Aquél día no me harán más preguntas. Les aseguro que todo lo que pidan al Padre, él se lo concederá en mi Nombre.
Hasta ahora, no han pedido nada en mi Nombre. Pidan y recibirán, y tendrán una alegría que será perfecta.
Les he dicho todo esto por medio de parábolas. Llega la hora en que ya no les hablaré por medio de parábolas, sino que les hablaré claramente del Padre.
Aquel día ustedes pedirán en mi Nombre; y no será necesario que yo ruegue al Padre por ustedes,
ya que él mismo los ama, porque ustedes me aman y han creído que yo vengo de Dios.
Salí del Padre y vine al mundo. Ahora dejo el mundo y voy al Padre".
Pero muchas veces nos cerramos o encaramos en el pedir y nos olvidamos lo hermoso que es agradecer y alabar, porque nuestra vida es un acción de gracias a Dios y es un caminar con Dios.
Ya estamos preparando nuestro corazón para pentecostés y es aquí donde tenemos que fortalecer nuestro amor a Dios para salir a mostrar este amor que tenemos por Él y con Él.
No dejes de presentar a Dios tu agradecimiento y tu petición pero recorda que toda tu vida debe ser una relación de diálogo con Dios, habla con Él, preséntale todo a Él y confíate en Él.
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