PEDIDLES A VUESTROS SANTOS ANGELES CUSTODIOS QUE OS GUIEN, QUE OS ENSEÑEN A AMARME MAS
Febrero 11 de 2016
Mensaje de Dios Padre y Nuestro Señor Jesucristo a J. V.
Primer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Recordad que sois instrumentos, el instrumento no da su opinión, el verdadero instrumento se deja mover por Mí y no habla, no critica, no busca ser el primero ni ser el importante, el Maestro, que Soy Yo, vuestro Dios, es Quien os mueve.
Como hijos Míos, Mis pequeños, un distintivo que debéis mantener siempre con vosotros es el de la humildad.
Recordad que sois instrumentos, el instrumento no da su opinión, el verdadero instrumento se deja mover por Mí y no habla, no critica, no busca ser el primero ni ser el importante, el Maestro, que Soy Yo, vuestro Dios, es Quien os mueve, que, ciertamente, en vuestra actuación y en vuestras palabras, Me reconocerán a Mí, vuestro Dios, pero serán Mis Palabras, serán Mis Pensamientos, serán Mis Obras a través de vosotros y así debe quedar patente ante vuestros hermanos y, de vosotros, no debe quedar, en ningún momento, vuestra opinión antes que la Mía.
Esto os lo digo, Mis pequeños, para protegeros de aquellos que están con el enemigo, de aquellos que os pueden atacar por lo que vosotros digáis, porque venga de vosotros. Si vosotros dejáis que salgan palabras sabias de vuestros labios, así las reconocerán vuestros hermanos y no las podrán atacar porque reconocerán que vienen de Mí y satanás y sus secuaces, no pueden contra lo que viene de Mí, pero si vosotros habláis y actuáis por vuestra propia cuenta, entonces sí os atacarán y cruelmente, Mis pequeños.
Os vuelvo a repetir, esto os lo digo por vuestra protección, porque daréis ejemplo santo. Esa es vuestra misión en la Tierra en estos momentos, ser Mis instrumentos, ser Mis apóstoles, ser instrumentos santos, para mover a muchas almas hacia la conversión y hacia la salvación eterna.
Meditad esto que os digo, Mis pequeños, es una lección muy grande, fuerte y bella a la vez, en donde Yo, deberé aparecer a través de vosotros. Es un honor grande para vosotros, como instrumentos, pero también son momentos de aprendizaje, en donde, como os dije, la humildad debe ser vuestra arma fuerte contra los ataques que pudierais tener de satanás, por eso, os repito, no habléis o actuéis por vosotros mismos.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Nuestro Señor Jesucristo.
Sobre: Por eso, se os ha dado la Gracia, que, al pedirla, dejaréis de atormentar Mi Sacratísimo Corazón y esto es, cuando se os dijo que pidierais la trasfiguración de cuerpo y alma.
Hijitos Míos, Yo bajé a la Tierra a serviros, a darMe completamente por vuestra salvación y, ciertamente, aún, a pesar del dolor, de la traición, de las maldades que Me hacían continuamente Mis enemigos, Me volvería a dar por cada uno de vosotros. No os imagináis cómo os amaMos, Mis pequeños. Mi Padre, vuestro Padre, Me concedió esta Gracia, el de bajar a salvaros.
Lo más cercano que vosotros podáis vivir y entender, de Nuestro Amor, por vosotros, aquí en la Tierra, es la donación de un padre por sus hijos, pero hablo de aquellos que realmente aman a sus hijos. Es un dolor muy fuerte cuando hay la pérdida del hijo, especialmente cuando el hijo vive en la maldad y causando problemas a su alrededor. El hijo siempre será el hijo para los padres y es una unión espiritual muy fuerte y se sufre mucho. Ahora imaginad eso, multiplicado por millones de veces, por cada una de las almas, del pasado, del presente y del futuro y Yo Me di por todos vosotros. Ciertamente, sólo Yo, vuestro Dios, podría soportar ése dolor, de sufrimiento, de muerte, de traición y no estoy hablando solamente de Judas, el que Me traicionó entre los apóstoles, estoy hablando de la traición de infinidad de almas, del presente, del pasado y del futuro, que no iban, que no van a cambiar hacia el Bien y ni siquiera un agradecimiento por Mi Donación a ellos.
Mi Donación fue real por cada uno de vosotros, Me di por miles de millones de almas. El hombre, es el que acepta y agradece o desprecia y traiciona Mi Donación, pero Mi Donación se dio y sufrí, aceptaran o no y, eso duele mucho, Mis pequeños, pero, ciertamente, duele más cuando, a pesar de haber hecho todo esto, por cada uno de vosotros, todavía recibo la traición de infinidad de almas y la falta de agradecimiento de haberMe dado por vosotros.
