Mensaje de Dios Padre, Nuestro Señor Jesucristo y la Santísima Virgen María a J. V.
Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Seguid adelante, Mis pequeños, estoy con vosotros, falta poco, Mis pequeños, para que Me recibáis, para que el velo caiga y podáis verMe y tocarMe, os estoy esperando.
Un corredor de larga distancia, sufre, le duelen sus músculos, hay un momento en que está por desfallecer, pero, también, está viendo el final, la meta y, a pesar de los dolores, persiste en su deseo de llegar, quiere ganar, ciertamente, pero si ve que ya lo pasaron, de cualquier manera, el deseo de terminar la carrera persiste, soporta los dolores y sigue adelante hasta llegar. La gente que lo espera le aplaude y él se anima, a pesar de que está exhausto.
Mis pequeños, esta es una analogía de lo que tenéis todavía qué trabajar para llegar hasta vuestra Casa Celestial. Tenéis una misión, que es vuestra carrera espiritual, vuestros ideales son santos y vuestro dolor, es perder la santidad, por los pecados en los que caéis continuamente.
Cuando Me amáis, de corazón, sufrís, porque caísteis en el pecado, os dejasteis convencer por satanás, Me disteis la espalda, traicionasteis Mi Amor. Si vosotros Me evitáis esto y Me amáis, realmente padecéis vuestras caídas. Ciertamente, os levantaréis lo más pronto posible, porque no os gusta vivir en el error y en el pecado, pero mientras estéis en la Tierra, sufriréis constantemente estas caídas en el pecado, que, ciertamente, os irán acrisolando. Poco a poco ésas caídas se irán haciendo más lejanas, porque iréis luchando con las Virtudes y buscando Mi Amor y eso os ayudará a ir venciendo las tentaciones y, así, aunque el pecado está constantemente acechándoos, vosotros tendréis la Fortaleza, en Mí, para vencer.
Seguid adelante, Mis pequeños, estoy con vosotros, falta poco, Mis pequeños, para que Me recibáis, para que el velo caiga y podáis verMe y tocarMe, os estoy esperando y no importa que lleguéis en primero, tercero, quinto o vigésimo lugar, os amo a todos, el regalo es Mi Reino, Yo Soy vuestro Regalo eterno.
Venid, no os quedéis en el camino sin ganas de levantaros y seguid adelante, tenéis vuestro premio Conmigo, un Premio seguro, un Premio lleno de Amor. Seguid adelante y ayudad a vuestros hermanos a terminar la carrera, que serán todas las almas premiadas con Mi Amor, aquí en el Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: El Matrimonio Cristiano debe dar vida, primeramente, para los cónyuges y luego ellos, a su vez, deben dar vida a los hijos, pero, no solamente vida al cuerpo, sino, principalmente, al alma.
Hijitos Míos, mucho os he hablado del Matrimonio Cristiano. El Matrimonio Cristiano, podría decir, es Mi Presencia en la Tierra y así lo debéis tomar, Mis pequeños.
El Matrimonio Cristiano, es la vida del Cielo en la Tierra, son Mis Enseñanzas en vosotros y en los vuestros. El Matrimonio Cristiano debe dar vida, primeramente, para los cónyuges y luego ellos, a su vez, deben dar vida a los hijos, pero no solamente vida al cuerpo, sino, principalmente, al alma. El Matrimonio Cristiano debe ir paralelo a las Enseñanzas de los Evangelios.
Yo, vuestro Hermano, vuestro Dios, estoy entre vosotros, os dejé Mi Vida, Mis Enseñanzas, Mis Experiencias como Hombre y como Dios y vosotros, por amarMe, debéis tomarlas para crecer espiritualmente, tener una defensa fuerte contra las acechanzas de satanás, que las tenéis en cada momento, y por vivirMe en vuestro corazón podréis vencer fácilmente a satanás y podréis, también, fácilmente llegar al Reino de los Cielos.
