La gente dijo a Jesús: "¿Qué signos haces para que veamos y creamos en ti? ¿Qué obra realizas?
Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como dice la Escritura: Les dio de comer el pan bajado del cielo".
Jesús respondió: "Les aseguro que no es Moisés el que les dio el pan del cielo; mi Padre les da el verdadero pan del cielo;
porque el pan de Dios es el que desciende del cielo y da Vida al mundo".
Ellos le dijeron: "Señor, danos siempre de ese pan".
Jesús les respondió: "Yo soy el pan de Vida. El que viene a mí jamás tendrá hambre; el que cree en mí jamás tendrá sed.
- Buscar el fin y no el medio: me detengo en la parte del maná. Jesús aclara quién fue quien dió el maná. Es muy fácil olvidarse del fin de las cosas y podemos caer en valorar el foco y no la luz. No te quedes con el frasco sino llenate del contenido del frasco. Busca a Jesús, los demás pasamos. Incluido yo…
- Los signos que Dios pone en tu vida pueden ser variados, a través de personas o situaciones; la clave es que despiertes de una vez y comprendas que no podes seguir así. Que tenes que tomar decisiones, y si no tomas decisiones las situaciones te agobiarán y ellas mismas te liquidarán. Que los signos de Dios te ayuden a decidir, míralos…
- Pan de vida: la Eucaristía es el gran signo de nuestra vida, Jesús es la clave de tu vida y no dejes dos puntos de tu vida Eucaristica: “celebrar” y “adorar”. Celebrar en cada misa, es Jesús quien se hace presente; luego tomarte ese tiempo para ponerte frente al sagrario y adorarlo. Sabiendote necesitado y buscado por Él.
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