños, en breve conoceréis la perfección que tenían ellos, ciertamente la perdieron, pero vosotros la iréis recuperando. Muchos misterios hasta ahora desconocidos serán revelados, para que vosotros los conozcáis y los gocéis. Por eso, deseo, Yo, también, inmensamente, que se venga, ya, esta Purificación y que se separen los rebaños, los cabritos, de las ovejas, que vengáis los buenos a gozar alrededor de los Cielos.
¡Cuánto daño ha causado satanás a Mi Creación!, pero el mayor daño, ha sido en el alma de todos vosotros y, vosotros, no entendéis el por qué os ataca tanto satanás; es envidia, Mis pequeños. Su maldad no tiene límites, él gozó lo que vosotros vais a gozar y, en su envidia, no quiere que vosotros tengáis lo que él ya perdió. Os he dicho esto antes, Mis pequeños, para que entendáis y os deis cuenta las bellezas que tengo para vosotros; satanás fue un arcángel bellísimo que vivió, gozó, todo lo que pronto vais a vivir y gozar.
Ciertamente, él no está contento con esto y, por eso, ha echado a perder tantas almas, para que Yo sufra. En su maldad, no respeta a nadie, ni a Mí, como su Dios.
DadMe, pues, vosotros, esa alegría, que satanás Me ha afectado al hacer que muchas almas se vayan con él; reparad, Mis pequeños, pero reparad de corazón por el mal que ha ocasionado a Mi Sacratísimo Corazón, esa tristeza que Me causan las almas que prefieren condenarse a estar Conmigo.
Vivid, pues, unidos en oración y os iba a decir oración profunda, con Mi Hijo Jesucristo, os lo agradeceré inmensamente, Mis pequeños, porque son muy pocas, muy pocas las almas que reparan y Me aman de corazón.
Os amo, Mis pequeños y quiero ya estar entre vosotros pronto, llamad a Mi Hijo para que baje ya, a estar entre vosotros, que sea un cántico continuo de día de noche. Cuando podáis, que el “ven, Señor Jesús”, sea vuestro cántico continuo y así lo tengáis en vosotros y entre vuestros hermanos.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Se os ha dado la Gracia, porque es una Gracia, Mis pequeños, que la concedo a aquellos que viven en la oración, para interceder por vuestros hermanos que veis que están en el mal.
Hijitos Míos, Mis Bendiciones caen sobre todos, sobre todos vosotros, buenos y malos. Ciertamente, hacen diferente efecto en cada uno de vosotros.
Los que vivís para Mí, los que estáis Conmigo, los que buscáis servirMe, gozáis con Mis Bendiciones, apreciáis los regalos que recibís de Mí, vuestro Dios. Sois Mis hijos, pero entre los hijos buenos de una familia, al hijo consentido, como os he dicho, se le da más, porque Mi Bendición caerá en tierra fértil y hará mucho bien. Con el hijo malo, también, llegan bendiciones, y quiero, Mis pequeños, que entendáis bien esto, que no despreciéis a vuestros hermanos que están haciendo el mal, hay múltiples situaciones en la vida de cada uno de vosotros, y vosotros no las conocéis y os he dicho que vosotros no sois nadie para juzgar a vuestros hermanos, Yo conozco el corazón de cada uno de vosotros y Yo Soy el que Juzgaré al final de la existencia de cada uno de vosotros, así que, vuestra posición, es la de amar, ayudar a vuestros hermanos, que, por su debilidad espiritual, satanás los ha atacado más.
Os repito, y quiero que entendáis bien esto, Mis pequeños, no juzguéis, simplemente, ayudad al hermano que vive en el mal, como si estuviera enfermo de una enfermedad humana, carnal y que, cuando los veis enfermos, vais por el remedio para curarlos. Ellos, en lo espiritual, también requieren de un remedio para ser curados, y es el de venir a Mí. Ciertamente, muchos de ellos no acudirán a Mí para pedir ésa ayuda espiritual que tanto necesitan, pero vosotros os estáis dando cuenta de que necesitan el remedio, que Soy Yo. Mi Gracia, tiene que entrar en ellos, para empezar a purificar lo que los está llevando a ésa separación Conmigo y ésa separación está causada por el pecado, en múltiples formas y en múltiples grados, también.
Ayudadles, a que Mi Gracia vaya penetrando en ellos, que se vayan purificando para que ellos se vayan dando cuenta de esa purificación, y al ir sintiendo el cambio, después, cuando ya se sientan bien, no Me suelten, ya, en ningún momento.
Es por eso tan importante, Mis pequeños, la intercesión, y se os ha dado la Gracia, porque es una Gracia, Mis pequeños, que la concedo a aquellos que viven en la oración, para interceder por vuestros hermanos que veis que están en el mal y, digo que es una Gracia, es un don especial, porque no todos lo tienen, porque no todos aman a sus hermanos.
