Visión de los Acontecimientos de la Purificación
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5 DE JULIO DE 2016
Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Os pido, Mis pequeños, que os deis por vuestros sacerdotes, sacadlos adelante, pedidMe que se renueve su Fe y su amor por Mí, vuestro Dios; si ellos no están llenos de amor por Mí, ¿qué pueden transmitir a los feligreses?, prácticamente, nada.
Hijitos Míos, Mi Iglesia cae, tanto por la parte ministerial, como la de los fieles, y esto se ha venido dando Mis pequeños, por la falta de oración y por falta de una mayor entrega, tanto de parte de los sacerdotes, de los que dirigen Mi Iglesia, así como de vosotros, los que recibís el Alimento espiritual y el Alimento Sacramental, de parte de los ministros de Mi Iglesia.
Satanás ha hecho un trabajo muy destructivo, Me ha sacado del corazón de los hombres. Aquellos que entraron para transmitir Mis Verdades y Mi Amor y, lo hicieron con alegría, muchos de ellos, han desertado o ahora Me atacan y no quieren saber de Mí.
Satanás ha destruido ésa buena Fe que tenían muchos de Mis ministros en la Iglesia, a tal grado, que ellos se han desviado y, lo que menos tienen ahora, en su mente y en su corazón, es a Mí, a Quien debieran seguir, transmitir y amar: vuestro Cristo Jesús, vuestro Salvador.
Cuando alguien está enamorado, todo el Mundo alrededor no cuenta, estáis enamorados de una persona a la que amáis con todo vuestro corazón y con quien tenéis esperanzas futuras. Ciertamente, son momentos bellos, el Mundo cambia, porque estáis llenos de amor, veis todo diferente, con alegría; llegáis a captar mejor las bellezas que Yo he creado, porque vuestro ser, en ése momento, está lleno de amor por la persona que amáis.
Pero, ¿qué sucede con Mis ministros? No Me aman, ya no están enamorados de su Oficio Sacerdotal, ya no buscan cómo alegrarMe dentro del ministerio que están llevando, se aburren, inventan cosas muy desagradables a Mis Ojos y, muchos de vuestros hermanos laicos, son desviados en su espiritualidad por ésa nueva forma en que ven la religión, a la Iglesia, a su Oficio Sacerdotal, al estar aburridos de Mí, vuestro Dios.
Me duele, Me duele inmensamente, Mis pequeños, esto que viven muchos de vuestros sacerdotes.
Tenéis que orar mucho por ellos, Mis pequeños, han perdido la Fe, han perdido el amor a Mí, han perdido el respeto de Mi Presencia Viva en la Iglesia, en el Tabernáculo. ¡Cuánto he tenido que sufrir en éstos, poco más de dos mil años!, cuando la humanidad debiera alegrarse de tenerMe Vivo entre vosotros.
Os pido, Mis pequeños, que os deis por vuestros sacerdotes, sacadlos adelante, pedidMe que se renueve su Fe y su amor por Mí, vuestro Dios; si ellos no están llenos de amor por Mí, ¿qué pueden transmitir a los feligreses?, prácticamente, nada. Vais a buscarlos para que se os dé un consejo de vida y, posiblemente, ellos estén peor que vosotros. Por eso, tenéis que ayudarles, que vivan en el estado de Gracia en el que deben vivir, para que Mi Santo Espíritu esté en ellos y Él los guíe y, a la vez, puedan guiar a aquellos hermanos vuestros que acudan por un consejo, por una Bendición, por Mi Divino Cuerpo en la Comunión.
Daos, pues, por ellos. Necesitáis de ellos, necesitáis de sus manos consagradas, necesitáis de sus oraciones, necesitáis de su intercesión por vuestras necesidades, pero, ciertamente, si ellos no viven siendo un ejemplo para los feligreses, de nada servirá.
Os Bendigo, Mis pequeños y bendecid a vuestros sacerdotes, para que ellos os puedan seguir bendiciendo y ayudando en vuestro crecimiento espiritual.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Ayudaos los unos a los otros para que comprendáis mejor todos, os quiero Conmigo, Mis pequeños, pero Yo no puedo convivir con satanás cuando está viviendo en vuestro corazón, especialmente, cuando os habéis aliado a él, al pedirle que os ayude.
Hijitos Míos, cuánto dolor Me causáis por vuestra incredulidad. Si tenéis problemas económicos, acudís, primero, a muchas personas antes que a Mí. Si tenéis problemas espirituales, lo mismo, preferís ir con aquellos que se anuncian que pueden hacer grandes cosas por vosotros y Yo, que Soy el Todopoderoso, que Soy vuestro Padre y vuestro Dios y os puedo ayudar en todo, Me olvidáis.
