Llamado de Amor y de Conversión del Sagrado Corazón de Jesús
23 Junio 2017
Hijos de Mi Sagrado Corazón, revelo Mi Corazón, el manantial del Amor y de la Misericordia.
En Mi Corazón Santísimo están reunidas todas las Gracias, todas las Bendiciones, todos los Dones que proceden del Padre y del Espíritu Santo, y Yo, como Hijo, guardo estos Tesoros en Mi Sagrado Corazón, como perfecto Abogado y Mediador de las criaturas y del Creador.
Pequeños, cuando adoran Mi Corazón adoran Mi Humanidad, porque Yo, Jesús, amé con Corazón de carne, amé con Corazón humano. Cuando adoran Mi Sagrado Corazón, también, adoran Mis sentimientos, adoran Mis afectos, adoran Mis deseos, Mis angustias, Mis dolores, Mi sufrimiento.
Cuando adoran Mi Sagrado Corazón adoran al Dios hecho carne, al Dios Hombre, al Dios Hijo, que por obra del Espíritu se encarnó en la Inmaculada Virgen y se entregó a la Cruz por Amor a cada uno de ustedes.
Todos tienen el precio de Mi Sangre derramada y de Mi Corazón abierto. Cuando adoran Mi Sagrado Corazón adoran toda Mi Persona, humana y divina, por eso, cuando adoran Mi Corazón, Me consuelan, reparan y alivian Mis sufrimientos.
¡Sean verdaderos reparadores y adoradores de Mi Sagrado Corazón! Con Amor Misericordioso los bendigo: en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Llamado de Amor y de Conversión del Corazón Doloroso e Inmaculado de María
26 Junio 2017
Amados hijitos de Mi Corazón Inmaculado, deseo invitarlos a que se abran con la voluntad, con la libertad y con el conocimiento, con que el Padre los ha creado, al Amor, al Perdón y a la Misericordia.
Mi Hijo me envía a establecer la Paz de los hombres con Dios y a establecer la Paz entre los hombres. Pero no la paz que se logra con esfuerzos humanos, sino la Paz que el Espíritu de Dios deposita en los corazones que oran, que confían y creen.
Hijos, el mundo necesítalos y es por eso, apóstoles Míos, que los invito a ustedes a que seriamente tomen de la Luz de Mi Corazón, para que lo propaguen por el mundo, no tanto con sus palabras sino con ejemplo, con testimonio.
Hijos Míos, oren, para que puedan comprender Mis Palabras; oren, para que Mis Mensajes puedan dar fruto en ustedes; oren con corazones dispuestos y confiados, para que puedan cambiar. Con Amor de Madre he deseado que el mundo conozca al Amor de Jesús. Pero muy pocos deciden escuchar y aún menos son las pequeñas almas que desean poner en práctica Mis Palabras.
¡Consuelenme, hijos Míos! Que cada uno viva con un compromiso de amor Mi invitación de Madre. Quiero la salvación de todos y ruego ante Mi Hijo por ustedes.
Los miro, los sonrío y los bendigo a todos. Si supieran cuánto les amo llorarían sin cesar, al saberse que cada uno es especial e importante para Mí vuestra Madre.
Llamado de Amor y de Conversión del Sagrado Corazón de Jesús
27 Junio 2017
Hijos de Mi Sagrado Corazón, el Océano Infinito de la Misericordia les ama inmensamente y cómo deseo, hijos Míos, que comprendan este Amor: un Amor Infinito, sin principio ni fin; un Amor que se dejó crucificar, pero a pesar de la ingratitud humana, este Amor, que soy Yo mismo, permanece en el Santísimo Sacramento esperando siempre, cada día, que este Amor Misericordioso sea correspondido.
Es por eso, hijos Míos, que deseo que se vuelvan almas contemplativas, porque el alma que contempla Mi Amor, Mi Cruz y la Eucaristía, es el alma que si persevera se volverá sensible a Mi Dolor, a Mis Gozos, a Mi Amor. No puede un alma acercarse a Mí si no es tocada con los Rayos de la Luz Divina; es lo mismo, no puede ninguna criatura en la tierra no ser tocada por la luz del sol. Mi Amor está dado, Mi Amor está ofrecido, pero Mi Amor quiere ser correspondido.
Es por eso que, cada día guarden un momento de silencio, para meditar en la correspondencia que han dado al Amor que les entrego. No tengan miedo de las tribulaciones de la vida, la Señora, Mi Madre, será la ayuda Perpetua, el Socorro Incondicional, la Protectora Incansable, de los adoradores de Mi Corazón. Ella es Madre del Perpetuo Socorro porque los ha socorrido dando su Sí, ha dado la ayuda, el Socorro, la Redención, al Cristo, para que los hombres sean salvados
¡Permanezco con ustedes! ¡Adoren siempre, incluso en sus actividades ordinarias! ¡Permanezcan en actitud de adoración! Yo les bendigo con Amor Redentor: en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
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