VOSOTROS YA OS CONOCIAIS ANTES DE BAJAR A LA TIERRA Y OS AMABAIS INMENSAMENTE
28 DE ENERO DE 2016
Mensaje de Dios Padre y la Santísima Virgen María a J. V.
Primer Misterio. Habla la Santísima Virgen María.
Sobre: Se os tiene que rescatar ya, porque, si no, muchas almas, aún buenas, serán destruidas por este lobo rapaz que os está acechando y os quiere destruir.
Hijitos Míos, Soy vuestra Madre, La Siempre Virgen María. Yo Soy Reina de todas las almas, Soy vuestra Madre y os protejo a todos vosotros. Estoy en el Cielo, estoy en el Purgatorio, estoy en la Tierra, a cada uno de vosotros os voy cuidando de acuerdo a lo que necesitáis, pero, pocas almas se dan cuenta de ello. Para muchos, prácticamente no existo, eso Me duele; os falta mucha confianza y mucha Fe, Mis pequeños.
Sabed que estos son Mis tiempos. Los que Me conocéis y Me amáis, sabéis esto, pero hay tantas almas que no lo saben, porque estos son tiempos de la gran lucha.
Esta lucha se viene dando ya de un buen tiempo para acá, os voy protegiendo de los ataques de satanás, de tantas formas en que él os ataca y os desvía del camino de la Verdad que os trazó Mi Hijo.
Son tiempos de acercamiento espiritual a Mi Hijo y, para eso, estoy Yo también, Mis pequeños, atrayendo a las almas al redil, protegiéndoos del lobo rapaz que os quiere destruir.
Ciertamente, la destrucción, en la cual, primeramente, teméis, es la de vuestro cuerpo. Pensáis en dolores, padecimientos fuertes, accidentes, pero la peor pérdida que podéis tener, Mis pequeños, es la de vuestra alma y el lobo rapaz se está haciendo cargo de ello, os está apartando de Mi Hijo, os está llevando a vivir solamente en las cosas del Mundo. Hace que os distraigáis y os intereséis por diferentes cosas, sabe qué es lo que más os atrae y os va llevando por ésos caminos, que, a la larga, se vuelven espejismos y que no os llevan a nada bueno, son irrealidades en vuestro camino espiritual.
Muchas veces os hace creer que debéis seguir por ahí y con eso llenaréis vuestra parte espiritual y, cuando os dais cuenta del camino equivocado, muchas veces ya no podéis regresar porque os faltan las bases, las fuerzas, el deseo de regresar.
Os he dicho que satanás es muy astuto, conoce vuestro carácter, vuestros gustos y deseos. Ciertamente, no conoce vuestro interior, en donde Vive Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad y Yo también, Mis pequeños, por eso se os ha dicho que la oración profunda es importantísima, para que os podáis defender de sus ataques, pero la gran mayoría de vosotros no os estáis dando cuenta de la falta de espiritualidad que hay a vuestro alrededor. Se habla solamente de las cosas del Mundo y rara, muy rara vez, se escucha la palabra “Dios”, “Jesús” o Mi Nombre, “María”. ¡Qué tristeza nos da en los Cielos ver esta aridez espiritual entre los hombres!
Se os tiene que rescatar ya, porque, si no, muchas almas, aún buenas, serán destruidas por este lobo rapaz que os está acechando y os quiere destruir.
Se os ha dicho que ya no hay tiempo y que estáis ya viviendo momentos previos a la gran purificación y es una realidad, Mis pequeños, por eso estoy más Presente entre vosotros, para cuidaros y sobre todo, cuidar vuestra alma, para que se pueda salvar.
Ciertamente, las que se salven, no todas tendrán el mismo premio. Hay almas que llevan toda una vida buscando a Nuestro Dios y Señor; otras, se han ido convirtiendo a lo largo de su vida, pero, en estos momentos, se irán convirtiendo cuando empiecen a ver los acontecimientos en tal o cual país o aún dentro de su propio país.
