"En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios en Cristo Jesus quiere de vosotros. No extingais el Espiritu; no desprecies las profecias; examinadlo todo y quedados con lo bueno." 1 TESALONISENCES 5: 18-21

El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca lo bueno, y el malo, del malo saca lo malo. Porque de lo que rebosa el corazón habla su boca." San Lucas 6:45

QUE LA PRECIOSA SANGRE QUE BROTA DE LA SAGRADA CABEZA DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, TEMPLO DE LA DIVINA SABIDURIA, TABERNACULO DEL DIVINO CONOCIMIENTO Y LUZ DEL CIELO Y DE LA TIERRA NOS CUBRA AHORA Y SIEMPRE. AMEN+++

“OH JESUS, CUBREME CON TU INFINITA SANGRE PRECIOSA CADA INSTANTE DE MI VIDA. AMEN"


"Ora y espera; no te inquietes. La inquietud no conduce a nada. Dios es misericordioso y

escuchará tu oración. Padre Pio"


martes, 30 de junio de 2015

EVANGELIO DEL DIA Y HOMILIA POR SACERDOTE LUIS ZAZANO: 30 DE JUNIO DE 2015

Del Santo Evangelio según San Mateo 8,23-27.

Jesús subió a la barca y sus discípulos lo siguieron.
De pronto se desató en el mar una tormenta tan grande, que las olas cubrían la barca. Mientras tanto, Jesús dormía.
Acercándose a él, sus discípulos lo despertaron, diciéndole: "¡Sálvanos, Señor, nos hundimos!".
El les respondió: "¿Por qué tienen miedo, hombres de poca fe?". Y levantándose, increpó al viento y al mar, y sobrevino una gran calma.
Los hombres se decían entonces, llenos de admiración: "¿Quién es este, que hasta el viento y el mar le obedecen?".
Mt. 8, 23-27:
 
Nos encontramos otra vez con la barca en el mar. Es recordar el sueño que tuvo son Bosco: es la Iglesia metida en el mundo y que es sacudida. Aún en medio de las tormentas, aún cuando parece que Dios está dormido, la barca está y no se desmorona.

Hoy vos que sos también Iglesia no te desmorones, ante la situación que te toque pasar aquí en la tierra no le tengas miedo a las olas. No seas de esos que se quieren tirar al agua y no la quieren luchar. No te soltes de la barca, aunque las olas te choquen y te hagan marear. Dios está dormido pero esta en la barca, es decir que aunque no lo sientas a Dios actuar no te inquietes demasiado porque está con vos, solamente necesita que lo despertes.

Dios tranquiliza pero también necesita que te tranquilices y por sobretodo que lo despiertes. 

No tengas miedo a las olas pero tampoco no te tires de la barca. Luchala y enfrentala a las olas porque aunque estés pasando todo esto Dios está con vos en la misma barca.
 

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