¡Qué ingratos sois, Mis pequeños y, sobre todo, ciegos! No os dais cuenta que Yo os creé, que Yo os di el don de la vida y vosotros, insistís en acudir con el enemigo, para cuidar de vuestros bienes, de vuestra persona y, aún de vuestra propia alma, antes que acudir a Mí. ¿No os dais cuenta, Mis pequeños, que eso es un pecado grave?, porque estáis yendo a buscar al enemigo, creyendo que él os va a resolver todos vuestros problemas, en cambio, él os va a hundir, sí, Mis pequeños, os va a hundir, primeramente, aquí en la Tierra, donde misionáis. Eso, que vosotros hacéis Conmigo, está mostrando que vosotros no Me amáis ni Me tenéis la suficiente confianza y Fe, de que os pueda resolver vuestros problemas. ¡Cuánto error hay en vuestra alma y en vuestra vida!
Pensad en esto, Mis pequeños, lo que os voy a decir: satanás es la maldad absoluta y vosotros, vais a buscarle para que os cure de vuestras dolencias o para que os dé de lo que necesitáis en lo material, ¿de dónde os imagináis vosotros, que, el que es maldad absoluta, os pueda dar un Bien, como el que Yo hago? Eso es pecado grave, Mis pequeños, porque Me estáis haciendo a un lado.
Yo creé todo lo que veis y lo que no veis y acudís con aquél que os traiciona, con el que no quiere saber de vosotros. Estáis yendo por caminos de obscuridad y caminos errados, el tiempo está próximo y Yo os pregunto: vuestra alma ¿a quién le pertenece?, ¿a Mí, vuestro Dios, o al enemigo al quien habéis ido a buscar una o varias veces a que resuelva vuestros problemas económicos o espirituales? Tened cuidado, Mis pequeños, os estáis jugando vuestra eternidad en condenación y os estáis apartando del premio en el Cielo, a donde estáis todos llamados.
Viviendo en un error como éste, estáis poniendo en peligro vuestra salvación eterna. Ayudaos los unos a los otros para que comprendáis mejor todos; os quiero Conmigo, Mis pequeños, pero Yo no puedo convivir con satanás cuando está viviendo en vuestro corazón, especialmente, cuando os habéis aliado a él, al pedirle que os ayude.
BuscadMe y pedidMe Sabiduría Santa, para dirigir vuestra vida correctamente.
Os amo, Mis pequeños y os quiero tener Conmigo eternamente, pero si seguís buscando al enemigo para que os aconseje y os dé de sus “bienes”, un gran mal se viene contra vosotros.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Preparaos, los astros perderán su luz, la vida se convulsionará, el temor os invadirá, porque no estáis preparados para la gran prueba que os he estado anunciando que vendrá.
J. V., ve en visión mientras recibe el Mensaje.
Hijitos Míos, preparaos, los astros perderán su luz, la vida se convulsionará, el temor os invadirá, porque no estáis preparados para la gran prueba que os he estado anunciando que vendrá.
Los mares se azotarán contra las playas y contra las rocas con gran estrépito. Tormentas, antes nunca vistas tendréis por todos lados. La naturaleza se rebela porque vuestro pecado y vuestro alejamiento a Mi Amor les han afectado; os di la naturaleza para que la cuidarais y la habéis atacado y destruido, ésta clama Justicia y Reparación. Vientos huracanados tirarán muchas construcciones, muchas muertes vendrán porque todo se contaminará. En los ríos y en los mares, también los peces se contaminarán y morirán. Tendréis dificultades para haceros de alimento pero, ciertamente, cuidaré de los que ya están marcados en la frente.
Grandes terremotos sobrevendrán y tirarán vuestras construcciones, de las cuales estáis orgullosos de tener.
Los poderosos, los que se sentían seguros con el poder que el dinero les da, vivirán gran terror, porque se darán cuenta de su vaciedad espiritual, porque no tendrán a quien acudir, no sabrán a quien implorar Perdón y Misericordia, porque vacíos están de su alma.
Se convulsionará el firmamento, el Universo entero sufrirá dolores de parto. El tiempo ha llegado, lo profetizado se dará; los que estén preparados, los que han vivido cumpliendo lo que Yo os pedí, serán protegidos, los que no, sufrirán tremendamente, querrán venir a Mí, Me llamarán por Mi Nombre, pero no los reconoceré, porque su alma, no Me pertenece, le pertenece a satanás.
Veréis desesperación por todos lados, hermanos vuestros, llorando, golpeando su cabeza contra el suelo o en las paredes, pidiendo perdón y buscando arrepentimiento, que no obtendrán, porque no aprovecharon el momento que se les dio para hacerlo.