Mis pequeños, se ha hecho mucho por vosotros y vosotros no queréis responder, aun así, los acontecimientos se irán dando en forma de que, aquellos que no quisieron entender por las buenas, como debió haber sido siempre, sobre todo que hubierais vivido en el amor a Nuestro Dios, os podréis convertir por los acontecimientos que se sucederán y cuando veáis que vuestra vida pueda quedar terminada por algún accidente o una situación de los acontecimientos de la purificación, es cuando podréis tener vuestro arrepentimiento y salvación. Estas almas, ciertamente, podrán salvarse, pero no tendrán el mismo premio que aquellas que buscaron a Nuestro Dios y Me buscaron a Mí a lo largo de su existencia.
Nuestro Dios es Justo y da de acuerdo al amor que vosotros tengáis en vuestro corazón y el que deis a vuestros hermanos. Os seguiMos avisando, os seguimos llamando la atención.
Orad los unos por los otros, para que haya muchas conversiones y que sean muy pocas las almas que se condenen. No juzguéis, porque no conocéis el interior de los hombres, simplemente, orad, orad de corazón, para que todos podáis salvaros, porque vosotros ya os conocíais antes de bajar a la Tierra y os amabais inmensamente.
Orad, para que os volváis a reencontrar en el Reino de los Cielos y ése amor que solamente puede venir de Nuestro Padre Dios, siga en el Reino de los Cielos para todos vosotros.
Os amo, Mis pequeños, sois Mis hijos y una madre ama a todos los hijos, seáis como seáis, pero Nuestro Padre Dios ha puesto Reglas y, si no las seguís, os podéis perder eternamente. Así como por el Amor que os tiene, Nuestro Padre reparte Bendiciones, Gracias, Dones a todos Sus hijos, porque os ama, también tiene derecho a Su Justa Justicia y dará a cada quien su merecido, de acuerdo a vuestras acciones y al daño que Le hayáis causado a Su Sacratísimo Corazón.
Orad, arrepentíos, desead regresar al Reino de los Cielos, purificad vuestro corazón con el Sacramento de la Confesión y vivid el poco o mucho tiempo que os quede sobre la Tierra, amando a Nuestro Dios, en Su Santísima Trinidad, con todo vuestro ser.
Gracias, Mis pequeños.
Segundo Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Ya no estáis en tiempo de hacer planes para un futuro; planes humanos, planes materiales, estáis ante una realidad espiritual de la cual os he venido anunciando desde hace varios años en muchos lugares de la Tierra.
Hijitos Míos, ya no estáis en tiempo de hacer planes para un futuro; planes humanos, planes materiales, estáis ante una realidad espiritual de la cual os he venido anunciando desde hace varios años en muchos lugares de la Tierra.
Os he dicho que cuando escojo profetas o videntes que os den Mi Palabra, es para que os preparéis, porque un cambio fuerte se vendrá a la Tierra. Lo que estáis viviendo ahora, se ha vivido en el pasado, cuando les anunciaba lo que iba a pasar.
Muchos no lo saben y otros no lo recuerdan, porque no están atentos a su misión en la Tierra, la principal misión de las almas, es la de vivir en Mí, para que luego Me puedan transmitir a los demás.
El alma que Me vive, que Me deja que Yo la mueva, es un alma obediente, donada y amorosa.
Como os decía, cuando Yo suscito profetas y videntes, es para anunciaros un cambio fuerte, no se trata de un fin de Mundo, sino un fin de Tiempos. Estáis viviendo momentos de mucho pecado, a donde os ha llevado satanás y él quiere que Yo Me enoje contra todos vosotros y os destruya, como en Sodoma y Gomorra, pero no será así, Mis pequeños, ciertamente, seréis purificados a través de múltiples catástrofes en el Mundo, especialmente desastres naturales, como ya se os ha dicho.
