"En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios en Cristo Jesus quiere de vosotros. No extingais el Espiritu; no desprecies las profecias; examinadlo todo y quedados con lo bueno." 1 TESALONISENCES 5: 18-21

El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca." San Lucas 6:45

QUE LA PRECIOSA SANGRE QUE BROTA DE LA SAGRADA CABEZA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, TEMPLO DE LA DIVINA SABIDURIA, TABERNACULO DEL DIVINO CONOCIMIENTO Y LUZ DEL CIELO Y DE LA TIERRA NOS CUBRA AHORA Y SIEMPRE. AMEN+++

“OH JESUS, CUBREME CON TU INFINITA SANGRE PRECIOSA CADA INSTANTE DE MI VIDA. AMEN"


"Ora y espera; no te inquietes. La inquietud no conduce a nada. Dios es misericordioso y

escuchará tu oración. Padre Pio"


lunes, 22 de diciembre de 2014

EVANGELIO DEL DIA Y HOMILIA POR REV. LUIS ZAZANO: DOMINGO 21 DE DICIEMBRE DE 2014


Del Santo Evangelio según San Lucas 1,26-38.
En el sexto mes, el Angel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
a una virgen que estaba comprometida con un hombre perteneciente a la familia de David, llamado José. El nombre de la virgen era María.
El Angel entró en su casa y la saludó, diciendo: "¡Alégrate!, llena de gracia, el Señor está contigo".
Al oír estas palabras, ella quedó desconcertada y se preguntaba qué podía significar ese saludo.
Pero el Angel le dijo: "No temas, María, porque Dios te ha favorecido.
Concebirás y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús;
él será grande y será llamado Hijo del Altísimo. El Señor Dios le dará el trono de David, su padre,
reinará sobre la casa de Jacob para siempre y su reino no tendrá fin".
María dijo al Angel: "¿Cómo puede ser eso, si yo no tengo relaciones con ningún hombre?".
El Angel le respondió: "El Espíritu Santo descenderá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso el niño será Santo y será llamado Hijo de Dios.
También tu parienta Isabel concibió un hijo a pesar de su vejez, y la que era considerada estéril, ya se encuentra en su sexto mes,
porque no hay nada imposible para Dios".
María dijo entonces: "Yo soy la servidora del Señor, que se cumpla en mí lo que has dicho". Y el Angel se alejó.

HOMILIA
Por Rev. Luis Zazano
Lc 1, 26-38:

En este tiempo la Virgen María ocupa un lugar especialísimo, ella muestra sencillez, humildad y frescura, su virginidad es la flor y el tallo es su humildad por eso acoge en la fe y en la carne a Jesús, el Hijo de Dios la clave de esto es su obediencia a lo que Dios le pide.

El término chaîre, "alégrate", parece un saludo normal, usual en el ámbito griego; pero esta palabra, si se lee sobre el trasfondo de la tradición bíblica, adquiere un significado mucho más profundo. Este mismo término está presente cuatro veces en la versión griega del Antiguo Testamento y siempre como anuncio de alegría por la venida del Mesías (cf. So 3, 14; Jl 2, 21; Za 9, 9; Lm 4, 21).

El saludo del ángel a María es, por lo tanto, una invitación a la alegría, a una alegría profunda, que anuncia el final de la tristeza que existe en el mundo ante el límite de la vida, el sufrimiento, la muerte, la maldad, la oscuridad del mal que parece ofuscar la luz de la bondad divina. Es un saludo que marca el inicio del Evangelio, de la Buena Nueva.

Vemos que hay un llamado con nombre, Dios sabe quien sos y hasta donde podes, además el te da lo que te pide, hay un llamado concreto y te llama con nombre para mostrarte que sabe quien sos.

La segunda parte del saludo: "El Señor está contigo". María se identifica con el pueblo al que Dios tomó como esposa, en ella se cumple la espera de la venida definitiva de Dios, en ella establece su morada el Dios viviente. Además ponete a ver, le dice que Dios está con Ella, que Dios confía en Ella, como dicen los jóvenes "Dios le hace el aguante" cuantas veces Dios te hace el aguante, te muestra que esta con vos y necesita sólo que le digas que sí, hoy Dios también te dice a vos que está con vos, no te lo olvides. Hoy domingo en algún momento repetí: "DIOS ESTÁ CONMIGO".

En el saludo del ángel, se llama a María "llena de gracia"; en griego el término "gracia", charis, tiene la misma raíz lingüística de la palabra "alegría". Pues la alegría proviene de la gracia; es decir, proviene de la comunión con Dios, del tener una conexión vital con Él, del ser morada del Espíritu Santo, totalmente plasmada por la acción de Dios, por eso si vos llevas una vida en gracia no podes caer en la tristeza, Dios se manifiesta en vos con la alegría, así que nada de ser de misa diaria y ser un pesimista avinagrado, al contrario, se un hombre que tiene dentro suyo a Dios.

Quisiera presentarte otro punto, en este camino también hay momento de oscuridad, María tendrá su momento de dolor en la cruz con su hijo. No es distinto incluso para el camino de fe de cada uno de nosotros: encontramos momentos de luz, pero hallamos también momentos en los que Dios parece ausente, su silencio pesa en nuestro corazón y su voluntad no corresponde a la nuestra, a aquello que nosotros quisiéramos.

Pero cuanto más nos abrimos a Dios, acogemos el don de la fe, ponemos totalmente en Él nuestra confianza –como María–, tanto más Él nos hace capaces, con su presencia, de vivir cada situación de la vida en la paz y en la certeza de su fidelidad y de su amor. Sin embargo, esto implica salir de uno mismo y de los propios proyectos para que la Palabra de Dios sea la lámpara que guíe nuestros pensamientos y nuestras acciones.

Hay una actitud de fondo que María asume ante lo que sucede en su vida y que te puede ayudar a vos. En la Anunciación ella queda turbada al escuchar las palabras del ángel –es el temor que el hombre experimenta cuando lo toca la cercanía de Dios–, pero no es la actitud de quien tiene miedo ante lo que Dios puede pedir. María reflexiona, se interroga sobre el significado de ese saludo. La palabra griega usada en el Evangelio para definir "reflexionar", "dielogizeto", remite a la raíz de la palabra "diálogo". Esto significa que María entra en íntimo diálogo con la Palabra de Dios que se le ha anunciado; no la considera superficialmente, sino que se detiene, la deja penetrar en su mente y en su corazón para comprender lo que el Señor quiere de ella, María no se detiene en una primera comprensión superficial de lo que acontece en su vida, sino que sabe mirar en profundidad, se deja interpelar por los acontecimientos, los elabora, los discierne, y adquiere aquella comprensión que sólo la fe puede garantizar.

Es la humildad profunda de la fe obediente de María, que acoge en sí también aquello que no comprende del obrar de Dios, dejando que sea Dios quien le abra la mente y el corazón. Por eso reflexiona con y desde Dios.

 En María mira esa actitud de escucha y de confianza en Dios, buen domingo!

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