Suena fácil, pero sé que es difícil para vosotros, porque no estáis crecidos, suficientemente, en el Amor y en Mis Enseñanzas.
Si vosotros pusierais un poco más de interés en llevar una vida, verdaderamente, cristiana, todo cambiaría en vuestro entorno, en vuestra ciudad, en el Mundo entero. Vosotros, perfectamente, sabéis el Poder que tiene una Palabra Mía, dicha de corazón, con un deseo profundo para servirMe.
Cuando ésa palabra, ésa frase, la decís con Fe y, sobre todo, que os sintáis apoyados de Mi Presencia en vuestra vida, lograréis obtener lo que queráis, si es para vuestro crecimiento espiritual. En las Sagradas Escrituras os dije que, si acaso tuvierais Fe, del tamaño de una semilla de mostaza, podríais arrancar una montaña y ordenarle que fuera hasta el mar.
Mis pequeños, el poder de la palabra es inmenso, especialmente si Yo estoy atrás de ésa Palabra, si Me estáis incluyendo a Mí, si sentís Mi apoyo en vuestros deseos, en vuestras palabras, en vuestros pensamientos. Si Yo Vivo en vosotros y vosotros para Mí, al usar Mis Palabras, al vivir Mis Palabras, podréis hacer milagros. Podréis convertir almas tercas, difíciles, pecaminosas, podréis resucitar muertos y arrojar demonios, nada es imposible para un alma que está Conmigo, que se apoya en Mí, que tiene una Fe absoluta.
Por eso, tantas veces os he dicho que Yo quiero Ser Uno en vosotros, apoyaos en Mí, Mis pequeños, sois Mis apóstoles de estos tiempos. El apóstol lleva Mi Palabra, lleva Mi Ejemplo, lleva Mis Poderes Divinos, pero, sobre todo, lleva Mi Amor a sus hermanos.
Apoyaos en Mí en todo momento, no hagáis las cosas, cualesquiera que éstas sean, si vosotros antes, no os apoyáis en Mí. Pedid Mi ayuda, pedid Mi Discernimiento Santo en lo que vayáis a hacer, pedid las capacidades, hasta sobrenaturales, para que Yo os ayude a que lo que hagáis sea perfecto para bien de los demás y también para bien vuestro. No actuéis nunca solos, sois muy pequeños, satanás es muy poderoso, no os sintáis más poderosos que él, porque si actuáis solos, os va a destrozar, si actuáis Conmigo, él quedará aplastado.
Son tiempos de gran, en lucha estos momentos no deberéis salir al campo de batalla solos ni desprotegidos, deberéis estar Conmigo en todo momento y apoyados en Mí, para vencer al que os quiere destruir.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Son Palabras duras las que os digo en los Evangelios, que aquél que se avergüence de hablar de Mí, Yo Me avergonzaré, cuando lleguéis al Reino de los Cielos, de vuestra presencia ahí, ante Mi Padre.
(Lenguas…) Hijitos Míos, son Palabras duras las que os digo en los Evangelios, que aquél que se avergüence de hablar de Mí, Yo Me avergonzaré, cuando lleguéis al Reino de los Cielos, de vuestra presencia ahí, ante Mi Padre.
Mis pequeños, daos cuenta que se os dio el don de la vida, para llevar Vida a vuestros hermanos, ésa es vuestra misión real, dar Vida, pero ¿qué clase de vida? Vida de Amor, porque Yo Soy el Amor.
El Universo entero se alimenta de Amor, vive de Amor, todo fue creado en el Amor y vuestra obligación, es la de amaros los unos a los otros, producir amor, para que se puedan salvar las almas por el amor que vosotros deis.
Mis Palabras, Mis Consejos, fueron de Amor, es crecimiento espiritual el que os di, Mis pequeños. Toda Mi Evangelización fue de Amor, Mi Padre Es el Amor y vosotros fuisteis creados por Amor, para amar y ser amados.