La razón de esto, Mis pequeños, es que durante el desastre natural, ya sea temblor, el tsunami, las erupciones volcánicas, lo que vaya a suceder, que son Mis misterios, en ése momento el alma se mueve hacia Mí; instintivamente, busca a un Ser Superior que le pueda ayudar a salir del problema y ése Ser Superior Soy Yo, Mis pequeños. A pesar de que crean en alguien más, que le hayan seguido como religión, siempre el alma entenderá que solamente Yo, vuestro Dios, os puedo sacar adelante de la problemática que se os presente, y que os pueda costar la vida.
Es ése el momento, el más importante para vuestra alma, vuestra conversión o al menos, vuestro arrepentimiento.
En el desastre natural, tenéis segundos o escasos minutos para entender la situación y pediréis Mi Presencia en ése momento para que os ayude, y que hasta os podáis arrepentir, como os he dicho. Pobres de aquellas almas que, teniendo el corazón duro, no aprovechen ésos momentos para arrepentirse de sus pecados, ésas almas, prácticamente están condenadas.
Entended, Mis pequeños, que busco nuevamente vuestra vida espiritual, que volváis a Mí, que Me améis, pero no con un amor de conveniencia, sino con un amor real, de padres a hijos o de hermanos, con Mi Hijo Jesucristo, pero quiero que estéis Conmigo.
Os he dicho que Yo puedo perdonar vuestros pecados y dejar vuestras almas perfectamente limpias si ése es vuestro deseo.
Tenéis muy poco tiempo para que os llenéis de Mí, si no lo habéis hecho a lo largo de vuestra existencia pero, también, os he dicho que Me importa más la calidad de vuestra oración y de vuestras obras, que la cantidad de ellas, si no obráis de corazón, de nada vale lo que hagáis.
BuscadMe, buscadMe a Mí, vuestro Padre y vuestro Dios, Me dejaré encontrar y os ayudaré a dar el paso que todas las almas tienen que dar, para que se presenten ante Mí. Ése momento, vuestra presencia ante Mí, ¿cómo estaréis?, ¿habréis hecho los méritos suficientes para vuestra salvación eterna?, u ¿os ganasteis vuestra muerte eterna, porque no creísteis, porque no quisisteis entender todo lo que se os pidió, todo lo que se hizo por vosotros para que regresarais al redil y preferisteis hacer vuestra voluntad pecaminosa, vacía de Mí, vuestro Dios pero, también, vacía de un trato amoroso con vuestros hermanos?
Os repito, el tiempo se terminó, los acontecimientos ya están sobre vosotros y se irán agravando día a día. Aquellos que queráis vivir de lo superficial, de lo mundano, de lo económico, a veces hasta con exageración, estas almas difícilmente podrán llegar a Mí eternamente.
BuscadMe, Me dejaré encontrar, os guiaré a un buen morir, pero salvaré vuestra alma, que eso es lo que más os debe de importar, Mis pequeños. Vuestra alma tiene vida y puede ser de gozo eterno o de condenación. Cuidad vuestra alma, Mis pequeños, cuidadla, para que estéis eternamente Conmigo.
Gracias, Mis pequeños.
Tercer Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: BuscadMe y buscad Mi Sabiduría y seréis bien recompensados, si al encontrarla la seguís y la compartís con vuestros hermanos.
Hijitos Míos, estáis viviendo el ocaso de este Mundo, que no debió haber sido así. Desde el Antiguo Testamento y luego en el Nuevo Testamento, se os dieron todas las lecciones, Palabras, Bendiciones, para que este Mundo fuera bello, grande, próspero, que se viviera el Amor del Cielo aquí en la Tierra, pero preferisteis escuchar a satanás y echasteis a perder la obra de Mi Hijo para infinidad de almas.
¡Qué falta de amor! ¡Qué falta de prudencia! ¡Qué falta de Sabiduría! ¡Qué falta de inteligencia! Tener todo, tener el Tesoro del Rey y desperdiciarlo.
Echasteis a perder la Obra de Mi Hijo, no apreciasteis Su Amor, Su Donación, la Sabiduría Divina que se os dio para vuestro crecimiento espiritual.
