Después llegaron a Jericó. Cuando Jesús salía de allí, acompañado de sus discípulos y de una gran multitud, el hijo de Timeo -Bartimeo, un mendigo ciego- estaba sentado junto al camino.
Al enterarse de que pasaba Jesús, el Nazareno, se puso a gritar: "¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí!".
Muchos lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: "¡Hijo de David, ten piedad de mí!".
Jesús se detuvo y dijo: "Llámenlo". Entonces llamaron al ciego y le dijeron: "¡Animo, levántate! El te llama".
Y el ciego, arrojando su manto, se puso de pie de un salto y fue hacia él.
Jesús le preguntó: "¿Qué quieres que haga por ti?". El le respondió: "Maestro, que yo pueda ver".
Jesús le dijo: "Vete, tu fe te ha salvado". En seguida comenzó a ver y lo siguió por el camino.
Mc. 10, 46-52:
Hoy vemos el proceso del ciego de nacimiento, un proceso que podemos verlo en nuestras vidas tranquilamente:
1) Jesús pasa: es Cristo quien pasa por tu vida y te muestra un nuevo estilo, es saber que Dios te invita a lo nuevo y que viene a sanar tus heridas. Quien sabe que Cristo pasa por su vida es una persona con esperanza. Desde ya te anuncio... Cristo pasa hoy por tu vida, volvé a tener esperanza.
2) El ciego grita: es la desesperación, cuando en la vida estas desesperado aparece el dolor y el grito, el grito es interpretado como desesperación y angustia, se siente superado, se ve sin fuerzas y con dolor.
3) La multitud lo calla: cuando uno pide a Jesús muchos tratarán de callarte, hasta los que se creen cercanos a Jesús te quieren hacer sentir que molestas... No! Enfrenta a la multitud, busca la manera que llegue tu súplica a Dios, la masa trata de controlar incluso tu desesperación, nunca faltan los opinologos que quieren decirte lo que tenes que hacer...
4) Jesús sana: es lo que Jesús hace con aquellos que le piden de corazón, Dios siempre está y está de manera cercana. Nunca abandona a su gente, te muestra que se preocupa por vos y de vos.
5) Animo, levántate!: Es lo que hoy el Señor te viene a decir, deja de estar tirado allí, levántate y camina, porque te necesitamos, ya podes ver tu realidad en y desde Cristo, ahora levántate y seguí tu caminar porque el que camina tiene vida.
En este jueves Eucarístico pedí al Señor que puedas ver para levantarte y caminar.
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