El les respondió: "El que siembra la buena semilla es el Hijo del hombre;
el campo es el mundo; la buena semilla son los que pertenecen al Reino; la cizaña son los que pertenecen al Maligno,
y el enemigo que la siembra es el demonio; la cosecha es el fin del mundo y los cosechadores son los ángeles.
Así como se arranca la cizaña y se la quema en el fuego, de la misma manera sucederá al fin del mundo.
El Hijo del hombre enviará a sus ángeles, y estos quitarán de su Reino todos los escándalos y a los que hicieron el mal,
y los arrojarán en el horno ardiente: allí habrá llanto y rechinar de dientes.
Entonces los justos resplandecerán como el sol en el Reino de su Padre. ¡El que tenga oídos, que oiga!"
Mt. 13, 36-43:
Hoy me gustaría presentarte una cizaña que puede afectar a tu corazón y hasta te puede llevar evitar llegar al cielo, te presento la cizaña de la broncemia:
Los que la padecen, a medida que pasan los años y el bronce invade la corriente sanguínea, terminan creyendo que son estatuas de bronce que están situadas, por sus méritos y para admiración de todos, en las plazas y espacios públicos.
1) Se creen dioses, pero están cargados de soberbia, son arrogantes y aislados que han perdido la noción de la realidad. El enfermo de broncemia pasa por dos etapas: la primera es el "Importantismo", en la que el infectado por el metal se cree tan importante que nadie es mejor que él; la segunda es la "Inmortalitis", que sobreviene cuando el bronce ya ha invadido todo su ser, lo que le lleva a sentirse inmortal, un ser infinito situado por encima de la muerte y del tiempo.
2) La broncemia se desarrolla, sobre todo, en los ambientes de poder e intelectuales, siendo sus dos ámbitos más propicios la Universidad y la Política, sobre todo esta última, donde la arrogancia y la egolatría inyectan inmensas cantidades de bronce. Pero se han observado casos importantes en otros estamentos, como la medicina, la Justicia, el deporte y la empresa.
3) La edad es un aspecto importante. La broncemia se desarrolla, generalmente, a partir de los 45 años, pero los casos más severos suelen producirse entre los 55 y los 65 años. El sexo también es un factor importante. La enfermedad es más frecuente entre los hombres, pero últimamente,con el auge del feminismo, los casos de mujeres invadidas por el bronce son cada día más frecuentes.
4) Los síntomas más característicos del broncémico son tres: la "diarrea mental", la "sordera interlocutoria" y el "reflejo cefalocaudal".
La "diarrea" le hace hablar sin parar, de cualquier tema, hasta de lo que desconoce, con solemnidad, escuchándose a sí mismo, como si hablara desde un púlpito a seres inferiores; la "sordera" le impide escuchar y convierte al enfermo de broncemia en un ser desconectado de los que le rodean; el "reflejo cefalocaudal", por último, hace que el broncémico camine erguido, con la espalda rígida, con apariencia arrogante, como si fuera un Dios olímpico, quizás por acumulación de bronce en su columna vertebral.
5) Prácticamente todos los ciudadanos conocen a algún broncémico, fácilmente identificable por sus primeros síntomas: pierde la capacidad de sonreir, no sabe escuchar y habla sin parar, sobre todo de sí mismo.
6) La única medicina eficaz conocida contra la broncemia es el espíritu de servicio, una variedad del amor al prójimo que obliga a quien lo practica a estar más atento del otro que de él mismo.
Si tiene alguno de estos síntomas recurrí urgente a tu confesionario amigo.
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