Ciertamente, Soy un Dios Misericordioso y aviso, siempre, con mucho tiempo antes, lo que va a suceder, para que os preparéis, pero vuestra necedad, vuestra falta de Fe, vuestra alma, ligada fuertemente a los bienes de la Tierra, no os permiten razonar correctamente. Preferís lo que viene del Mundo y lo que es de satanás, preferís la carne, los vicios, la impureza y, al escoger esto, Me hacéis a un lado, Me blasfemáis y no acudís a Mí para buscar el arrepentiros, pero en el momento en el que tengáis toda la Purificación sobre vosotros, os acordaréis de éstas Palabras que os digo, pero será ya muy tarde para vuestra salvación y sufriréis eternamente.
Soy un Dios Justo, que os avisa, que os ama, que quiere el regreso de vuestra alma a Mi Corazón, pero vuestra soberbia os ciega y cierra vuestra mente. Cuando los acontecimientos ya estén sobre vosotros, todavía creeréis poder salvaros y ni aún así os arrepentiréis y lo haréis hasta cuando, realmente, los acontecimientos os empiecen a dañar.
¡Qué tristeza Me dais, almas Mías, que os creé con Amor y que esperaba mucho de vosotros!, Me traicionasteis, buscasteis solamente vuestro bien, vuestro gozo carnal y no buscasteis vuestro bien espiritual, que con él, agradaríais Mi Corazón.
¡Cuánta maldad de parte vuestra!, que no compartisteis con vuestros hermanos de los bienes que Yo os di y, así, al atesorar de lo material, con ello os estabais ganando el Infierno, por vuestra ambición desmedida. Os di bienes materiales y espirituales para que los compartierais, bienes que vosotros no creasteis, bienes que os di para que los aprovecharais y, al compartirlos, os ganarais Bendiciones de parte Mía, por el agradecimiento que dabais a vuestros hermanos y ellos respondieran con amor.
¡Cuántas Bendiciones desperdiciadas! ¡Cuánto mal ejemplo disteis! Soy un Dios Justo, un Dios inmensamente Bueno, que os aviso con tiempo de lo que va a suceder, pero no creéis en lo que os aviso para que os preparéis, para que os arrepintáis a tiempo y podáis regresar a Mí y viváis eternamente Conmigo. Negáis y atacáis a vuestros hermanos que os anuncian estos acontecimientos, porque no queréis enfrentarlos.
Ciertamente, vivís con miedo interno y creéis que por negarlos, no vendrán y, por ello, no os preparáis a recibir lo que Yo os mando para vuestro Bien y os condenáis.
¡Cuánto Dolor Me causáis almas necias, soberbias, traicioneras! Miraos por un momento, fuera de vosotros mismos y viendo vuestro pasado. Ciertamente, tendréis muchos bienes y ¿de qué os van a servir en ésos momentos de la tribulación?, estaréis perdiendo todo. Si vuestra alma está en paz, está Conmigo, la habéis hecho crecer en las Virtudes y en el Amor, aceptaréis Mi Voluntad y gozaréis el resultado que Yo quiera para vuestra alma, porque, vuestra alma, estando en Mi Amor, será Juzgada en Mi Amor, fortificada en Mi Amor, salvada en Mi Amor y eso os mantendrá en paz, porque sabréis que estáis siendo protegidos por vuestro Dios y Creador. Pero, si vuestra alma vive en pecado, haciendo el mal, despreciando a vuestros hermanos y no buscando el crecimiento espiritual, en ése momento, os veréis abandonados, no apoyados, porque vuestra alma Me rechaza y, aunque Me digáis “Señor, Señor”, no podré entrar en ella, porque el enemigo vive en ella.
¡Pobres de vosotros, almas que Me habéis traicionado!, probaréis Mi Santa Justicia, os ganaréis lo que fuisteis acumulando a lo largo de vuestra existencia. Si maldad nació de vosotros y la causasteis a vuestros hermanos, maldad se os regresará y os llevará a vivirla eternamente. Lo que hayáis sembrado a lo largo de vuestra vida, cosecharéis en estos momentos.
Soy Justo, Soy Bueno, Soy vuestro Dios, os sigo avisando antes de que se vengan los acontecimientos definitivos.
Entended, Mis pequeños, que todavía os podéis salvar, regresad a Mí, purificad vuestra alma, acudid a los Sacramentos, arrepentíos de vuestros pecados.
En el pasado perdoné pueblos enteros cuando se arrepentían de corazón y, lo puedo seguir haciendo, pero eso depende de vosotros.
