"En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios en Cristo Jesus quiere de vosotros. No extingais el Espiritu; no desprecies las profecias; examinadlo todo y quedados con lo bueno." 1 TESALONISENCES 5: 18-21

El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca." San Lucas 6:45

QUE LA PRECIOSA SANGRE QUE BROTA DE LA SAGRADA CABEZA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, TEMPLO DE LA DIVINA SABIDURIA, TABERNACULO DEL DIVINO CONOCIMIENTO Y LUZ DEL CIELO Y DE LA TIERRA NOS CUBRA AHORA Y SIEMPRE. AMEN+++

“OH JESUS, CUBREME CON TU INFINITA SANGRE PRECIOSA CADA INSTANTE DE MI VIDA. AMEN"


"Ora y espera; no te inquietes. La inquietud no conduce a nada. Dios es misericordioso y

escuchará tu oración. Padre Pio"


lunes, 11 de mayo de 2015

REFLEXION DE LUZ DE MARIA SOBRE LA PALABRA DIVINA... 10 DE MAYO DE 2015

REFLEXIÓN DE LUZ DE MARÍA
SOBRE LA PALABRA DIVINA
DADA POR CRISTO Y LA MADRE SANTÍSIMA
10 DE MAYO 2015
 
Hermanos:
 
Tomando como referencia los últimos Mensajes que he recibido de parte de Cristo, de Nuestra Madre Santísima, y de San Miguel Arcángel debo manifestar con claridad que Cristo me ha mencionado que cuando envía a San Miguel es porque un acontecimiento fuerte para la humanidad está por llegar.
Recordando que nuestro tiempo no es el tiempo Divino, tenemos que saber esperar, aunque en los instantes que vivimos no esperamos tanto como en el pasado para que se cumpla lo que se nos anuncia.
Miro a Cristo y a nuestra Madre Santísima, en Sus constantes llamados con gran urgencia para que la humanidad se decida a ser más de Dios que del mundo,  y no apague esa ansia de unirse con lo Divino.
En ocasiones el hombre siente que el cuerpo humano es la reclusión donde el alma se agobia y no puede liberarse del mal, pero no es así, es el yo humano el que agobia al alma cuando este “yo”, dominado por el pecado, se sumerge en la lujuria y demás ofensas a Dios.
Nosotros somos a imagen de Dios, y en verdad que es un Misterio del Divino Querer, ya que la criatura humana, siendo deformada por el pecado y aún con un cuerpo corruptible, sin el cuerpo el alma no es feliz. Entonces, ¿a qué se debe que el hombre no comprenda a cabalidad esto y continúe amparado al pecado deformándose y alejándose de la gracia que es adquirida con los Sacramentos y el buen obrar y actuar humano?
Hermanos, ningún hombre logrará su felicidad interior si no se reencuentra con La Trinidad Sacrosanta. El hombre ha creado sus propias tesis sobre el Amor, la Misericordia y la Justicia Divina, pero lamentablemente son a conveniencia humana. Esto no es justificable, pero se debe a la falta de adentrarse precisamente en el conocimiento del Amor Divino, de la Misericordia Divina y de la Justicia Divina, lo que da como resultado la gran incomprensión y mala justificación humana para ampararse a la Misericordia Divina y negar la Justicia Divina, y por ende negar el pecado como daño personal y ofensa a Dios. Esto precisamente es una acción de satanás que en estos instantes decisivos se mofa de la Iglesia que no reprende el pecado con severidad sino lo aliviana.
Siendo la Justicia Divina una acción de Dios que opera para el equilibrio de las actuaciones y obras humanas, nos da a conocer que Dios nos creó para ser salvos, pero para salvarnos necesita de la libertad humana que quiera salvarse. El mismo hombre es como un imán que atrae lo que nace o predomina en él. Por eso la Justicia Divina es atraída por el mismo hombre al no dar cumplimiento al Primer Mandamiento. Si somos objetivos el hombre piensa en sí mismo, quiere lo mejor para sí mismo, haciendo caso omiso a que la forma de actuar del hombre, en un instante determina lo venidero para sí mismo, no para los demás. Ante esto queda al descubierto que quien no obedece el Primer Mandamiento no ama a Dios y al prójimo como a sí mismo, porque ama a Dios para sí y al prójimo en la medida en que el prójimo actúe como cada uno desea.
La Justicia Divina es una realidad innegable, es un rebote que se vuelve hacia al hombre mismo, ya que no se ama a Dios como Dios ni al prójimo como a sí mismo.