Hay tantas almas que van caminando por el mundo y no se interesan por cómo están sus hermanos, ellos viven para sí mismos, viven para sus cosas, para su problemática particular y no se quieren involucrar con nadie, son egoístas. Por otro lado, satanás, tampoco quiere que vosotros oréis y os pone un velo, para que no veáis al hermano necesitado y los ayudéis.
Hay tanto que vosotros no conocéis, que os iré revelando, para que entendáis que la humanidad necesita Misericordia para su salvación y que vosotros podéis ser y debéis ser misericordiosos para con vuestros hermanos.
Mi Misericordia os hace ser intercesores, vosotros, disteis vuestro “fiat” para estar Conmigo, para vivir en Mí y para Mí y eso os hace misericordiosos.
Las obras de Misericordia, os abren el corazón, os hacen ver las necesidades de vuestros hermanos. Ciertamente, podéis ver la necesidad del hermano y pasar de lado, sin interceder o ayudarle u os podéis detener, preguntarle, ayudarle, hasta que sane y, en eso, ya os estaréis pareciendo a Mi Hijo Jesucristo, aliviando el dolor de vuestros hermanos.
Sed pues, misericordiosos, para que Yo sea Misericordioso con vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: La vida en la santidad, no permite duda en Mis acciones sobre vosotros, por eso, debéis tener plena confianza en lo que Yo haga en vuestra vida.
Hijitos Míos, os he venido diciendo, que Le pidáis a Mi Santo Espíritu, el don del Discernimiento, porque satanás os irá atacando, cada vez más fuerte en este periodo de Purificación Mundial.
Él tratará de desviaros, desviar vuestra atención, que debéis mantener en lo espiritual. Sus ataques serán en lo material y en lo que más os interesa a vosotros, que es en lo económico. Os he dicho que se os irá quitando lo económico, pero, al mismo tiempo, Yo os iré dando un crecimiento cada vez más fuerte en lo espiritual.
Vosotros no habéis sido creados para vivir en lo material y de lo material, vuestro cuerpo, ciertamente, necesita de un alimento material, que lo tendréis, pero no necesitáis excesos materiales, que es en lo que habéis vivido y a donde os ha llevado satanás toda vuestra vida.
Satanás os quiere desviar para que vosotros no estéis preparados en lo espiritual y, así, pueda tomar fácilmente vuestra alma y llevarla a la condenación eterna. Si vosotros no os preparáis en lo espiritual, si no tomáis el alimento espiritual, que viene de Mí y que, principalmente, no tomáis las Sagradas Escrituras, la Santa Misa y la oración, entonces, no estaréis preparados y satanás os podrá derrotar fácilmente.
Tratad de vivir más en lo espiritual, porque, como os digo, satanás os estará atacando en lo que más os interesa. Os pelearéis por lo material, os preocuparéis porque vuestros bienes perderán valor y ¿cuántas veces no os he dicho Yo, que vuestros bienes no están aquí en la Tierra, sino en el Reino de los Cielos? Pedid el don del Discernimiento, Mis pequeños, para que podáis ver el trasfondo de todos los acontecimientos que tendréis a vuestro alrededor.
Mantened la paz, analizad, con Sabiduría, lo que esté pasando y, luego, estudiad, también, con Sabiduría Santa, si lo que está sucediendo en vuestra vida, os va a servir para vuestro crecimiento espiritual o para quitaros la paz y destruir lo que habéis ganado por años, que es la vida del alma.
Ciertamente, he tomado a varios de vuestros hermanos, y a vosotros mismos, para prepararos para estos momentos de lucha espiritual, pero, si vosotros, que ya habéis sido preparados por tanto tiempo, estáis dudando, es que no habéis tomado, de corazón, todas Mis Enseñanzas y todo Mi Trabajo en vosotros.
Los que están Conmigo, deberán tener una paz a toda prueba, pero, sobre todo, una confianza total en Mí, vuestro Dios. Soy vuestro Padre, Soy vuestro Creador, sois Mis Cristos en estos tiempos, sois los apóstoles de éstos últimos tiempos. Yo protejo a los Míos y especialmente a vosotros, quienes he preparado por años y no os puedo abandonar, vosotros haréis mucho por el Reino de los Cielos.
Si satanás os quiere desviar quitándoos lo material, dejádselo, Yo os puedo dar lo que necesitéis, vosotros servidMe, porque para eso fuisteis preparados, para servir a vuestro Dios.
La vida en la santidad, no permite duda en Mis acciones sobre vosotros, por eso, debéis tener plena confianza en lo que Yo haga en vuestra vida. Si Me habéis, ya, dado permiso de que Yo haga en vosotros Mi Santa y Divina Voluntad, ¿por qué dudáis?
