Del Santo Evangelio según San Mateo 23,23-26.
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que pagan el diezmo de la menta, del hinojo y del comino, y descuidan lo esencial de la Ley: la justicia, la misericordia y la fidelidad! Hay que practicar esto, sin descuidar aquello.
¡Guías ciegos, que filtran el mosquito y se tragan el camello!
¡Ay de ustedes, escribas y fariseos hipócritas, que limpian por fuera la copa y el plato, mientras que por dentro están llenos de codicia y desenfreno!
¡Fariseo ciego! Limpia primero la copa por dentro, y así también quedará limpia por fuera.
Martes 25/8:Mt. 23, 23-26:
Cuando uno se olvida de la ternura de Dios cae en ese fariseismo destructor en donde por cumplir a rajatabla la ley descuida al hermano. Ponete a ver que estamos llamados a llevar la ternura de Dios con nuestras vidas para recobrar al hermano. Acordate del pasaje del buen pastor, en donde deja a las 99 ovejas encerradas con candado para que ninguna se escape y se va a buscar a esa oveja pérdida.
Pero cuando la encuentra no es que la agarra a latigazos para que aprenda sino que la pone entre sus hombros y la lleva.
Me parece que vos y yo tenemos que dejar colgado en el cuarto el látigo y salir a buscar con ternura al hermano perdido.
Para obrar con ternura creo que tenes que acordarte de la ternura y paciencia que Dios tiene con vos, pero no hagas de la religión una cáscara para mostrarte. Ser católico no es campaña política en donde uno se muestra y empapela de lo que hace, ser cristiano es mostrar la ternura de Dios en la paciencia y misericordia con el hermano.
Luchemos por llevar al hermano perdido entre los hombros y no lo agarramos a cintarazos con el látigo de nuestras lenguas
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