Jesús dijo a sus discípulos:
"No se inquieten. Crean en Dios y crean también en mí.
En la Casa de mi Padre hay muchas habitaciones; si no fuera así, se lo habría dicho a ustedes. Yo voy a prepararles un lugar.
Y cuando haya ido y les haya preparado un lugar, volveré otra vez para llevarlos conmigo, a fin de que donde yo esté, estén también ustedes.
Ya conocen el camino del lugar adonde voy".
Tomás le dijo: "Señor, no sabemos adónde vas. ¿Cómo vamos a conocer el camino?".
Jesús le respondió: "Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre, sino por mí."
No te inquietes: es algo a lo cual vos tenes que luchar, luchar con esa cosa de querer resolverlo todo ya, acordate de san Ignacio de Loyola cuando te enseña que en tiempos de acelere no es bueno tomar decisiones. No te inquietes, que ese acelere de ritmo que llevas no te lleve a tomar la decisión como si tuvieras un revolver en tu cabeza, no lo tenes y si te quieren tendrán que aprender a esperarte. Es como el juego del truco, la clave para ganar es ver en qué momento tirar las cartas.
La casa de Dios: Jesús te recuerda que tu punto final es el cielo, hay un Dios que te espera y quiere hacer una fiesta con vos. Date el gusto de vivir esa fiesta con Jesús, hasta el cielo no paramos…
Jesús es el camino, confía y camina en Él, no te preocupes que no miente, es demasiado sincero, tan sincero que te recuerda que tenés una cruz. Pero te da vida, salí adelante, tenes vida para rato. Todo problema se soluciona, toda dificultad se vence y de toda caída se recupera. Recordá que de los tornados se sale para adelante sino te mareas girando, atravesa y no des tantas vueltas en vos.
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