Ciertamente, todos vosotros Me seguís traicionando en mayor o en menor grado, porque seguís cometiendo pecados graves o no tan graves, pero son pecados y estos son traiciones a Mi Amor. Por eso, se os ha dado la Gracia, que, al pedirla, dejaréis de atormentar Mi Sacratísimo Corazón y esto es, cuando se os dijo que pidierais la transfiguración de cuerpo y alma. Los apóstoles fueron transfigurados para iniciar su misión Mundial, ciertamente, en ellos difícilmente se daba un pecado grave.
Siendo humanos, ciertamente, seguís pecando, pero cuando más os acercáis a la perfección en la Gracia, difícilmente se peca gravemente. Por eso, vosotros, los que sabéis amarMe o estáis buscando el amarMe más, pedid vuestra transfiguración, para que os acerquéis mucho más a Mi Corazón, para que entendáis todo este Misterio de Amor, para que Me acompañéis en esta Cuaresma y viváis, junto Conmigo, todos los dolores, traiciones, Mi Muerte y Resurrección, pero, también, la alegría de la salvación de infinidad de almas que respondieron positivamente, Me apoyaron, Me apoyan y Me apoyarán en Mi Donación y, sobre todo, Me agradecerán o Me han agradecido Mi Donación y vuestra salvación eterna.
No os imagináis Mis pequeños, el gusto que Me da y el alivio que recibo en Mi Corazón cuando un alma se acerca a Mí, se une, trata de comprenderMe y Me consuela, porque son mucho más las almas que no agradecen, que se han olvidado de Mí y que no saben el valor de Mi Donación para su salvación eterna, porque, ciertamente, hay almas para las cuales no existo ni les interesa el que Yo Me haya dado por ellas.
¡Qué tristeza, Mis pequeños, Ser vuestro Dios y vuestro Creador, en Mi Santísima Trinidad y no hay nunca un recuerdo, un agradecimiento, una sonrisa para Mí, vuestro Dios!
Por eso Me acerco cada vez más a las almas que Me aman, para aquellas en las cuales puedo confiar, en las que puedo descansar en su corazón, en aquellas que aceptan, de corazón, lo que les pido, aunque sea difícil y doloroso para su vida, pero Me dan sus sufrimientos, su amor, su cariño para aliviar Mis Penas y Dolores.
Os he dicho que Yo Vivo en un eterno presente para vosotros y Me podéis acompañar en todos los momentos de Mi Vida aquí en la Tierra, podeMos compartir, alegrías, tristezas, dolores, triunfos.
Vivid más continuamente Conmigo, Mis pequeños y especialmente más en estos momentos que vendrán de cambio Universal; mientras más os unáis a Mí, menos doloroso va a ser vuestro cambio.
Vosotros os habéis acercado a Mí, ¿cómo os podré olvidar, Yo, en vuestros momentos difíciles y dolorosos? Os he dicho que tomaré vuestros dolores, pero quiero que Seamos Uno en todo. Si vosotros Me acompañáis o Me habéis acompañado alguna vez en Mi Pasión, en Mi Vida, ¿cómo no voy a estar Yo agradecido y os abandone en los momentos que vendrán de tribulación para toda la humanidad y en el Universo entero?
Estad seguros que estaré con vosotros, como vosotros estáis Conmigo, continuamente pensando en Mí y acompañándoMe en Mis momentos difíciles. TeneMos que ser un solo Corazón, Mi Amor con vuestro amor, Mi Corazón en vuestro corazón y así, mutuamente Nos apoyareMos.
Soy vuestro Dios, Soy vuestro Salvador, pero necesito de vuestra compañía, porque también Soy Hombre. AcompañadMe, dadMe valor con vuestras palabras, dadMe ánimos por aquellos que no Me los dan, porque Me han traicionado, porque se han olvidado de Mí, porque no Me buscan, porque no Vivo en sus vidas. Os quiero ver en todo momento en Mi Vida; repasad Mi Vida, desde Mi Nacimiento hasta Mi Resurrección, hasta Mi Ascensión. Así como Me acompañéis y viváis Conmigo continuamente en vuestro pensamiento y en vuestro corazón, así estaré, Yo también, animándoos en estos momentos, acompañándoos, dándoos ánimo para seguir adelante y, así, vuestros momentos difíciles tendrán un consuelo Divino de parte Mía, de parte de vuestro Dios, de parte de vuestro Salvador. SigaMos unidos, Mis pequeños, siendo Uno para el Otro.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Desperdiciáis las capacidades que Yo les he dado a vuestros Santos Ángeles para ayudaros en lo que necesitéis. Amadles de corazón, agradecedles de corazón, que ellos os han cuidado a lo largo de toda vuestra existencia.
Mis pequeños, en estos tiempos de tribulación, ciertamente, muchos fallaréis porque no confiáis plenamente en todo lo que Yo os he dejado en las Sagradas Escrituras, por no entenderlas y confiar en ellas, menos confiaréis en la Guía amorosa que os he dejado en vuestros Santos Ángeles Custodios y en toda la Corte Celestial Angelical que os estará cuidando en la Tierra, para que vosotros, vuestra alma, no se pierda.
Son vuestros compañeros de viaje, pero, no solamente eso, os aconsejan, os guían, os salvan, no permiten que tropecéis, si vosotros, realmente, confiáis en ellos y se lo pedís. Ellos os conocen muy bien, están con vosotros, desde vuestro nacimiento, desde vuestra concepción, es más, os cuidan en el vientre materno y ya cuando estáis fuera del vientre materno, continuamente velan por vosotros, interceden ante Mí por vosotros. Son verdaderos amigos, son verdaderos servidores vuestros, son intercesores ante vuestras necesidades físicas, materiales, espirituales.
Pero la gran mayoría de vosotros, no los invocáis, ni les permitís llevar a cabo su misión perfectamente, puesto que vosotros no les dais su lugar.
Ciertamente, Yo los he creado y os los he puesto para vuestra protección mientras estáis misionando en la Tierra y vosotros desperdiciáis mucho de ellos, de su presencia real junto a vosotros. Si aprendierais a confiar en ellos, si aprendierais a saberles escuchar, si aprendierais a dejaros guiar para que os hicieran u os ayudaran a un crecimiento espiritual más alto que lo que tenéis ahora, seríais diferentes.
Os repito, los desperdiciáis inmensamente. Ellos saben mucho, ellos aman mucho, ellos viven para Mí y para vosotros. Pedidles a ellos que os guíen, que os enseñen a amarMe más, que os lleven por caminos seguros, caminos llenos de virtud, caminos llenos de amor, para que seáis ésos Cristos que tenéis que ser mientras misionáis entre vuestros hermanos. Su sola presencia es Luz junto a vosotros, ellos os protegen de todo ataque del enemigo, de toda obscuridad y de maldad con la que satanás os quiere envolver. Vuestra Fe en ellos, les da fuerza, si vosotros no los tomáis en cuenta, les debilitáis, porque no tenéis Fe en ellos y si no tenéis Fe en ellos, no les pedís protección ni guía ni sustento. Desperdiciáis las capacidades que Yo les he dado a vuestros Santos Ángeles para ayudaros en lo que necesitéis. Amadles de corazón, agradecedles de corazón, que ellos os han cuidado a lo largo de toda vuestra existencia. Son más que vuestros amigos íntimos, conocen, prácticamente, todo el Bien y todo el mal que habéis causado y obrado en vuestra vida.
Sed humildes y sencillos con ellos, como ellos lo son para con vosotros. Invocadlos en todo momento y así aseguraréis una protección muy grande, especialmente en estos momentos que estáis viviendo y sobre todo para los que vendrán. Mientras más los invoquéis más aprenderéis y más fácil sabréis manejaros en la Tierra.
Estáis rodeados de almas buenas, pero también de almas malas. Apoyaos en ellos, para que no sucumbáis en los ataques de satanás, que se van a ir incrementando en breve.
Aprended a escucharlos y esto se logra en la Fe y en la oración. Invitadlos en todo momento a que ellos oren con vosotros y, así, iréis teniendo una intimidad más fuerte y los iréis sintiendo realmente poco a poco, cada vez más.
Os dije que son vuestros compañeros de viaje, vuestros compañeros de misión, confiad en ello. Ellos conocen vuestra misión, porque Yo les he dado ése Conocimiento. Dejaos, también, mover por ellos, ellos os cuidan, agradecedles y dejadlos que os guíen hacia Mí.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Soy un Dios Amoroso, Soy un Dios de Bien, Soy un Dios Misericordioso que quiere perdonar los pecados a los hombres y quiere exaltar la virtud en todo momento para ganaros vuestra salvación eterna.
