EN CADA IGLESIA ESTÁ SIENDO CRUCIFICADO MI HIJO AMADO. AHÍ LO PODÉIS ACOMPAÑAR EN ESPECIAL DURANTE ESTOS DÍAS SANTOS.
SÉPTIMA CARTA
Cariños Del Cielo,
No Me canso de repetir que ACOMPAÑÉIS A MI HIJO AMADO EN ESTA SEMANA MAYOR DE LA HISTORIA. No esperéis a la próxima, que podría ser muy tarde para vosotros.
La Misericordia de Mi Divino Hijo ha estado ahí, a vuestro alcance por dos milenios y vosotros habéis preferido, habéis optado por voltear el rostro hacia otro lado -que es decir HACIA EL MUNDO-, PERO LO QUE NO PARECÉIS COMPRENDER CABALMENTE ES QUE CUANDO VEIS HACIA EL MUNDO, (porque ahí está vuestro corazoncito y vuestros intereses) DAIS LA ESPALDA A MI HIJO AMADO. ¿Es eso lo que queréis? ¿Lo seguiréis haciendo?
Yo os pregunto: ¿Mudaréis ya, o seréis como los indiferentes que pasaban al lado (al oír esto, veo a la Corte Celestial hincarse en Profunda Reverencia) de Mi Hijo Crucificado, de Dios Mismo en la Cruz, de quien ha Venido a tierra a salvaros?
En cada Iglesia de la tierra está siendo Crucificado. Ahí lo podéis Acompañar en especial es estos Días Santos. ¿Lo haréis, o seguiréis como la turba indiferente y malagradecida que apela a Mi Hijo cuando Le requiere y necesita; pero cuando es El Señor quien Requiere de vosotros porque os necesita como hijos que Le Acompañen, vosotros decís que no tenéis tiempo, que tenéis cosas y asuntos más importantes que hacer en el mundo y lo volvéis a dejar Solo?
Dos Mil años, Mis Críos, Dos Milenios y vosotros seguís igual. ¿Cuántos de vosotros dejaréis lo que os ocupa del mundo para Acompañarle con contricción, reverencia y el debido respeto? ¿Cuántos, si lo hacéis, lo hacéis por mero compromiso social, por costumbre? Y Yo, Dios Padre, os pregunto: ¿ES ESO AMOR? ¿Así amáis vosotros? ¿Así es como os gusta ser amados cuando tenéis un dolor en el alma o una dolencia en el cuerpo; que el amigo os diga que no tiene tiempo para vosotros, que está vacacionando, que ya verá cuándo os pueda acompañar? ¿O qué pensaríais del médico que os asegura que os quiere, que os ama, que le importáis muchísimo pero que no tiene tiempo para curaros cuando os desangráis porque tiene ocupaciones más importantes en ese momento? ¿Vosotros de verdad les podréis creer cuando os vuelvan a decir que os aman? ¡Categóricamente os digo que no lo creeréis! Así Mi Hijo Amado no os cree cuando decís amarle, pero con vuestros corazoncitos en otros asuntos del mundo. DECIDLE QUE LE AMAIS PERO CON ACTOS, NO YA CON PALABRAS QUE COMO DECÍS BIEN VOSOTROS: “SE LAS LLEVA EL VIENTO”.
Tenéis estas guías Santas, tenéis la Palabra Eterna De Mi Hijo Amado, ¿qué más esperáis que os digamos para que hagáis lo que vuestros ministros y sacerdotes os dicen para esta Semana Mayor? ¡Haced de una buena vez lo que ya sabéis que deberéis hacer! Pero esta vez hacedlo como quien ama de verdad, y no como el amigo que lo es por compromiso o conveniencia.
¿Vosotros amáis de verdad a vuestros amigos por conveniencia?, ¿contáis con ellos? ¿Los llamáis cuando el dolor arrecia? Así mismo, si se os diere una gran herencia y quisieses repartirla porque es demasiada para vosotros ¿en quién pensarías en esos momentos de alegría?, ¿en quienes os han despreciado?, ¿en quienes no os han auxiliado cuando lo habéis necesitado?. ¿O en los fieles amigos con los que contáis porque lo han hecho: han compartido su pan con vosotros, que os han ofrecido su hombro para que lloréis y os apoyéis cuando lo habéis necesitado?
Si vosotros sois así: convenencieros e hipócritas ¿cómo queréis, cómo pretendéis ser de los Amigos Elegidos del Señor, si ni vosotros mismos elegiríais amigos así? ¿Comprendéis lo que os digo, y muy en especial para estos Días Tan Santos?
