En ese momento se presentaron unas personas que comentaron a Jesús el caso de aquellos galileos, cuya sangre Pilato mezcló con la de las víctimas de sus sacrificios.
El les respondió: "¿Creen ustedes que esos galileos sufrieron todo esto porque eran más pecadores que los demás?
Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera.
¿O creen que las dieciocho personas que murieron cuando se desplomó la torre de Siloé, eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén?
Les aseguro que no, y si ustedes no se convierten, todos acabarán de la misma manera".
Les dijo también esta parábola: "Un hombre tenía una higuera plantada en su viña. Fue a buscar frutos y no los encontró.
Dijo entonces al viñador: 'Hace tres años que vengo a buscar frutos en esta higuera y no los encuentro. Córtala, ¿para qué malgastar la tierra?'.
Pero él respondió: 'Señor, déjala todavía este año; yo removeré la tierra alrededor de ella y la abonaré.
Puede ser que así dé frutos en adelante. Si no, la cortarás'".
La Didajé (c. 60-120), catequesis judeo-cristiana
§ 1-6
El segundo mandamiento de la doctrina es éste: No matarás, no serás un adúltero, no seducirás a los muchachos, no cometerás ni fornicación, ni robo, ni magia, ni envenenamiento; no matarás bajo ningún pretexto a niños ni por aborto o después de nacer; no desearás los bienes de tu prójimo. No perjurarás, ni dirás falso testimonio, ni mantendrás propuestas difamatorias, ni guardarás rencor. No tendrás dos maneras de pensar ni dos palabras: porque la duplicidad en el lenguaje es una trampa mortal. Tu palabra no será mentirosa, ni vana, sino efectiva. No serás ni avaro, ni rapaz, ni hipócrita, ni malvado, ni orgulloso; no tendrás malos proyectos contra tu prójimo. No debes odiar a nadie, sino que debes reprender a uno y orar por ellos, y amar a los demás más que a tu propia vida.
Hijo mío, huye del mal y de todo lo que se parece al mal... Vigila que nadie te desvíe de este camino de la doctrina, porque éste tal te enseña lejos de Dios. Si puedes llevar todo entero el yugo del Señor, serás perfecto; si no, por lo menos haz lo que esté en tu mano.
Referencias bíblicas: Mt 22,37s; 7,12; Tb 4,15; Mt 5,44s; 1P 2,11; Ex 20; Mt 24,4)
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