"En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios en Cristo Jesus quiere de vosotros. No extingais el Espiritu; no desprecies las profecias; examinadlo todo y quedados con lo bueno." 1 TESALONISENCES 5: 18-21

El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca." San Lucas 6:45

QUE LA PRECIOSA SANGRE QUE BROTA DE LA SAGRADA CABEZA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, TEMPLO DE LA DIVINA SABIDURIA, TABERNACULO DEL DIVINO CONOCIMIENTO Y LUZ DEL CIELO Y DE LA TIERRA NOS CUBRA AHORA Y SIEMPRE. AMEN+++

“OH JESUS, CUBREME CON TU INFINITA SANGRE PRECIOSA CADA INSTANTE DE MI VIDA. AMEN"


"Ora y espera; no te inquietes. La inquietud no conduce a nada. Dios es misericordioso y

escuchará tu oración. Padre Pio"


miércoles, 28 de enero de 2015

EVANGELIO DEL DIA 28 DE ENERO DE 2015 Y HOMILIA POR SACERDOTE LUIS ZAZANO

Del Santo Evangelio según San Marcos 4,1-20.
 

Jesús comenzó a enseñar de nuevo a orillas del mar. Una gran multitud se reunió junto a él, de manera que debió subir a una barca dentro del mar, y sentarse en ella. Mientras tanto, la multitud estaba en la orilla.
El les enseñaba muchas cosas por medio de parábolas, y esto era lo que les enseñaba:
"¡Escuchen! El sembrador salió a sembrar.
Mientras sembraba, parte de la semilla cayó al borde del camino, y vinieron los pájaros y se la comieron.
Otra parte cayó en terreno rocoso, donde no tenía mucha tierra, y brotó en seguida porque la tierra era poco profunda;
pero cuando salió el sol, se quemó y, por falta de raíz, se secó.
Otra cayó entre las espinas; estas crecieron, la sofocaron, y no dio fruto.
Otros granos cayeron en buena tierra y dieron fruto: fueron creciendo y desarrollándose, y rindieron ya el treinta, ya el sesenta, ya el ciento por uno".
Y decía: "¡El que tenga oídos para oír, que oiga!".
Cuando se quedó solo, los que estaban alrededor de él junto con los Doce, le preguntaban por el sentido de las parábolas.
Y Jesús les decía: "A ustedes se les ha confiado el misterio del Reino de Dios; en cambio, para los de afuera, todo es parábola,
a fin de que miren y no vean, oigan y no entiendan, no sea que se conviertan y alcancen el perdón".
Jesús les dijo: "¿No entienden esta parábola? ¿Cómo comprenderán entonces todas las demás?
El sembrador siembra la Palabra.
Los que están al borde del camino, son aquellos en quienes se siembra la Palabra; pero, apenas la escuchan, viene Satanás y se lleva la semilla sembrada en ellos.
Igualmente, los que reciben la semilla en terreno rocoso son los que, al escuchar la Palabra, la acogen en seguida con alegría;
pero no tienen raíces, sino que son inconstantes y, en cuanto sobreviene la tribulación o la persecución a causa de la Palabra, inmediatamente sucumben.
Hay otros que reciben la semilla entre espinas: son los que han escuchado la Palabra,
pero las preocupaciones del mundo, la seducción de las riquezas y los demás deseos penetran en ellos y ahogan la Palabra, y esta resulta infructuosa.
Y los que reciben la semilla en tierra buena, son los que escuchan la Palabra, la aceptan y dan fruto al treinta, al sesenta y al ciento por uno".
 
HOMILIA
Por Sac. Luis Zazano
 
Mc. 4, 1-20:
 
La parábola del sembrador es un clásico y seguramente lo habras meditado muchas veces, es más, la misma explicación la da Jesús. Pero, ahora bien, me gustaría que meditemos juntos:

El sembrador salió a sembrar, capaz que hoy vos tengas que ser el sembrador, tenes que salir, tenemos que salir, esto implica bancarse muchas cosas. En mi parroquia hay una parte de campo y en estos día me tocó ver como sembraban, realmente todo un tema, ver la humedad del suelo, rogar que llueva, después ver si la semilla es buena, trabajar prolijo para cuando crezca, en eso el sembrador debe estar atento. El sembrador tendrá que fijarse el clima, la semilla y la tierra. 

 1) Hoy vos tendrás que fijarte en el clima que hay en tu casa, ver en qué momento mostrar a Jesús a lo que están a tu alrededor, no es en cualquier momento, porque podes quemarte o quedar como el ridículo de la popular y así como el sembrador puede quemar la semilla si siembra con mucho sol o hacer que se pudra la semilla si está muy húmeda la tierra, lo mismo puede pasar aquí, si a Dios lo mostras de una manera hartante, le quemas el mensaje de Dios al otro y si hablas demasiadas humedades de Dios terminas pudriendo lo que es Dios en la vida del otro. El sembrador debe ser prudente y un gran analista de la situación.

2) La semilla: es la clave de todo. Una buena semilla produce excelente frutos y hace que pueda enfrentar a los bichos, como dicen hoy en día "se la banca". La semilla se la logra buena en cuanto meditas la palabra de Dios, es en tu compromiso diario con la Palabra de Dios donde sacas una buena semilla para llevar a todos y se banca cualquier bicho que te ponga satanás. 

3) La tierra es clave. tenes que fijarte como está la tierra, el corazón de cada persona. El sembrador debe palpar la tierra y la debe mirar, sacarle todos los detalles. Nosotros como Iglesia debemos tener contacto con cada corazón de las personas que nos rodean, es palparlos con nuestra cercanía y darle un acompañamiento, es mostrar cercanía y compromiso, para lograr que de frutos.

A comenzar a sembrar señores que hay muchas etarias, demasiado, pero hay muchas manos y un corazón bien dispuesto, en el Cielo veremos la cosecha.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario