Del Santo Evangelio según San Marcos 7,31-37.
Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea, atravesando el territorio de la Decápolis.
Entonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos.
Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua.
Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: "Efatá", que significa: "Abrete".
Y enseguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente.
Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban
y, en el colmo de la admiración, decían: "Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos".
Mc. 7, 31-37:
Dios siempre te da una ayudita en la vida con signos, signos que llevan a darte cuenta que es Él quien te llama, vos tenes que luchar por tener los oídos afinados y los ojos bien abiertos.
Los signos mesiánicos del Reino los encontramos en el evangelio de hoy; Jesús mismo es un signo de que estamos llamados en ir al cielo, nuestra vida implica el cielo. la salvación que Israel esperaba debía ir acompañada de grandes signos y de curaciones corporales. Isaías ya anunciaba que el mesías abrirá los ojos a los ciegos y los oídos a los sordos, transformará a la creación. Dios te muestra eso, cuando conoces a Jesús te da esperanza, da vida, te devuelve la vida y transforma tu vida, te "abre" te abre a lo nuevo, te muestra que lo cerrado te lleva a cerrarte a lo nuevo, te lleva a ser un cristiano abierto.
Cuando Jesús llega a tu vida te hace libre, libre para hablar y libre para escuchar, es esa libertad que tenemos los hijos de Dios, eso si, libertad no liberalismo, no lo confundas. La curación del sordomudo manifiesta la presencia del poder salvifico de Jesús, el Mesías. Santiago afirma que la fe se prolonga en el amor desinteresado, en la caridad hacia los pobres y marginados, esos excluidos de hoy. no seas cerrado y abrite al otro. un cristiano cerrado que hace de su vida un clan es porque está ciego y sordo, es un mudo, incluso de los grupos parroquiales y movimientos lo podemos convertir en una Iglesia sordomuda, cerrada y en donde no se abre al otro y hacia los otros.
Recordá que Dios ha elegido a los pobres del mundo para hacerlos herederos, esos pobres que no son los que tienen poco sino aquellos que carecen de mucho, a los pobres no los podemos despreciar sino tenerles disponibilidad.
hoy necesitamos dar a este mundo disponibilidad, estar disponibles al otro y no ser personas cerradas y ocupadas, abrí tu corazón y estate disponible que hay alguien que tenes que ayudar, no en africa o en oceania sino a la vuelta de tu casa o en tu misma casa.
Buen domingo!
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