No seáis incrédulos, como también les dije a Mis apóstoles cuando estaban en periodo de preparación, no dudéis, Soy vuestro Dios y estoy con vosotros en todo momento. La Fe, os va a dar un poder muy grande sobre las fuerzas de satanás, la Fe, es poderosísima en las almas de aquellos que confían en Mí, no dudéis, Mis pequeños, os amo, sois Míos, os cuidaré.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla la Santísima Virgen María.
Sobre: Si Nuestro Dios permite algo en vuestra vida, que vosotros lo veis como malo, pedidLe a Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, que os guíe a entender lo que Nuestro Dios y Señor quiere con vosotros en ése momento.
Mis pequeños, Mi Vida fue de Silencio, de donación. Mi Silencio se daba porque Mi Vida estaba totalmente en Presencia de Mi Dios y Señor.
Ciertamente, estaba en el Mundo y hacía lo que tenía qué hacer en el Mundo, pero tan pronto podía, Me iba a Mi Mundo Espiritual, a la Presencia de Mi Dios. Era una vida constante en la Santísima Trinidad.
Con Mi Hijo, en una unión íntima que, a pesar de que Él Evangelizaba lejos de donde Yo estaba, por una Gracia Divina, Yo estaba siempre junto a Él.
Vivía en ése Silencio Divino al estar con Él, al estar con el Padre, al estar con el Espíritu Santo, por eso vivía el Cielo en la Tierra. Hacía lo que tenía qué hacer en la Tierra, en lo del Mundo, pero en lo espiritual, estaba totalmente donada a Mi Dios en Su Santísima Trinidad. ¡Cuánto gozo Me concedió Mi Dios y Señor con ésta Gracia!
El Dolor de Mi Hijo en Su Pasión, en Su Muerte, lo padecí Yo también, porque estábaMos íntimamente unidos. ¡Cuánto Dolor sentía Yo, cuando Mi Hijo lo sentía también!, por eso os conozco a todos vosotros en lo íntimo, en lo profundo de vuestro corazón, porque Mi Dios, en Su Santísima Trinidad, Me lo permitió y, por eso, como Madre, os puedo ayudar más, Mis pequeños.
En general, el hijo acude primero a la madre para ser ayudado en lo que necesita, y la gran mayoría de vosotros, Mis pequeños, venís primeramente a Mí para ser ayudados y Yo os llevo a que comprendáis a dónde os está llevando Nuestro Dios y Señor, antes de que reneguéis de Él, porque sois muy dados a eso, ya que, apenas permite pruebas, Mi Dios y Señor en vuestra vida para acrisolaros, para llevaros a la santidad, renegáis. Le dais la espalda, Lo abofeteáis y os vais, Lo dejáis Solo, cuando Él, está haciendo grandes cosas con vosotros. Cuando no estáis viviendo en una intimidad espiritual, con Nuestro Dios y Señor, no entendéis el porqué de lo que sucede en vuestra vida y a vuestro alrededor. Todo tiene un porqué espiritual y Divino.
Si Nuestro Dios permite algo en vuestra vida, que vosotros lo veis como malo, pedidLe a Mi Esposo, el Santo Espíritu de Amor, que os guíe a entender lo que Nuestro Dios y Señor quiere con vosotros en ése momento. Veréis lo que antes no veíais, conoceréis lo que antes no conocíais y juzgaréis en diferente forma, porque sois muy dados a juzgar a Nuestro Dios.
Pase lo que pase en vuestra vida, estáis siendo guiados hacia la perfección por Nuestro Dios y Señor; de eso, no dudéis nunca, Mis pequeños, nada se da por casualidad en la vida de cada uno de vosotros por la Misericordia de Nuestro Dios.
Agradeced en todo momento, Mis pequeños, tantas Bendiciones que llegan a vuestra vida y, sobre todo, cuando no entendáis algo, agradeced de todas maneras, porque más tarde conoceréis el porqué de lo que en ése momento no entendisteis; sobre todo, mantened siempre el respeto y el amor hacia Nuestro Dios, porque, si vosotros, en momentos difíciles Le dais la espalda a Su Infinita Bondad y Misericordia, porque no tenéis el Discernimiento para reconocer el Bien que hay detrás de esa prueba, después os avergonzareis de haber dudado y atacado a Nuestro Dios, en la prueba que os puso para que os perfeccionarais.
Tened mucho cuidado con esto, Mis pequeños, de faltar al respeto a Nuestro Dios, que es Todo Amor, Él solamente está viendo por vuestro Bien y, os repito, aunque no entendáis lo que está pasando en vuestra vida, agradecedLe de corazón, lo que está haciendo por cada uno de vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Os he pedido que seáis sencillos, humildes, porque de esta forma, podréis entender mejor los misterios del Reino que no se dan para los ricos, para los sabios, porque ellos creen tener todo.
