Al enterarse de esto, Jesús se alejó de allí. Muchos lo siguieron, y los curó a todos.
Pero él les ordenó severamente que no lo dieran a conocer,
para que se cumpliera lo anunciado por el profeta Isaías:
Este es mi servidor, a quien elegí, mi muy querido, en quien tengo puesta mi predilección. Derramaré mi Espíritu sobre él y anunciará la justicia a las naciones.
No discutirá ni gritará, y nadie oirá su voz en las plazas.
No quebrará la caña doblada y no apagará la mecha humeante, hasta que haga triunfar la justicia;
y las naciones pondrán la esperanza en su Nombre.
En Jesús vemos que la salvación es para todos, no hay una sala VIP o una Iglesia VIP, Jesús viene a curar y a proponer un camino desde el amor y desde la verdad.
El Señor te propone un encuentro con El y desde Él salir a curar.
La religión está planteada para curar y no para reprimir. Te propongo a que pienses tres puntos esenciales:
1)Dios quiere que seas libre.
2)Dios quiere que seas amado.
3)Dios quiere que seas luz entre tus hermanos.
Nos vemos mañana si Dios quiere
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