Jesús, dijo a sus discípulos:
Ustedes han oído que se dijo: Ojo por ojo y diente por diente.
Pero yo les digo que no hagan frente al que les hace mal: al contrario, si alguien te da una bofetada en la mejilla derecha, preséntale también la otra.
Al que quiere hacerte un juicio para quitarte la túnica, déjale también el manto;
y si te exige que lo acompañes un kilómetro, camina dos con él.
Da al que te pide, y no le vuelvas la espalda al que quiere pedirte algo prestado.
Santa Teresa del Niño Jesús (1873-1897), carmelita descalza, doctora de la Iglesia
Poesías «Vivir de amor» y «Porqué te amo, oh María»
sin reclamar ningún salario aquí abajo.
¡Ah! doy sin contar, estando muy segura
que cuando se ama, no se calcula!
Al Divino Corazón, desbordante de ternura,
se lo he dado todo... corro ligera.
No me queda nada más que mi única riqueza:
Vivir de Amor.
Vivir de Amor, es expulsar todo temor,
todo recuerdo de las faltas pasadas.
De mis pecados no veo ninguna huella,
¡en un instante el amor lo que quemado todo!
Llamarada divina, oh dulce hoguera,
en tu hogar he fijado mi estancia.
Es en tu fuego que yo canto a mi placer (cf Dn 3,51):
«¡Vivo de Amor!»...
«Vivir de Amor, ¡qué extraña locura!»
El mundo me dice: «¡Ah! deja de cantar,
no pierdas tus perfumes, tu vida:
sepas emplearlas útilmente!»
Amarte, Jesús ¡qué perdida tan fecunda!
Todos mis perfumes son tuyos para siempre,
Quiero cantar al salir de este mundo:
«¡Muero de Amor!»
Amar es darlo todo y darse a sí mismo.
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