Les aseguro que si la justicia de ustedes no es superior a la de los escribas y fariseos, no entrarán en el Reino de los Cielos.
Ustedes han oído que se dijo a los antepasados: No matarás, y el que mata, debe ser llevado ante el tribunal.
Pero yo les digo que todo aquel que se irrita contra su hermano, merece ser condenado por un tribunal. Y todo aquel que lo insulta, merece ser castigado por el Sanedrín. Y el que lo maldice, merece la Gehena de fuego.
Por lo tanto, si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti,
deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y sólo entonces vuelve a presentar tu ofrenda.
Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso.
Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo.
Mt. 5, 20-26: la cuaresma implica también arreglar relaciones y cuestiones interiores, veamos:
1) Puente más que muros: Si, un cristiano esta llamado a construir puente, buscar lazos, confrontar y dialogar. No ser esa persona que pone muros a las relaciones, que no deja entrar a nadie en su vida y hasta se hace selectiva. Ve quien deja ingresar a su vida pero nunca sale de si… en esta cuaresma derriba ese muro que tenes en tu cabeza y en tu corazón.
2) Prudencia más que matar: hay personas que cuando se confiesan dicen: “Padre, no maté a nadie así que no tengo pecado grave”. Y mi pregunta luego es “¿no hablaste mal de nadie?”. Creo que en este tiempo algo que se debe trabajar es la prudencia en lo que hablo, más si es de un hermano. El matar con la lengua es más doloroso que con una espada. La prudencia implica que primero pienses y luego hables.
3) Reconciliarse más que alejarse: lo sagrado implica a que te acerques al hermano y producir una unión desde la oración y la vida cristiana. No podes mostrarte como el mejor católico cuando estás peleado con medio mundo de tu barrio.
Mas bien buscá ser coherente con la vida cristiana y mostrate abierto a la misericordia no esperando que te pidan perdón sino más bien perdonando, el perdón produce acercamiento, la distancia es producto del rencor.
En este viernes de cuaresma no dejes de pedir a Dios paz en tu corazón y humildad para salir a pedir perdón.
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