Muchos de vosotros, a lo largo de vuestra existencia, os la vivís buscando, supuestamente, lo mejor para vosotros y vuestra familia, para vuestros hijos. Trabajáis afanosamente, ahorráis para tener, según vosotros, lo mejor y como nada más veis lo humano, lo económico, lo monetario, pronto se os terminan vuestros sueños e ilusiones, y todo porque no utilizasteis Sabiduría Divina para normar vuestra vida, vuestra existencia. Satanás os apartó y os sigue apartando de la vida espiritual, vida profunda del alma, en la que Me podéis encontrar y, de esta forma, conocer la realidad que debe normar vuestra existencia.
Cuando buscáis solamente lo material, esta, vuestra realidad, no lleva Sabiduría, es puro acto humano, puros deseos humanos, superfluos, sin ninguna finalidad, más que tener más y más de lo material, para que, con soberbia, presumáis ante vuestros hermanos que tenéis más que ellos. Si lo meditáis correcta y profundamente, ésa es vuestra realidad, presunción, soberbia, que os lleva a una vaciedad total.
Ciertamente, necesitáis de lo material del Mundo, pero, solamente para que mantengáis en salud vuestro cuerpo y, de esta forma, vuestra alma pueda misionar por mucho tiempo, mientras tengáis la salud que, sabiamente debéis mantener; porque, cuántas veces no os engaña satanás, llevándoos a un hedonismo iluso, haciéndoos creer que os debéis cuidar para vivir más años, saludables, hermosos ante los hombres pero, otra vez, vana ilusión. No os dais cuenta que vuestra belleza real, está en vuestra alma.
Mientras vosotros vais decayendo en vuestro exterior, vuestra alma, al contrario, se va embelleciendo, si habéis encontrado la realidad de vuestra existencia, porque os habréis acercado a Mí, que Soy vuestro Dios, y por ello comparto de Mi Sabiduría Divina.
Las almas que buscan Mi Sabiduría, terminan siendo almas hermosas, almas santas, almas bellas, y esta belleza espiritual, durará eternamente, porque, lo que hagáis aquí en la Tierra, mientras misionáis, os hará ganar méritos, ésos méritos os llevarán a ésa belleza espiritual, pero, cuántos, cuántos de vosotros, actualmente, buscáis el crecer espiritualmente y esto es, siguiendo las Enseñanzas que tenéis en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, el Libro de la Sabiduría, el Libro Divino, el Libro del Amor.
Ahí está encerrada la Verdad a la cual vosotros, tarde o temprano, llegaréis. Ciertamente, para algunos, la Verdad llegará y la gozaréis inmensamente, porque la habéis buscado con todo vuestro ser y al llegar a obtenerla, la gozáis inmensamente, porque se os abre un horizonte grandísimo, bellísimo, que os durará toda vuestra eternidad, un gozo inmenso para las almas sabias, para las almas grandes, para las almas buenas.
Ciertamente, para las almas malas, también, tarde o temprano, llegarán a la Verdad, pero, esta Verdad, las acusará. Se darán cuenta de todo el tiempo que desperdiciaron, que su actuar sobre la Tierra fue erróneo, pecaminoso, destructivo, malo. Esta Verdad los aplastará, Mi Verdad, que no quisieron apreciar ni buscar, los enjuiciará y les dará el castigo eterno. Desperdiciar y, algunos, hasta atacar Mi Verdad, solamente les acarrea condenación.
Pedid pues, Mis pequeños, en el tiempo que os quede, que Mi Sabiduría os guíe no importa el tiempo que quede. Así como en la Parábola, los que trabajaron poco en la viña y que se les pagó lo mismo que aquellos que trabajaron mucho, todos recibieron la misma paga, la misma moneda, que es el Reino de los Cielos.
BuscadMe, Mis pequeños, aún en el último momento que os quede de existencia, vosotros no sabéis quiénes quedarán y quiénes serán juzgados para no regresar a la Tierra.
BuscadMe y buscad Mi Sabiduría y seréis bien recompensados, si al encontrarla la seguís y la compartís con vuestros hermanos. Mi Sabiduría Divina es para todos vosotros y es un regalo de Mi Corazón.
Gracias, Mis pequeños.
Cuarto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: El tiempo ya está sobre vosotros, el tiempo en que se os tomará en cuenta lo que hicisteis y lo que dejasteis de hacer, vuestro Juicio Personal se acerca, ¿cómo estaréis, ante Mí, en ése momento?
(Lenguas…) Hijitos Míos, todos sabéis, perfectamente, cómo está vuestra alma, porque Mi Santo Espíritu habita en vosotros y Él os hace ver la realidad espiritual en la que vivís. Cada alma que baja a la Tierra, lleva una misión y todos sois necesarios en la misión que se os confirió, para que Mi Cuerpo Místico se restaure.
Os dije: “sed perfectos, como Mi Padre es Perfecto” y vosotros os dais cuenta perfectamente si estáis tendiendo a ésa perfección. Vuestra vida debe ser ascensional todo el tiempo. “Estáis en el Mundo, pero no sois del Mundo”, Palabras también de las Sagradas Escrituras y que todos debéis tomar en cuenta para vuestra existencia.
¿Qué habéis buscado cada uno de vosotros?, ¿vivir en Mí y para Mí, buscando ésa vida ascensional espiritual?, o estáis solamente para buscar lo del Mundo y que eso os va a llevar a una caída espiritual.
¿Cuántas son las almas que se desvían? Muchísimas, Mis pequeños. ¿Cuántas almas no van a arrepentirse y a llorar en el momento en que Mi Santo Espíritu os haga daros cuenta de todo lo que hicisteis y de lo que dejasteis de hacer y, esto es, cuando tengáis vuestro Juicio Particular? Otra oportunidad y ya de las últimas, para que os deis cuenta qué fue de vuestra vida, qué fue de vuestra existencia.
Os repito y os repito, Mis pequeños, esta idea y esta realidad, porque se os olvida pronto, y no le queréis hacer caso: todos seréis juzgados en algún momento de vuestra existencia, cuando os haga regresar a Mí y os pida cuentas de lo que hicisteis y lo que dejasteis de hacer.
Cuando os deis cuenta, como os dije, de que tuvisteis un Tesoro inmenso, Divino entre vosotros y no lo aprovechasteis, todo el Conocimiento que os dejé en Palabras y Obras y no lo aprovechasteis, ¿cuántos de vosotros os arrepentiréis y pediréis otra oportunidad?, pero ya no la habrá. La vida es una, no hay posibilidad de otra existencia para reparar lo que no hicisteis o, tontamente, cuando habláis de reencarnaciones, ¡no!, Mis pequeños, la vida es una, la oportunidad que os doy, es única.
Como os dije, si realmente os interesara vuestra vida, el vivir en la Tierra y ayudar a vivir a otros de vuestros hermanos, como se vive en el Cielo, vuestra vida la habríais aprovechado correctamente.
Estáis para trabajar, para trabajar para vuestra propia salvación y para la de los vuestros y esto, es llevándoMe a las almas. Primeramente, llenándoos vosotros mismos de Mí, de Mi Sabiduría, de Mi Presencia, de Mi Amor, pero si a vosotros no os interesa esto, que fue para lo que se os dio el don de la vida, no Me servís y terminaréis como en la Parábola: seréis arrojados al fuego eterno.
Meditad, Mis pequeños, todo esto, el tiempo ya está sobre vosotros, el tiempo en que se os tomará en cuenta lo que hicisteis y lo que dejasteis de hacer, vuestro Juicio Personal se acerca, ¿cómo estaréis, ante Mí, en ése momento? No sabéis si será ésta noche, mañana, pasado, el tiempo es breve, ¿cómo estaréis ante Mi Ojos?
Gracias, Mis pequeños.
Quinto Misterio. Habla Dios Padre.
Sobre: Lo que os dé satanás, aunque aparentemente sea agradable a vuestros sentidos, nunca, nunca, Mis pequeños, os va a dejar paz, paz absoluta en vuestro ser.