¿Queréis venir Conmigo?, cumplid con los Mandamientos que Yo os di. ¿No creéis en lo que os digo y no os queréis preparar para la prueba y salir victoriosos?, eso os llevará al castigo eterno. Tenéis el libre albedrío, seréis juzgados en el momento en el que Yo os llame, fuisteis libres de escoger, os enfrentaréis ante Mí, como Juez y gozaréis o sufriréis eternamente, es vuestra decisión.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Vuestra donación, vuestras palabras amorosas, vuestra compañía, en aquellos momentos en que penséis en Mí, aunque sea brevemente, Me traéis descanso, apagáis Mi Sed, disminuís Mis Dolores.
Hijitos Míos, aliviad Mi Corazón Misericordioso, Mi Corazón que se donó por vosotros. Vuestra donación, vuestras palabras amorosas, vuestra compañía, en aquellos momentos en que penséis en Mí, aunque sea brevemente, Me traéis descanso, apagáis Mi Sed, disminuís Mis Dolores. Almas como las vuestras, que os volvéis compañeras Mías, que sois amantes del Amor, Me dais alegría y son ésos momentos, en los cuales, Me alegra haberMe Donado por vosotros, lástima que seáis tan pocos los que hayáis entendido Mi Donación, Mis Sufrimientos por vuestra salvación.
Son tan pocas las almas que agradecen, son tan pocas las almas que entienden lo que Yo os di.
Por eso, os agradezco infinitamente los momentos que Me dais aquí en la Tierra. Cuando vuestros dolores y vuestra donación se unen a Mis Dolores, también de donación, Yo Me doy por vosotros, vosotros os dais por Mí y, así, Nuestros Corazones se unen por la salvación de vuestros hermanos y por agradar a Nuestro Padre Dios, que Nos pide el donarNos para dar Vida a las almas que viven en la obscuridad.
Recibid Mis Bendiciones, Mis pequeños, sois redentores, también, junto Conmigo, Nuestros Corazones están unidos y permanecerán unidos eternamente.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: No os acabáis de dar cuenta que, vuestra alma, es la que va a trascender y es la que se debe llenar de Vida. Al alma, no se le da Vida con los placeres de la carne, sino con la Vida que Mi Hijo Jesucristo os enseñó.
Hijitos Míos, paradójicamente, aquellos que buscaron la vida a través de lo material, de la diversión, de los placeres, son los que encontrarán, al final de su vida, la muerte, la muerte eterna. Y aquellos, que sufrían, aparentemente, muerte, por el dolor que llevaban a cuestas por sus enfermedades, por su vida de problemas, pero que Me los ofrecían, son los que encontrarán la Vida al final de su existencia.
Y así es, Mis pequeños, la vida que buscaron aquellos a través de sus riquezas, de sus placeres, de su vida de pecado, al final los lleva a la perdición. No hubo Sabiduría en su vida y confundieron los conceptos: la vida, el goce de la vida no era para el cuerpo, era para el alma.
No os acabáis de dar cuenta que, vuestra alma, es la que va a trascender y es la que se debe llenar de Vida. Al alma, no se le da Vida con los placeres de la carne, sino con la Vida que Mi Hijo Jesucristo os enseñó.
Pero, para estos hermanos vuestros, se les hace más fácil seguir a satanás y se dejan llevar por el gozo de los sentidos y desprecian el gozo que el alma recibe cuando está Conmigo, con vuestro Dios.
Las almas que aprendieron a buscarMe, Yo las llevo a un gozo inmenso, que es mucho más grande que el gozo que los sentidos pueden tener. Estas almas que Me buscaron y que, posiblemente, en su gran mayoría, sufrieron en su cuerpo, a diferencia del gozo que aquellos daban a su cuerpo y se perdieron, el dolor que éstas almas recibieron en su cuerpo, a lo largo de su existencia, los llevará, al final de su misión, a un gozo del alma, un gozo inmenso y eterno.
Las almas que están Conmigo, son almas sabias, son almas que han aprendido de Mi Hijo, que han sabido normar su vida en el Ejemplo que Mi Hijo os dio. En cambio, las almas necias, las almas que quisieron darle gozo a su cuerpo y se olvidaron de darle Vida a su alma, son almas que no supieron buscar la Sabiduría Santa que Mi Hijo os dejó y, es más, despreciaron el dolor, despreciaron todo aquello que les iba a hacer crecer espiritualmente y, se dedicaron más a darle gozo a lo que polvo se volverá.
Las almas sabias, vendrán Conmigo, las almas necias, recibirán el dolor que no quisieron apreciar, pero lo tendrán eternamente y no les servirá de crecimiento espiritual, como a las almas sabias que sí les sirvió y les ayudó en su salvación eterna.
Gracias, Mis pequeños.
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