"En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios en Cristo Jesus quiere de vosotros. No extingais el Espiritu; no desprecies las profecias; examinadlo todo y quedados con lo bueno." 1 TESALONISENCES 5: 18-21

El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca." San Lucas 6:45

QUE LA PRECIOSA SANGRE QUE BROTA DE LA SAGRADA CABEZA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, TEMPLO DE LA DIVINA SABIDURIA, TABERNACULO DEL DIVINO CONOCIMIENTO Y LUZ DEL CIELO Y DE LA TIERRA NOS CUBRA AHORA Y SIEMPRE. AMEN+++

“OH JESUS, CUBREME CON TU INFINITA SANGRE PRECIOSA CADA INSTANTE DE MI VIDA. AMEN"


"Ora y espera; no te inquietes. La inquietud no conduce a nada. Dios es misericordioso y

escuchará tu oración. Padre Pio"


lunes, 19 de diciembre de 2016

EXCESOS DE AMOR. SANTA NAVIDAD. CUARTA MEDITACION. 19 DE DICIEMBRE DE 2016


DIVINA VOLUNTAD
Novena completa de la Santa Navidad
De la Sierva de Dios, Luisa Piccarreta.

EXCESOS DE AMOR





Por la señal de la Santa Cruz
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espiritu Santo


ORACIÓN INICIAL:

Oh buen Jesús, te damos gracias porque nos llamas a la unión contigo por medio de la oración. Te pedimos nos concedas la gracia de tu Espíritu, y la compañía de Maria nuestra Madre para orar como conviene. Queremos unirnos a Ti y en tu adorable Voluntad rezar esta Santa Novena.

Haz que meditemos, conservando amorosamente en nuestro corazón, el infinito tesoro de tu Vida, de todos tus actos y los de nuestra Madre Celestial, al acompañarte en estas Horas.

Queremos sellar todos tus actos con nuestro pequeño “Te amo, te adoro, te bendigo, te agradezco, por mí y por todos” de modo que en todos ellos encuentres nuestra amorosa compañía, y hecho esto, es nuestra intención pedir a Dios nuestro Padre junto contigo, con nuestra Madre del Cielo, con todos los Ángeles y santos y con toda la Creación, que “Venga tu Reino, y que tu Voluntad se haga en la tierra como en el Cielo”. Amen

ACTO DE CONTRICIÓN:

Dios mío, perdóname; yo tuve la osadía de ofenderte y de rebelarme contra ti, en el mismo instante en que tú me amabas.
Me arrepiento de todo Corazón de haberte ofendido.
Te ruego, te suplico que me concedas tu amargura, a fin de poder dolerme con ese mismo dolor con el que tú te doliste por mis pecados; dolor tan grande e intenso que te hizo sudar sangre.
Madre Celestial, alcánzame de tu Jesús  el suspirado perdón.
    Yo propongo y prometo del modo más enérgico y absoluto nunca mas volver a pecar. Amén.






Cuarta Hora

(Amor obrante)

   "Hija mía, del amor devorante pasa a considerar mi amor obrante. Cada alma concebida me llevó el fardo de sus pecados, de sus debilidades y de sus pasiones y mi amor me ordenó tomar el fardo de cada uno y no sólo concebí a las almas sino las penas de cada una y las satisfacciones que cada una de ellas debía dar a mi Celestial Padre. Así que mi Pasión fue concebida junto conmigo. Mírame bien en el seno de mi celestial Mamá, oh cómo mi pequeña Humanidad está atormentada; fíjate bien cómo mi pequeña cabecita está rodeada por una corona de espinas, que ciñéndome fuerte las sienes, me hace derramar ríos de lágrimas de los ojos, y no puedo moverme para secarlas... Ah, muévete a compasión de Mí, sécame los ojos de tanto llanto, tú que tienes los brazos libres para podérmelo hacer. Estas espinas son la corona de los tantos pensamientos malos que se agolpan en las mentes humanas. ¡Oh, cómo me punzan más estos pensamientos que las espinas que produce la tierra! Pero mira más, mira qué larga crucifixión de nueve meses: no podía mover ni un dedo, ni una mano, ni un pie, estaba aquí, siempre inmóvil, no había lugar para poderme mover un poquito... ¡Qué larga y dura crucifixión! Agregando que todas las obras malas, tomando forma de clavos, me traspasaban manos y pies repetidamente..."
Y así continuaba narrándome pena por pena, todos los martirios de su pequeña Humanidad, y que quererlas decir todas sería demasiado extenso. Entonces yo me abandonaba al llanto. Oía decir en mi interior:
"Hija mía, quisiera abrazarte pero no puedo, no hay espacio, estoy inmóvil, no puedo hacerlo; quisiera ir a ti pero no puedo caminar. Por ahora abrázame y ven tú a Mí y luego Yo, cuando salga del seno materno, iré a ti."
Y mientras con mi fantasía me lo abrazaba y me lo estrechaba fuertemente a mi corazón, una voz interior me decía: "Basta por ahora, hija mía, y pasa a considerar el quinto exceso de mi amor."

Petición personal.....

MISTERIO DEL ROSARIO
LA CORONACIÓN DE ESPINAS
Coronado Jesús mío, tus crueles enemigos hacen que te sientes, te echan encima un trapo viejo de purpura, toman la corona de espinas, y con furia infernal te la ponen sobre tu adorable cabeza, y con un palo, a base de golpes, hacen que las espinas penetren sobre tu frente, y parte de ellas se te clavan hasta en los ojos, en los oídos, en el cráneo y hasta por detrás de la nuca. ¡Amor mío! ¡Que penas tan desgarradoras e indescriptibles! ¡Cuántas muertes tan crueles sufres! Tu sangre corre sobre tu rostro, de manera que ya no se ve más que sangre; pero bajo esas espinas y esa sangre se puede ver todavía tu rostro santísimo, radiante de dulzura, de paz y de amor. Y los verdugos, queriendo concluir la tragedia, te vendan los ojos, te ponen en la mano una caña como si fuera un cetro y dan inicio a sus burlas. Te saludan cual Rey de los Judíos, te golpean la corona, te dan de bofetadas y dicen: “Adivina, ¿quién te ha golpeado? “ Y tú callas…

Meditación...

1 Padre Nuestro, Diez “Ave Maria” y Gloria

Jaculatoria del misterio:

“¡Luisa, pequeña hija de la Divina Voluntad, continua en medio de nosotros viviendo y difundiendo el Reino de la Divina Voluntad! Amen.


Terminar con la oración final...


ORACIÓN FINAL:



Dulce Jesús mío, unido estrechamente a ti quiero darte el testimonio de mi amor, de mi agradecimiento y de todo lo que la criatura tiene el deber de hacer para contigo, por haber tú creado a nuestra Reina y Madre Inmaculada; la más bella, la más santa, un portento de la gracia, por haberla enriquecido de todos los dones y también por haberla hecho Madre nuestra.
Esto lo hago a nombre de todas las criaturas pasadas, presentes y futuras; quiero tomar cada acto de criatura, cada palabra, cada pensamiento, cada latido y cada paso, y en cada uno de ellos decirte que te amo, te doy gracias, te bendigo, te adoro, por todo lo que has obrado en mi Madre Celestial y Madre tuya.



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