Hijitos Míos, el regalo que os tengo preparado en el Reino de los Cielos, es inmensamente bello. Tenéis las experiencias de algunos santos, a los que les he permitido vivir, aunque sea por breves momentos, lo que es el Reino de los Cielos.
San Pablo os dijo: “ni el ojo vio ni el oído escuchó lo que Dios tiene reservado para nosotros”. Se os habla de moradas, de diferentes moradas a través de Santa Teresa. Todo esto, Mis pequeños, se resume solamente en una cosa, en Amor, en el Amor que os tengo.
Ciertamente, vuestro cuerpo no puede soportar todas las bellezas que os tengo reservadas y, por eso, os he pedido, que Me pidáis la transfiguración de cuerpos y almas, para que, cuando viváis los Nuevos Cielos y las nuevas Tierras, podáis gozar algo de las bellezas que viviréis eternamente, cuando terminéis vuestra misión sobre la Tierra.
Y digo “algo”, Mis pequeños, porque vuestro cuerpo no es eterno, vuestra alma, sí, y Yo, siendo Omnipotente, os puedo dar diferentes experiencias místicas, bellísimas, a lo largo de vuestra existencia eterna en el Reino de los Cielos. Lo primero que experimentáis al estar Conmigo en el Reino de los Cielos, es la Paz, la Paz total en vuestra alma y esto lo sabe perfectamente satanás y es lo primero que os quita, cuando, de alguna forma, caéis en sus garras y en sus mentiras. Os he dicho que estáis rodeados de puras mentiras a vuestro alrededor, mientras vivís en la Tierra y con ellas os va quitando la paz, la paz interior. Lo que os dé satanás, aunque aparentemente sea agradable a vuestros sentidos, nunca, nunca, Mis pequeños, os va a dejar paz, paz absoluta en vuestro ser, solamente estando Conmigo, podréis tener ésa Paz.
Él tuvo ésa Paz del Cielo, antes de su pecado grave, él sabe lo que es vivir en el Reino de los Cielos y en su envidia, porque no quiere que vosotros gocéis de Mis Bienes, os va atacando y os va desviando con múltiples mentiras que él utiliza para que vosotros no lleguéis al final de vuestra misión Conmigo, al Reino de los Cielos.
A muchas almas, especialmente cuando Me siguen, cuando Me buscan, cuando quieren estar Conmigo, les permito tener ésos momentos místicos, aunque sean por segundos, para que vayan viviendo lo que, solamente Yo, vuestro Dios, os puedo regalar por buscarMe. Vosotros, todos vosotros, necesitáis la paz interior, porque es la única forma en que os podéis mover libremente sobre la Tierra y en el Cielo mismo. La paz interior solamente la tenéis cuando no hay pecado grave, cuando buscáis Mi Amor, cuando tratáis de ser buenos hijos, cuando tratáis de ser hermanos, como os lo he pedido a través de Mi Hijo. Cuando tenéis ésa paz, Mi Santo Espíritu, que habita en vosotros, no os está condenando.
Puntualicé el que no tuvierais pecados graves, porque, ciertamente, el pecado grave os va a apartar totalmente de Mí. Vuestra imperfección os lleva a tener continuamente pecados más pequeños, que son fallas que todos tenéis continuamente y que debéis ir puliendo a lo largo de vuestra existencia y, al hacerlo, vuestra paz interior se va incrementando. Solamente, cuando quitáis el pecado grave, con el Sacramento de la Confesión, inmediatamente, después de la absolución que os da el sacerdote, vosotros recobráis la paz y la alegría y, si lo meditáis, muchas veces lo habréis vivido, cómo ésa absolución, que es Mi Gracia, a través del sacerdote, os devuelve ése estado de paz, tan bello, tan necesario para el hombre, es una Gracia especial que le otorgo a las almas que Me buscan. Luchad por ella, no la perdáis, Mis pequeños, manteneos en ella y la gozaréis eternamente cuando regreséis a Mí.
Gracias, Mis pequeños.
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