En este instante la transformación debe ser acelerada pero repito: se debe conocer y reconocer a Dios, para defenderse del pecado. El hombre debe conocer lo que no se debe hacer y que detiene a la criatura, para no separarse de Dios. Cada generación ha creado normas según sus propias necesidades y por eso ha dejado de lado las normas de Dios y las ha transgredido. Esta generación no es diferente, ha creado sus propias reglas tan deformadas que Cristo me habla de esta generación y la define como la que ha superado el pecado de las anteriores generaciones. Me ha citado algunos aspectos que deforman al hombre en su relación con Él, por ser pecados contra el Espíritu Santo, y me dice con lamento cómo se corta el Don de la Vida, no sólo con el aborto, sino con los constantes asesinatos que vemos a través de los medios de comunicación por parte de terroristas adeptos a algunas llamadas religiones. Cristo y nuestra Madre Santísima se sumen en el dolor por la falsedad de los seres humanos, sobre todo de esos con poder y que causan más dolor para el hombre, llevando a los Pueblos a vivir bajo regímenes autoritarios: el terrorismo, la opresión, la maldad, la carestía, la injusticia.
Como lo ven en los Mensajes, la humanidad está bombardeada en todos los aspectos y campos, desde la alimentación hasta lo más mínimo que puedan pensar. Por eso el Cielo nos llama a conocer lo que nos rodea: de lo que nos alimentamos, lo que miramos, lo que respiramos, lo que tomamos, lo que pensamos, todo ha sido transformado para enfermar y en casos hasta para llevar a la muerte al ser humano.
Hermanos, el poder de algunas familias a nivel mundial tiene una consigna: reducir la población mundial… Estas familias con el mayor poder económico, dominan el poder de quienes gobiernan el mundo entero y dictan las reglas para la humanidad, desde decidir cuál presidente será el que dirige cada país, hasta lo que se vende o no se vende, y ese grupo es integrante de la masonería. Si el Cielo amplia estos conocimientos es para que el Pueblo de Dios conozca, se adentre en el conocimiento, no sólo de esto que he mencionado anteriormente, sino primeramente para avanzar en el conocimiento de la Palabra, en la Sagrada Escritura, los Mandamientos, las Bienaventuranzas, etc.
El conocimiento de lo que es la Eucaristía, la magnanimidad del Cuerpo y la Sangre de Cristo mismo, para así respetarle más, amarle más, desearle más, anhelarle más...
Los Mensajes nos hablan de la maldad, de cómo satanás se mantiene en una lucha para robarse almas, llevando a caer a los hombres para entregarlos al anticristo, ya que cada uno que se adhiera al mal es una parte palpitante del cuerpo del anticristo que luego será perseguidor de nosotros mismos.  Cristo nos pide renuncia a lo que lleva al mal y deforma al hombre como hijo de Dios. La renuncia es difícil pero no imposible, es una lucha de cada instante, porque no estamos para lo temporal sino para lo espiritual y para fusionarnos con la Voluntad Divina, sabiendo que el pecado es lo contrario a la naturaleza humana, a la razón, a la ley y a la moral.
Hemos mirado cómo nos habla el Cielo sobre la Ley de Dios y cómo Ésta no se cambia. Nos habla de lo creado por Dios, para bien y bienestar de la humanidad, los recursos naturales son bienes finitos pero necesarios para la humanidad, la naturaleza no es mala, lo malo es el desorden que el hombre creó, pensando sólo en el hombre mismo y así sucesivamente.
El Cielo nos alerta, nos pone en el acto para tenernos al tanto de este instante tan difícil en donde la violencia brota y se contagia, donde dar muerte al hombre es como botar lo que se desprecia, sin temor.
Cristo nos habla entre otras cosas de la energía atómica para que tomemos consciencia de la cantidad de plantas nucleares que existen en todo el mundo, para que reflexionemos que con una sola ojiva nuclear que exploten, miles de seres humanos mueren, y otros son contaminados por la radiación llevándoles a ser mutantes, ni que decir de la contaminación de la tierra en donde no se podrá cosechar, y el agua……
Hermanos, ¿qué será de esta humanidad si explotan el armamento nuclear? Queda a juicio de cada uno la respuesta.
Este es el Dios de ayer, de hoy y de siempre, por eso en este instante no le habla a Su Pueblo como en el pasado, sino con lo que rodea al hombre y en lo que el hombre se ha transformado.
Por eso llama a Su Pueblo a redoblar esfuerzos, nos llama a la unidad, a la oración y a la acción.
Luz de María.

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