MENSAJE DE LA SANTÍSIMA VIRGEN MARÍA
A SU AMADA HIJA LUZ DE MARÍA
1 DE ENERO DEL 2015
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Reciban las bendiciones que se derraman sobre todos los hijos de la Trinidad Sacrosanta y Míos.
Amados hijos:
COMO HIJOS DE DIOS LES LLAMO A QUE CONCIENTICEN QUE DIOS ES DIOS Y LA CRIATURA HUMANA, CRIATURA ES. ESTO PARA QUE SE SITÚEN EN EL LUGAR QUE LE CORRESPONDE AL HOMBRE:
SER HIJO DE DIOS.
El hombre es causante de las graves devastaciones espirituales a las que ha sido llevada toda la humanidad, y esta generación no es la excepción.
El libre albedrío ha mantenido a generación tras generación en constantes purificaciones, debido al abuso causado por la criatura humana en contra de Dios y de cuanto fue creado para auxiliar al hombre.
Amados hijos, la culpa del hombre, hijo de Dios, es el mal uso de la libertad humana y es que el hombre será más libre cuando anule su yo y reciba al hermano con el “Tu” de Dios.
Hijos:
¡CUÁNTA LUCHA ESTÁ POR LLEGAR ANTE LA HUMANIDAD!
Y ¡CUÁNTO DESCONOCIMIENTO DEL HOMBRE HACIA SU DIOS Y SEÑOR!
El hijo de Mi Hijo no conoce el obrar y actuar Divino, esto ha llevado al hombre a cometer errores, contiendas y contradicciones en perjuicio de las generaciones. Pocos son los hijos que conocen a profundidad el Amor Divino y la esencia de la Cruz que es libertad, libertad de anularse la criatura para donarse al hermano. HIJOS, POR DESCONOCIMIENTO, HAN CREADO UNA FALSA LIBERTAD BASADA EN EL LIBERTINAJE, DONDE LA LIBERTAD ES TRANSFORMADA EN EGOÍSMO Y ÉSTE ES EL RESULTADO DE LA FALTA DE DOMINIO SOBRE LOS SENTIMIENTOS HUMANOS.
Hijos:
CREZCAN EN EL ESPÍRITU, ANULANDO EL YO HUMANO EN SUS MALAS INCLINACIONES.
NO PIDAN PARA USTEDES, RESPONDAN CON FRATERNIDAD, LA LIBERTAD ES DONARSE
Y OLVIDARSE DEL “YO DESEO...” “YO SIENTO...” “YO CREO...” “YO NO ACEPTO...”.
Por un instante piensen en Mi Hijo en la Cruz…, sobreabundó en Amor por cada uno de Sus hijos, cada partícula del Madero Santo se impregnó del Amor de Mi Hijo por cada uno de ustedes, tanto que el Madero Santo fue sostén de Mi Hijo. Así cada criatura humana es un madero, cada uno decide por libre albedrío si es madero de bendición o es madero para que el hermano tropiece.
Amados hijos, asciendan en el espíritu, que el instante no es instante, no se permitan asuntos mundanos y no perturben el alma con pensamientos mundanos. Cada sentir nacido en el corazón de Mis hijos y expresado a través de la palabra, debe contener la realidad espiritual, la dignidad espiritual que sólo el verdadero hijo de Mi Hijo conoce, vive y lleva impregnado en su alma.
Hijos, este instante será un examinar la conciencia, un mantener la Fe ante la persecución, un no desfallecer sino ser un auxilio para sus hermanos. Este instante atrae la mayor lucha por las almas: sin que ustedes lo perciban, Mis Legiones Celestiales luchan por las almas ante los continuos ataques del mal para que caigan.
El bien es tenido como mal, y el mal es tenido por bien: esta es la realidad de esta generación en donde niegan la existencia del mal y la Divina Justicia de Mi Hijo, sin descubrir que esto es un ardid de satanás para apoderarse de las almas.
Conozcan a Mi Hijo y reconocerán dónde se encuentra el mal; quién les mencione que el mal no existe, les desvía del camino hacia la Salvación Eterna.
Amados hijos de Mi Corazón Inmaculado:
Manténganse alerta ante los embates de las criaturas humanas que se han entregado al mal. Éstos causarán grandes dolores por toda la Tierra, los inocentes perecen ante la fuerza con que el mal nutre a sus seguidores. Mis hijos se dispersan, viven en desunión, y los aliados del mal se unen para ser más fuertes… Mis hijos se debilitan en contiendas sin sentido y los aliados del mal se fortalecen en la mutua cooperación.
No continuarán viviendo en medio de la paz, pues el poder desea mayor poder sobre toda la humanidad, el dios dinero caerá, la desesperación será causa de revoluciones. La Naturaleza continúa azotando con fuerza, al percibir la prontitud con que los acontecimientos se acercan al hombre.
Oren hijos Míos, oren, reciban a Mi Hijo en la Eucaristía y conózcanle para que Le reconozcan y no sean confundidos. Llega el que será suplantador de Mi Hijo, es preciso el conocimiento de Mis Hijos en este instante, así no negarán lo innegable, ni aceptarán lo inaceptable.
Amados Míos, cada instante es valioso, más que en otro instante. Transformen su vida en oración, todo acto sea un acto de amor, cada obrar sea un acto de amor, así serán testimonios vivos de quien mora en ustedes.
La humanidad padecerá fuertemente, Mis hijos deben ser conductores de unidad para que fortalezcan a la comunidad y el mal no penetre, ya que cuando el mal penetra, destruye sin piedad. Sean misioneros de Mi Corazón, llevando la Palabra de Mi Hijo a quienes se encuentren confundidos.
Amados, sobre la humanidad pende la oscuridad, el alma es más poderosa que el cuerpo, el cuerpo no subsiste sin el alma: ¡SALVEN EL ALMA, HIJOS SALVEN EL ALMA!...., el instante agoniza.
Mi Amor Maternal no se apartará de los que así Me lo soliciten. Como Madre espero a que Mis hijos acudan a Mí.
Mamá María.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
AVE MARÍA PURÍSIMA, SIN PECADO CONCEBIDA.
COMENTARIO DEL INSTRUMENTO
Hermanos (as):
Sólo y sólo el Amor desmedido de una Madre logra conjugar con una armonía espiritual tan profunda, una cátedra sublime sobre las consecuencias de la soberbia y los bienes espirituales de la humildad.
Sólo una Madre guía a Sus hijos con tanta sutileza como la Madre Santísima en este instante en que los hijos de Dios debemos ser todos para Cristo y por Cristo, pero con conocimiento para no ser confundidos.
Sólo una Madre alerta a Sus hijos con la gallardía de nuestra Madre Santísima, para guiarnos hasta en el conducirse de un verdadero hijo de Dios en instantes en que los valores han caído.
Somos llamados a ser cautos en el proceder y en la palabra para no ser causa de escándalo.
Lo que no es para crecimiento no se acepte para decrecer. El sí, sí y el no, no, deben ser nuestro recto proceder.
Hermanos, los tibios …
Seamos cristianos verdaderos, respondiendo a los pedidos de Nuestra Madre para bien de nuestra alma y de la humanidad.
Amén.
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