Hijitos Míos ciertamente, en vuestro Juicio, estará presente satanás. Pondrá ante Mi Presencia, todas vuestras maldades, todos los actos malos que cometisteis, contra la Pureza, contra vuestra santidad, contra vuestra alma y, especialmente, todo aquello que Me ofendió. Por otro lado, también, estará Presente el Cielo, de parte vuestra, también veréis todo lo bueno que hicisteis a lo largo de vuestra vida.
Ciertamente, habréis olvidado muchas cosas pero en ése momento conoceréis, todo, lo bueno y lo malo, vuestras intenciones, ya que, muchas veces aparentáis hacer el Bien, pero vuestra intención es mala o podrá vuestra obra aparecer como mala, pero vuestra intención era buena y eso solamente lo sabré Yo, vuestro Dios. Nada se esconderá en ése momento de vuestro Juicio, lo veréis todo tal como es.
Os he dicho, varias veces, que a lo largo de vuestra vida os detengáis un momento y os veáis en ésa situación futura y real que sucederá en vuestra vida y que afectará vuestro futuro eterno. Cuando os he dicho que hagáis en vida, todo esto, es para que, en honestidad de corazón, os deis cuenta, con la ayuda de Mi Santo Espíritu, cuál es vuestra realidad espiritual ante Mí y, así, vosotros podáis enmendar vuestra vida, si estáis mal ante Mis Ojos o que prosigáis perfeccionándoos en el Bien, si es que estáis bien ante Mis Ojos.
Se os ha explicado que hay niveles en el Cielo, en el Purgatorio, en el Infierno, pero hablando de vuestra salvación, Yo os quisiera salvar a todos y, mientras más amor vosotros produzcáis en la Tierra, alcanzaréis, inmediatamente, niveles más altos, porque Yo quiero que estéis Conmigo, muy cerca de Mi Corazón, tan pronto como seáis purificados y podáis pasar al Reino de los cielos.
Ciertamente, este tiempo también será de muchos mártires, pero por la donación fraterna de ayudaros los unos a los otros. Con los desastres que tendréis en la Tierra, seréis purificados, pero la purificación irá en vías del Amor, Mis pequeños, os dije, que es cuando más amor se producirá en la Tierra, porque os ayudaréis a sobrevivir unos a otros.
Yo os puse el Ejemplo, Me di por vosotros, toda Mi Vida fue de Donación para vuestro crecimiento espiritual, por Mi Ejemplo, por Mis Enseñanzas, por Mi Donación total; y así seréis vosotros, serán momentos en que os daréis por vuestro prójimo, también seréis Cristos en ésos momentos, dándoos por el hermano necesitado.
Dentro de la prueba, dentro de la tribulación, se darán momento de amor, de ayuda, de donación por el hermano necesitado y qué mejor que eso para vuestra alma, ver al hermano necesitado y que vosotros os podáis dar por ellos. Eso producirá mucho amor, los que no están Conmigo, ciertamente solo verán tribulación, pero los que están crecidos en amor, verán amor sobre amor, verán fraternidad, verán donación, verán salvación, sobre todo para aquellos que han tenido una vida de error, se les dará la oportunidad de ofrecerse por el hermano y, ese momento, quizá el último de su vida, por su donación por ayudar al hermano necesitado y que ellos puedan perder la vida, ése sacrificio de amor, les dará la vida eterna.
Soy un Dios Amoroso, Soy un Dios de Bien, Soy un Dios Misericordioso que quiere perdonar los pecados a los hombres y quiere exaltar la virtud en todo momento para ganaros vuestra salvación eterna. Ved, cómo os pongo todas las oportunidades para vuestra salvación eterna, no Soy el Dios castigador que os estoy observando, para que tan pronto cometáis un pecado, os quite la vida y os condene.
Soy Dios de Vida, no de muerte, Soy Luz, no tinieblas, confiad en Mí plenamente, Mis pequeños, los que dudáis de Mi Amor y de Mi Presencia Divina ante vosotros. Se os darán muchas oportunidades de arrepentimiento y salvación a través de la tribulación que viviréis.
AgradecedMe, Mis pequeños, que permita estos próximos acontecimientos de esta forma, en donde las fuerzas de la Naturaleza, manipuladas por el mal, para vuestra destrucción, os acarrearán vida y salvación eterna.
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: AgradecedMe, pues, Mis pequeños, la vida espiritual que se acrecentará en estos momentos de tribulación, todo será para vuestro bien, todo será para que gocéis mucho más en el Reino de los Cielos.
