DOMINGOS A SAN JOSE
Tenía Jesús al comenzar su vida pública como treinta años, hijo, según se pensaba de José.
V: Rogad por nosotros San José.
R: Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.
Oh custodio vigilante, familiar íntimo del Hijo de Dios hecho hombre, glorioso San José: cuánto sufristeis teniendo que alimentar y servir al Hijo del Altísimo, particular-mente en vuestra huida a Egipto, pero cuán grande fue también vuestra alegría teniendo siempre con vos al mismo Dios, y viendo derribados los ídolos de Egipto.
Por este dolor y por este gozo, alcanzadnos alejar para siempre de nosotros al tirano infernal, sobre todo huyendo de las ocasiones peligrosas, y derribar de nuestro corazón todo ídolo de afecto terreno, para que, ocupados en servir a Jesús y María, vivamos tan sólo para ellos, y muramos gozosos en su amor.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
Oración para todos los días: Acordaos: Oh purísimo Esposo de María, oh dulce protector mío San José, que jamás se oyó decir que haya dejado de ser consolado uno solo de cuantos han acudido a vuestra protección e implorado vuestro auxilio. Con esta confianza vengo a vuestra presencia y me encomiendo a Vos fervorosamente, oh padre nutricio del Redentor. No desechéis mis súplicas, antes bien, escuchadlas piadosamente. Amén.
Oración: Oh Dios, que por providencia inefable os dignasteis escoger al bienaventurado José para esposo de vuestra Santísima Madre: os suplicamos nos concedáis la gracia de que, venerándole en la tierra como a nuestro protector, merezcamos tenerle por intercesor en los cielos. Amén.
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria, por las intenciones del Papa.
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