Jesús les dirigió una vez más la palabra, diciendo: "Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la Vida".
Los fariseos le dijeron: "Tú das testimonio de ti mismo: tu testimonio no vale".
Jesús les respondió: "Aunque yo doy testimonio de mí, mi testimonio vale porque sé de dónde vine y a dónde voy; pero ustedes no saben de dónde vengo ni a dónde voy.
Ustedes juzgan según la carne; yo no juzgo a nadie,
y si lo hago, mi juicio vale porque no soy yo solo el que juzga, sino yo y el Padre que me envió.
En la Ley de ustedes está escrito que el testimonio de dos personas es válido.
Yo doy testimonio de mí mismo, y también el Padre que me envió da testimonio de mí".
Ellos le preguntaron: "¿Dónde está tu Padre?". Jesús respondió: "Ustedes no me conocen ni a mí ni a mi Padre; si me conocieran a mí, conocerían también a mi Padre".
El pronunció estas palabras en la sala del Tesoro, cuando enseñaba en el Templo. Y nadie lo detuvo, porque aún no había llegado su hora.
Jn 8, 1-11: se repite el evangelio de ayer domingo. Pero vale la pena, es tan rico que podemos meditarlo desde otro punto de vista.
- La mujer: ella fue sorprendida, era pecadora pública. Descartada por la sociedad, nadie se le acercaba, ella ya se creía lo que la sociedad había rotulado de ella. Se consideraba de menos a los demás y no igual a los demás. Era usada y se dejaba usar… no tenía objetivos ni ilusiones. No le encontraba sentido a las cosas, todos la condenan pero bien que muchos se sirven de ella.
- Los ancianos: son aquellos que están atentos a lo que los otros hacen… son los chusmas de siempre que saben vida y obra de los otros, pero no ven su propia vida. Le llevan a Dios personas pero no para salvarla sino para juzgarla… hablan mucho de justicia y tratan de ser justos, cuando les conviene… en el acto quieren actuar con regla pero no ven la persona, no distinguen entre pecador y pecado. Sobreponen el derecho sobre el evangelio.
- Jesús: nos muestra que sabe nuestras miserias y conoce a fondo a nuestras vidas. Él escucha a todos y te invita a vos también a escuchar. Por sobretodo re devuelve la dignidad de persona y su misericordia es más grande que cualquier pecado. Nos muestra que más allá del pecado y de lo más escandaloso y público que sea, Él perdona y te invita a que ko lo vuelvas a hacer.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario