Corrió al encuentro de Simón Pedro y del otro discípulo al que Jesús amaba, y les dijo: "Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto".
María se había quedado afuera, llorando junto al sepulcro. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro
y vio a dos ángeles vestidos de blanco, sentados uno a la cabecera y otro a los pies del lugar donde había sido puesto el cuerpo de Jesús.
Ellos le dijeron: "Mujer, ¿por qué lloras?". María respondió: "Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto".
Al decir esto se dio vuelta y vio a Jesús, que estaba allí, pero no lo reconoció.
Jesús le preguntó: "Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?". Ella, pensando que era el cuidador de la huerta, le respondió: "Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo iré a buscarlo".
Jesús le dijo: "¡María!". Ella lo reconoció y le dijo en hebreo: "¡Raboní!", es decir "¡Maestro!".
Jesús le dijo: "No me retengas, porque todavía no he subido al Padre. Ve a decir a mis hermanos: 'Subo a mi Padre, el Padre de ustedes; a mi Dios, el Dios de ustedes'".
María Magdalena fue a anunciar a los discípulos que había visto al Señor y que él le había dicho esas palabras.
La semilla está en la mano del Señor, es Él la buena nueva. Es Él quien arroja con Fuerza e ilusión su persona a nuestros corazones. Pero nos muestra que hay distintas clases de tierra:
1) El Borde del Camino: aquellos que acogen la palabra pero se pierden. No asumen a Dios en sus vida. Pero alguna vez escucharon de Él.
2) Terreno Pedregoso: aquel corazón que Cristo no puede brotar. Sólo Cristo aparece y lo deja aparecer en los sentimientos. No hay un encuentro de Tú a tu sino más bien un mero cumplimiento.
3) Zarza y Mala Hierba: a que terreno donde mide a Dios Por lo que según le pase. Es como la medallita de la buena suerte. Según como va mi vida entonces será la intensidad que le ponga a la relación.
4) La Buena: es la persona abierta a acoger a Dios y a aceptar de Él todo. Se deja moldear y tocar. Es un encuentro en donde fluye la confianza. Le cambia la vida y cambia con Él las vidas.
Que tipo de tierra sos?
Hoy es el día de María Magdalena. Esa mujer que nos muestra que la misericordia de Dios te lleva a cambiarte, sólo quien se siente personal o por Dios logra cambiar su vida. Es la clave de un cambio en tu vida el Sentirte tocado por Jesús.
Ella al sentirse misericordiada se hace testigo y testigo de Cristo vivo.
Hoy el Señor te propone a ser testigo vivo de Jesús, anuncia con tu vida que hay esperanza y que todos podemos cambiar. Y de ser pecadores públicos a testigos vivos hay un sólo paso, lo único que se necesita es sentirse perdonado, allí está la clave.
Perdonate aquello que Dios ya te perdonó y te convertiras así en verdadero testigo vivo de Dios.
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