Al amanecer volvió al Templo, y todo el pueblo acudía a él. Entonces se sentó y comenzó a enseñarles.
Los escribas y los fariseos le trajeron a una mujer que había sido sorprendida en adulterio y, poniéndola en medio de todos,
dijeron a Jesús: "Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio.
Moisés, en la Ley, nos ordenó apedrear a esta clase de mujeres. Y tú, ¿qué dices?".
Decían esto para ponerlo a prueba, a fin de poder acusarlo. Pero Jesús, inclinándose, comenzó a escribir en el suelo con el dedo.
Como insistían, se enderezó y les dijo: "El que no tenga pecado, que arroje la primera piedra".
E inclinándose nuevamente, siguió escribiendo en el suelo.
Al oír estas palabras, todos se retiraron, uno tras otro, comenzando por los más ancianos. Jesús quedó solo con la mujer, que permanecía allí,
e incorporándose, le preguntó: "Mujer, ¿dónde están tus acusadores? ¿Alguien te ha condenado?".
Ella le respondió: "Nadie, Señor". "Yo tampoco te condeno, le dijo Jesús. Vete, no peques más en adelante".
V Domingo de Cuaresma: Juan 8,1-11
El evangelio de hoy nos muestra la misericordia de Dios y que es ese el poder característico de Dios. Veamos:
1) Le presentan una mujer en pecado: es otra manera de llevar a Jesús, capaz que vos y yo le llevamos a Jesús personas para juzgarla y condenarla en vez de curarla. La actitud no era sanar y aliviar, la actitud era tramposa, era complicar la vida de ella y la de Dios ¿vos buscas complicar la vida de los demás?¿alguna vez ridiculizaste la vida de alguien?
2) Jesús escribía con el dedo: Según San Agustín cuando explica este evangelio dirá que escribía los pecados de los presentes. La actitud de Jesús es escuchar y da una respuesta a la situación, poco entendible en el momento, pero la da.
3) Quien no tenga pecado: es muy fuerte, somos duros con los otros pero no conmigo. En este tiempo es bueno que mires tus miserias y veas que vos capaz que no tenes pecados públicos no porque no tengas sino porque no salió a luz
4) No peques mas: esta mujer fue llevada a Jesús no por arrepentida sino por ser sorprendida pero el gesto de Jesús la transforma porque quien se siente mirado y perdonado por Dios cambia, no es el mismo.
Hoy Dios te invita a ser parte de su misericordia. No tomes la piedra en tus manos sino toma a tu hermano y convierte tu corazón de piedra.
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