Yo me acerco a cada uno como Paloma Mensajera de Amor. Es el hombre el que decide amarme o no amarme.
Como Primer Discípula de Mi Hijo, vengo y extiendo Mi Mano hacia todos los fieles discípulos de este instante, para que renovándose en la Fe y siendo más espirituales, decidan por voluntad propia tomar la cruz de cada uno y seguir el camino que Mi Hijo ha trazado para todos Sus hijos.
Mi Hijo ama a todos por igual y Yo amo a todos por igual. A todos espero con Mi Corazón abierto.
Hijos amados:
Sean humildes y sencillos, no son ustedes quienes le dicen a Mi Hijo cuándo explicitar Su Palabra y cuándo no.
Sus hermanos sufren en Nombre de Mi Hijo y los que se encuentran aquí frente a Mí, me miran, viviendo a su alderredor en este instante una aparente paz, mientras que hombres, mujeres y niños como ustedes padecen a causa de la Fe en la Palabra de Mi Hijo, dan su vida por no negar a Mi Hijo y por amarle más allá de la propia vida…
Miro a tantos de Mis hijos, aún los que se encuentran frente a Mí, con el corazón vacío, sin pensar ni por un instante en aquellos que toman la Cruz de Mi Hijo y en Ella se fusionan en la Voluntad del Padre.
¡Cuánta desesperación en los seres humanos!
¡Cuánto dolor se acerca a la humanidad en general!
!Cuánta falta de consciencia!
¡Cuántos políticos y cuántos expertos han presagiado la guerra! Y a ellos sí les prestan oídos pero no a Mí, que he venido anunciando el inicio de esta Gran Tribulación para la humanidad y anunciando el potencial nuclear en manos de tantísimos países en este instante…(1)
Luz de María: Nuestra Madre me permite mirar cómo dejan caer una bomba nuclear y miro cómo cae en la tierra y forma un viento huracanado, que a su vez forma algo como un remolino a gran velocidad casi imperceptible, una bola de fuego se alza formando un hongo que sube a la atmósfera. Todo queda bajo la honda de expansión, luego un silencio. Miro gran cantidad de humanos que de inmediato caen muertos, a otros les miro con lesiones graves, son como quemaduras intensas, miro que las personas luchan contra un calor sofocante, siendo esto en parte la causa de la muerte de gran cantidad de seres humanos. Miro que los sistemas de comunicación quedan inservibles. Los incendios se extienden por varios lugares.
Nuestra Madre continúa diciéndonos:
El hombre no sabe controlarse y la energía nuclear se encuentra en manos de hombres.
Esperaban el avance del Comunismo como una señal, y ¡cuántos países comunistas hay en este instante, sin que siquiera el pueblo sea consciente de ello! Pero sus dirigentes con ideologías comunistas transforman al pueblo inocente en seguidores de este gran flagelo. (2)
De un país pequeño e impensable ha surgido el que liderará y manipulará a grandes potencias. Así actúa el mal: en lo escondido, para no ser descubierto; en lo pequeño, para no representar amenaza; en lo imprevisto, para no dar tiempo a las conclusiones.
Hijos Míos:
¡Cuánto les he llamado y no han obedecido!...
¡Cuánto les he buscado y me han rechazado!...
¡Cuánto les hablo y desprecian Mis Palabras!...
Amadísimos hijos Míos:
Oren por Venezuela. Ese pueblo amado será acrisolado y la sangre de Mis hijos será derramada.
Hijos, hijos amados:
Hijos Míos:
El clima azotará toda la Tierra, donde hubo sol habrá frío, y donde hubo frío, habrá calor.
Hijos Míos:
Cada uno en particular camine mirando hacia lo alto…
Como hermanos, todos hijos de un mismo Padre y de esta Madre, eleven constantemente oraciones.
Yo, frente a la humanidad extiendo Mi Manto y acojo a todo aquel que se acerque a Mí e intercedo por todos ante Mi Hijo.
Reciban Mi Bendición Materna, que Mi Corazón palpitando de amor por cada uno de ustedes, se expande por toda la humanidad.
Les bendigo, reciban Mi Paz y reciban Mi Bendición Maternal.
Hermanos(as):
NUESTRA MADRE SANTÍSIMA NOS DEVELA LA URGENCIA ANTE LA CUAL SE ENCUENTRA LA HUMANIDAD...
Por eso Ella lleva a Sus hijos a mantener una exigente y a la vez amorosa reflexión sobre varios aspectos en los que recalca, no sólo el cumplimiento de los Mandamientos, sino la urgencia de una praxis espiritual de la religión. Esta praxis va más allá de ser un cristiano “light”, supone que un cristiano verdadero es el que aspira, no por apariencia, sino por convicción y ansia del alma, un acercamiento vivencial con el Hijo de Dios y una relación como la que puede mantener un hijo con Su Padre.
Esta praxis espiritual que la Madre nos indica da como fruto un hombre sensible, no sólo en el corazón sino en los sentidos, siendo partícipe a cabalidad de ese amor al prójimo, del que como discípulos de la Madre debemos mantener y no mirar como un hecho lejano y que no conmueve el alma. Un hombre sensible, viviendo y actuando en la Voluntad de Dios es partícipe en el espíritu del dolor, de la opresión, del terrorismo, del hambre, de la enfermedad y de la persecución a la que son sometidas nuestros hermanos, no sólo como hijos del Mismos Dios sino como seres humanos.
El hombre nunca ha estado frente a un peligro tan grande como en este instante debido a que el poderío nuclear que existe es muchísimo mayor que el de antaño; el cual ha sido gestado por la soberbia y el desprecio a la vida, creando armas tan letales que pocos pueden siquiera imaginar. Sabemos que existen más de 20.000 bombas atómicas diseminadas en los cinco Continentes, sabemos que el hombre está dispuesto a utilizarlas, pues ya lo ha hecho en dos oportunidades aniquilando a millares de inocentes… el Cielo alerta al hombre insistentemente sobre este flagelo que pende de un hilo, bastando sólo una mala decisión para que un holocausto sorprenda a la humanidad. Esto sin tomar en cuenta las enfermedades que han producido en laboratorios para utilizar como armas de extinción masiva.
Nuestra Madre Santísima nos llama a todos los seres humanos, sin distingos, en este instante en que depende de cada uno el que la humanidad sea preservada como Nínive, o sea dejada a merced del libre albedrío humano por sus malas acciones.
Hermanos(as) en Cristo:
En esta Cuaresma sacrifiquemos el yo humano, ofreciéndolo como ofrenda agradable a la Trinidad Sacrosanta, pero el ofrecimiento de este instante debe ir acompañado de una profundización en la realidad de lo que el hombre es capaz de llegar a crear. Esto para despertar a los semejantes con conocimiento de lo que vamos a transmitir, no por repetición de algo de lo que se es ignorante.
NO ESPEREMOS QUE LOS CUMPLIMIENTOS DEL CIELO NOS TOMEN POR SORPRESA. PREPARÉMONOS.
“Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados” Mt 5, 4
(1) Energia atomica
(2) Comunismo
(3) El gran Aviso de Dios
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