Todo se desarrolla en el Amor y eso es lo más importante que vinisteis a hacer a la Tierra a vuestra misión, a amar.
Satanás os desvía, porque el Amor ya no es parte de él, él rechazó el amor y por eso os ataca tanto, por envidia, porque ya no puede amar.
Es triste esto, Mis pequeños, imaginad por un momento que vosotros no pudieras amar, que nada más hubiera odio dentro de vosotros, que no pudiera haber ninguna posibilidad de que pudierais dar un gesto amoroso, aunque fuera pequeño, a alguno de vuestros hermanos, eso es satanás, odio, obscuridad, muerte, maldad, destrucción. Os volveríais locos si vosotros fuerais así, vuestra alma tiende al Amor.
Os he dicho que, aún al más malvado, se le puede enternecer su alma al ver a su hijo recién nacido, o con una caricia de su hijo pequeñito.
Mientras estáis sobre la Tierra, ésa pequeña llamita de Amor, puede crecer. A veces, puede crecer con una palabra amable que salga de vosotros, un “buenos días”, “buenas tardes”, el “¿cómo estáis?” Simplemente, que vosotros mostréis, a un hermano vuestro, algo de amor, de atención, puede hacer un cambio notable en un alma. No desperdiciéis las oportunidades de poder cambiar almas hacia el amor. Que de vosotros siempre salgan palabras amables, deseos buenos y veréis lo que hace el milagro del Amor a través de vosotros.
Sois instrumentos de Mi Amor y eso os debe tener muy contentos. Meditad en esto, Mis pequeños, porque no todas las almas se dejan mover por Mi Amor. Fuisteis escogidos, fuisteis llamados a amar y a ser amados, que eso os tenga muy contentos, Mis pequeños, porque por ése simple hecho, sois poseedores del Cielo en la Tierra y sois almas escogidas para vivir eternamente en el Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Os he dicho en las Escrituras que lo que le hagáis a un hermano vuestro, a Mí, Me lo estáis haciendo, sea bueno o sea malo, lo que hagáis, a Mí Me lo estáis haciendo.
Hijitos Míos, una palabra buena, siempre es bien recompensada. Os he dicho en las Escrituras que lo que le hagáis a un hermano vuestro, a Mí, Me lo estáis haciendo, sea bueno o sea malo, lo que hagáis, a Mí Me lo estáis haciendo.
Si vosotros comprendierais mejor estas Palabras, cuidaríais más vuestra persona, en el sentido de cómo os comunicáis con vuestros hermanos, qué palabras utilizáis, qué forma de ser tenéis hacia ellos, cuáles son vuestros deseos hacia vuestros hermanos, todo será juzgado al final de vuestra existencia y, el Juicio, os he dicho, será en el Amor. ¿Cuánto Amor dejasteis entrar a vuestro corazón?, ¿cuánto Amor disteis a vuestros hermanos?, ¿cómo les ayudasteis a ellos a comprender cómo amar?
Vosotros dependéis de vuestros hermanos, ellos, dependen de vosotros, os necesitáis los unos a los otros, lo que deis de ejemplo a los demás, más tarde lo padeceréis. Si disteis buen ejemplo, buenas cosas recibiréis de regreso, si disteis mal ejemplo, sufriréis lo que sembrasteis. Eso es Justicia Divina, eso es un actuar Justo y vosotros mismos vais creando vuestro destino.
Realmente vuestra vida se va a ir dando de acuerdo a vuestro actuar. Vosotros vais sembrando, en los corazones de los que os rodean, cosas buenas o cosas malas y, a veces, ni os dais cuenta de ello. Por eso, os repito, tenéis que ser muy conscientes en lo que decís y cómo actuáis ante vuestros hermanos, porque más tarde os lo van a reprochar u os lo van a agradecer.