Hijitos Míos, sois muy dados a estar buscando en el misterio, elucubrando en Mis Decisiones, creyendo ver el futuro en vuestro discernimiento humano. Tenéis todo en las Sagradas Escrituras.
Si vosotros buscáis y sois guiados por la Luz de Mi Santo Espíritu, recibiréis respuesta a todo lo que necesitéis. Os he dicho que la Biblia es el Libro de la Verdad y que no debéis buscar en otro lado, Soy vuestro Dios y ahí os he dejado la Verdad, no tenéis que ir a buscar a otro lado, en donde, seguramente, satanás se interpondrá y os llevará hacia el error.
No sabéis buscar, cuando sólo lo hacéis para elucubrar y, por consiguiente, no estáis aceptando Mi Voluntad. Debéis buscar con Sabiduría, pero para crecimiento espiritual, para amarMe más, para conocerMe mejor, para respetar Mi Voluntad.
Si buscáis solamente para envaneceros o para creer conocer Mi Voluntad y, así, mostraros ante vuestros hermanos haciéndoles creer que tenéis un conocimiento mejor que ellos, y que os está llevando a la soberbia, estad seguros, que Yo no permitiré que vosotros tengáis la Verdad.
Yo permito que obtengáis de lo Mío, cuando vosotros vais a ayudar a otras almas a crecer y a salvarse, Yo no permito nada dentro del ámbito de la soberbia.
Os he dicho siempre que en Mi Hijo tenéis vuestro Ejemplo de Vida, que Él, siendo Dios, Se hizo Pequeño por vosotros, respetando Mi Voluntad como Padre.
La Humildad, es un signo inequívoco de Mis hijos y, Mi Hijo Jesucristo, lo vivió entre vosotros, con la sencillez de trato ante vuestros hermanos, nunca viendo al hermano como alguien inferior aun siendo Dios y, además, Lo mostró con Su Conocimiento, iba siempre hacia el pequeño para ayudarles con la Predicación a alcanzar su salvación.
Amo a los pequeños, porque en el Reino de los Cielos serán grandes. El pequeño, el humilde, el sencillo, es grande en el Reino de los Cielos y ellos pueden tratar con todos sus hermanos: con los pobres, los necesitados, los iletrados, a todos tratan por igual, porque todos son Mis hijos. Aquél que no es sencillo, humilde y, sobre todo, donado para con sus hermanos, no tendrá ése trato virtuoso y bello hacia sus hermanos necesitados, buscará estar solamente conviviendo con sus hermanos que tengan un nivel social alto: adinerados, ricos y que no siempre van a aceptar Mis Enseñanzas y, sobre todo, un cambio radical en su vida.
El sencillo, el pobre no tiene nada qué perder y mucho qué ganar, se le está regalando el Reino de los Cielos, se le está dando un tesoro inmenso, que es el Conocimiento del Reino, cómo llegar a él, cómo vivirlo. El pobre, el sencillo, el humilde, se abre de corazón y Me sigue más fácilmente que el adinerado, el que se cree sabio, el que se cree superior. Ellos, en su soberbia, no se abren tan fácilmente de corazón ni aceptan fácilmente las palabras que se les dan. Por eso os decía que satanás os desvía con lo material, si vosotros le decís a un adinerado, como Mi Hijo se lo dijo al joven rico que quería seguirLe, que vendiera todo y lo repartiera a los pobres, ya no le gustó, iba a perder lo material y no se estaba dando cuenta que estaba ganando un Reino espiritual, muy superior y más valioso que los bienes que tenía, que, aparentemente, serían muchos, a ojos humanos, pero son nada ante Mis Ojos.
Por eso, os he pedido que seáis sencillos, humildes, porque de esta forma, podréis entender mejor los misterios del Reino que no se dan para los ricos, para los sabios, porque ellos creen tener todo.
Vosotros habéis abierto vuestro corazón, sois pobres en lo material, pero sois millonarios, porque ya tenéis Mi Reino en vuestro corazón, tenéis ya Mi Sabiduría Divina, Mi Voluntad ya empieza a trabajar en vosotros, vuestra vida ha cambiado, la he cambiado Yo, Mis pequeños, con Mis Enseñanzas, os he compartido Mi Sabiduría y Mi Reino os está esperando.
Ahora os pregunto: ¿aún codiciáis o quisierais vivir en la opulencia de los ricos de vuestro Mundo, cuando ya Me tenéis a Mí y las Riquezas de Mi Reino?
Gracias, Mis pequeños.
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