Hijitos Míos, como os decía, la Purificación se viene por tribulación de la Naturaleza contra vosotros. A vuestros Primeros Padres les pedí que cuidaran la Naturaleza, que si ellos la cuidaban, la Naturaleza misma los iba a cuidar a ellos y a sus descendientes. Todo lo que sale de Mí, está vivo, la Naturaleza está viva y así como la tratéis, os tratará.
Os habéis desviado hacia la maldad, no cuidasteis de la Naturaleza, os dejasteis llevar por las indicaciones de satanás y él os llevó a que os aprovecharais y atacarais la Naturaleza, que ella es la que os iba a cuidar.
Si Yo voy a permitir la purificación, otra vez, de este ataque de la Naturaleza contra vosotros, es para que en vosotros no haya rencor contra vuestros hermanos, no haya venganza, no haya malos deseos contra alguien en particular y, sí, unión entre vosotros al aceptar estos ataques de la Naturaleza que se darán, primeramente, como os dije, porque satanás manipulará las fuerzas de la Naturaleza en vuestra contra, pero, también, porque no supisteis o no quisisteis cuidar de ella, que tanto os cuida, dándoos protección, alimento, vida.
Sufrís ahora por lo que no supisteis cuidar. Aceptad, pues, con paciencia y con resignación lo que no supisteis llevar a cabo, que fueron Mis Órdenes que les di a vuestros Primeros Padres, ellos eran responsables de cuidarla y ésa responsabilidad cayó, también sobre vosotros, que sois sus descendientes.
Todo esto, que permitiré, será para que vosotros aprendáis, en lo futuro, a cuidar lo que Yo os dé. Aprenderéis a cuidar a vuestros hermanos, que son vuestro prójimo y aprenderéis a cuidar la Naturaleza, que es vuestro hogar. No habéis aprendido en tanto tiempo a apreciar todo esto que os di y, desgraciadamente, la gran mayoría de vosotros, solamente aprenden en el dolor y no en el Amor, por eso todo va a ser transformado, transfigurado, para que ahora apreciéis lo que debisteis haber aprendido, como os dije, en el Amor.
Todo en Mí, es Amor, es delicadeza, es cuidado y vosotros, por no estar en Mí, Conmigo y no querer entender todos Mis regalos, todos Mis cuidados y todo Mi Amor sobre vosotros, padeceréis vuestro error, pero será para bien, Mis pequeños. Apreciaréis, primeramente, desde el don de la vida y después, todo aquello que vivís a lo largo de vuestra existencia, todo lo bueno que recibisteis, que obviamente vino de Mí, pero, también, conoceréis todo lo malo que dejasteis entrar en vuestro corazón y que vino de satanás.
Vuestro Juicio, vuestra purificación, se dará precisamente en este contexto: cuánto de Mi Amor dejasteis entrar en vuestro ser, que lo hayáis dado a vuestros hermanos y que os haya ayudado a crecer espiritualmente y, también, cuánto del mal que produjo satanás a vuestro alrededor, dejasteis entrar en vosotros, que con ése mal atacasteis a vuestros hermanos y principalmente, cuánto heristeis Mi Corazón Amorosísimo.
Reparad, el tiempo que os quede. OfrecedMe, de todo corazón, para vuestra purificación, lo que vayáis a sufrir en estos acontecimientos por venir, que ellos os ayudarán a que, al daros por vuestros hermanos, podáis iros purificando y os presentéis, ante Mí, limpios y os pueda Yo llevar a un nivel alto de Amor en el Reino de los Cielos.
Con esto os quiero decir, en resumen, que no desaprovechéis los acontecimientos que se darán, que serán benéficos para vuestro crecimiento espiritual, para reparación de vuestros pecados, para purificación de vuestra vida de error y para que crezcáis a niveles altos de virtud y de amor por vuestros hermanos, por ayudarles en la tribulación que ellos vayan a tener y que vosotros podáis ayudarles.
Son momentos de vida, aunque vosotros los veáis como momentos de muerte y de tribulación. Muchas almas renacerán con esto que padeceréis y aquellas que no aprovechen estos momentos y que causen dolor y pena a sus hermanos, más les valiera no haber nacido, sufrirán gravemente su error.
AgradecedMe, pues, Mis pequeños, la vida espiritual que se acrecentará en estos momentos de tribulación, todo será para vuestro bien, todo será para que gocéis mucho más en el Reino de los Cielos, porque si murierais bajo otras condiciones, quizá no tendríais las oportunidades que tendréis ahora de daros por vuestros hermanos y así estar en un nivel más alto, junto a Mí, en el Reino de los Cielos.
Gracias, Mis pequeños.