Es tan importante esto, Mis pequeños, que es la forma en que podéis cambiar al Mundo. Si os proponéis a hacer cosas buenas, vuestros hermanos aprenderán y harán ésas cosas buenas que les estáis enseñando. Vosotros decís que vuestros hijos pequeñitos aprenden, desde muy pequeños, con lo que ven con sus ojos, con lo que sienten de vosotros, hasta del tono de las palabras, aunque no las entiendan, en la forma en que se las estéis diciendo, si son agradables o son ruidos horribles para los oídos de vuestros pequeños bebés, cuando hay gritos y groserías, sienten que no los amáis.
Todo eso lo va resintiendo el alma y tarde o temprano, aflorará. ¿Qué sembrasteis? Ésa es vuestra pregunta.
Gracias, Mis pequeños
Quinto Misterio. Habla La Santísima Virgen María.
Sobre: Cuando sois escogidos para algo, Mis pequeños, ya Mi Señor os da todo lo necesario para que vosotros podáis vencer al enemigo y cumplir vuestra misión, siempre y cuando os soltéis completamente a Su Voluntad.
El soldado va bien entrenado, sus superiores han hecho el trabajo para que se pueda defender, él, en lo particular y pueda defender a su patria en sus intereses.
Sois Mis soldados, Mis pequeños, Soy vuestra Madre, la Siempre Virgen María y, vosotros, los que habéis sido escogidos por Mi Padre y por Mi Dios, sois los que lucharéis por la vida de amor entre los hombres.
Mis pequeños, es una Gracia muy grande servir a Nuestro Dios, Nuestro Señor, Nuestro Creador. Él es Todo y, lo que Él le pida a un alma, es una Gracia inmensa la de ser escogidos, por su Creador, para una determinada misión.
Cuando sois escogidos para algo, Mis pequeños, ya Mi Señor os da todo lo necesario para que vosotros podáis vencer al enemigo y cumplir vuestra misión, siempre y cuando os soltéis completamente a Su Voluntad.
Mi Señor y Mi Dios, os da el libre albedrío y ahí es donde deberéis actuar en absoluta Sabiduría. Si vosotros os veis a vosotros mismos, y la soberbia entra en vosotros, no dejaréis actuar plenamente a Nuestro Dios y Señor.
El alma es vencida por satanás cuando vosotros os sentís autosuficientes y así caéis en el error; satanás os conoce perfectamente y sabe cuáles son vuestros puntos débiles y, precisamente por eso, Mis pequeños, deberéis actuar con astucia y Sabiduría y ¿cuál es ésa astucia y Sabiduría?, el saber que sois débiles en uno o en más detalles de vuestra forma de ser.
Si vosotros sois sabios, sabréis perfectamente cuáles son ésos defectos que tenéis. Habéis luchado con ellos toda vuestra existencia y no os habéis sabido proteger. Sois débiles y ahí os atacará satanás, pero si aceptáis vuestro error, si aceptáis que sois imperfectos y que necesitáis ayuda, al pedirla a Nuestro Dios y Señor o a Mí Misma, La Siempre Virgen María, vuestra Madre, trabajareMos en vosotros, SereMos los que os guiareMos; satanás os verá a vosotros, vuestros hermanos a vuestro alrededor os verán a vosotros, pero, vuestro interior, ya no va a ser el vuestro, la Gracia de Mi Dios y Mi Presencia, también, serán las que os guíen, os protejan y, satanás, tratará de atacaros en vuestros puntos débiles, pero no os vencerá, porque ya no seréis vosotros mismos, Seremos Nosotros, en vosotros, y no podrá venceros.
Entended esto, Mis pequeños, perfectamente, para que, al aceptar vuestras deficiencias, os protejáis, inmediatamente, con Nuestra Fuerza y de esta forma, satanás nunca os vencerá.
Es Nuestra Promesa, nunca, nunca os vencerá. Dejaos mover por la Sabiduría Divina y venceréis, venceréis a satanás.
Gracias, Mis pequeños.
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