Dejad vuestros asuntos del mundo para después y acompañad a Mi Hijo como Él os ha Acompañado cada vez que se Lo solicitáis: SED RECÍPROCOS CON EL CIELO, SED PENITENTES, SED ORANTES, y, sobretodo Mis Críos, SED AGRADECIDOS CON El CIELO.
No os portéis más como los burladores, como los timadores, como los necios y los hipócritas porque, Mis Críos, si seguís así y si NO MUDÁIS mismo destino compartiréis. ¿ES ESO LO QUE QUERÉIS?
(Habla San Miguel Arcángel)
¿Por qué no queréis entender que es aquí en tierra donde podéis haceros Amigos de Jesús Amado (San Miguel se hinca en profunda reverencia); y no cuando le veáis en Su Reino, sino aquí cuando le podréis demostrar que sois dignos amigos de El Señor (Se hinca San Miguel) fieles, amantes y amorosos, ¡Que no tengáis vuestro futuro eterno comprometido como amigos del Maligno, sino de Vuestro y Nuestro Rey Justo y Eterno Pastor! ¡Vosotros que festejáis en estos tiempos Santos no os diferenciáis en nada de los burladores de Nuestro Señor, que mientras era Azotado y Crucificado ellos pasaban riendo, comiendo, bebiendo; sumidos en su humanidad sin ver que la Divinidad Misma era puesta en Cruz en esos momentos. Recordad que en la eternidad NO HAY TIEMPO y vosotros tenéis la oportunidad de DEJARLO TODO (como un verdadero amigo lo hace) y poneros a Los Pies Santos de Su Santa Cruz que es Vuestra Salvación.
¿No os ha dicho el Señor, Santo entre los Santos. “HIJITOS SI NO ME CONOCIERON EN LA TIERRA YO NO LOS CONOCERÉ EN EL MÁS ALLÁ; EN MI REINO DE GLORIA Y MAJESTAD? ¿Es eso lo que queréis? Mudad ahora que tenéis la Semana Mayor frente a vosotros en tiempos de Grandísima Tribulación.
(Habla Nuestra Santísima Madre de los Dolores)
¡Madre!
Cariños del Cielo
¿Comprendéis que vuestro destino está ligado al de Mi Hijo Amado? ¿Qué si aceptáis La Divina Cruz como Mi Hijo la aceptó, ésta será luego vuestra Cruz de Gloria? ¿Comprendéis que si la rechazáis, rechazáis a Mi Hijo Amado? Seguidle hacia la Cruz que es seguidle al Mismo Cielo. Que os lo decimos: No hay más caminos que la Cruz. No busquéis la Luz en la oscuridad que no la hallaréis; la luz está y es la luz misma. ¿Comprendéis, Mis Niños?
Vuestra Santísima Madre María de Guadalupe.*
*”Soy ambas, Hijita.” Me aclara Nuestra Santísima Madre.
(Nuestro Señor Crucificado)
Hijitos:
Entendedlo de una buena vez que estoy con Mis Brazos Abiertos para acogerlos en un Abrazo Santo, pero debéis de acercaros a El Crucificado porque YO NO PUEDO BAJAR DE LA CRUZ, sino que vosotros os debéis de acercar, como se acercaron Mis pocos Amigos, Mis Discípulos, Mi Santísima Madre.
¿Os veré consolándome a los pies de Mi Cruz?
¿Oiré en medio de Mi Acuciante Dolor vuestros vítores de indiferencia, con que festejáis en el mundo, mientras vuestro Señor y Amo es Crucificado?
Es muy importante que comprendáis esto:
Mi Cruz se repite porque no hay tiempo,
sino que está en La Eternidad
y os veo desde ahí
y desde ahí os pregunto:
¿Sois Mis Amigos? ¿Me acompañaréis?
¿Os veré a lo lejos metidos en vuestros asuntos del mundo?
¿Seréis Mis Amigos o no lo seréis?
Porque nadie que se pose a los pies de Mi Cruz es rechazado;
Mi Corazón Santísimo se Abre de par en par,
como Mi abrazo Santo, para todos.
¿Vendréis a Mí?
¿Portaréis también vosotros vuestra Corona de Espinas,
cuando se burlen de vosotros porque no queréis compartir con el mundo,
por estar con vuestro Señor?
¿O la arrojaréis con desprecio para acomodaros al mundo?
¿Cómo seréis en esta Semana Mayor?
¿ME ACOMPAÑARÉIS O NO MIS HIJITOS,
MIS HERMANOS, MIS AMIGOS Y AMADOS?
. . .
(Abril, 14)
CARTAS, MEMOS Y RECORDATORIOS DEL CIELO PARA TODOS SUS HIJOS
Semana Santa del Año Del Señor 2014
Y María Del Getsemaní
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